Demonizar al presidente

Demonizar al presidente

Es inaguantable la demonización diaria, persistente y falaz con que la derecha mediática y política ha reflejado a Pedro Sánchez.

Sánchez, con gesto serio en el CongresoEuropa Press News via Getty Images

“La pandemia era un virus chino que introdujo Pedro Sánchez en España a través de la manifestación del 8M para infectar a la población española y tenernos encerrados durante meses. Así tuvo el poder absoluto con un estado de alarma opresivo que le permitió dominarnos, preparar unas vacunas que contiene un microchip que nos controla con el acuerdo de Soros y Bill Gates, trazando un plan para arruinar el país, rompiéndolo en Cataluña y entregándoselo a ETA”. Este cúmulo de despropósitos y falsedades podrían recitar sin despeinarse un dirigente de Vox y PP sin movérsele un musculo de la cara.

Así estamos. Se ha gestionado una catástrofe sanitaria mundial donde la oposición, como siempre, ve un problema estrictamente español y en el cual, la única responsabilidad, recae en el gobierno socialcomunista liderado por el malvado Pedro Sánchez. No me extiendo con la guerra en Ucrania o cualquier catástrofe natural, en todo siempre hay algo de culpa del presidente.

El poder son ellos, se les ha arrebatado y debe devolverse a sus legítimos propietarios

Todo pasa por desprestigiar su trabajo, sus decisiones, su rango, sus valores, en definitiva, aniquilar a la persona pública. Necesitan destruir todo porque son incapaces de construir nada que sea atractivo e ilusionante para las mayorías.

Tan solo es parte de la estrategia de desgaste y acoso al Gobierno, con ello se  busca un doble efecto: exacerbar e hipermovilizar a su electorado, pues existe un enemigo público al que derrotar; y, a su vez, desanimar a la participación en las urnas a las personas moderadas pues la política es un lodazal donde todos son iguales.

Necesitan destruir todo porque son incapaces de construir nada que sea atractivo e ilusionante para las mayorías

Desprestigiar la política y a los políticos para que el electorado potencialmente progresista se desanime y no vote. El PP ha obtenido sus victorias con esas premisas: derecha movilizada, izquierda desanimada, votantes fluctuantes quedándose en casa y una participación electoral baja.

Consideran que el poder les pertenece, es suyo, y ahora está siendo ocupado por la izquierda de forma ilegitima. No busquen más, lo llevan en la sangre porque está heredado de abuelos/as a padres y madres y de estos, a sus hijos e hijas. El poder son ellos, se les ha arrebatado y debe devolverse a sus legítimos propietarios.

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Daniel Viondi (Madrid, 1975) es diputado del PSOE por Madrid

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