De dónde bebe Vox
La segunda parte de Abascal durante la moción de censura, apocalíptica y trumpista, bebe de Disenso, su 'think tank'.
Ha utilizado todos los clichés y ha sido agotador, salvo para su clientela. Santiago Abascal ha corrido el riesgo de que su telonero, Ignacio Garriga, resultara más fresco y ágil que su líder, aspirante a la Presidencia del Gobierno hoy. Contra George Soros y China, contra el mulitalateralismo y a favor de Donald Trump, utilizando las muertes de los ancianos y la inmigración. En la segunda parte de su discurso, Abascal ha sacado a pasear toda la carga ideológica populista de la ultraderecha europea, estrenando así los textos de su think tank, la Fundación Disenso, creada en septiembre.
Los “pensadores” de Disenso −patronos y miembros− son Jorge Martín Frías, ex de FAES, la fundación de Aznar y de la Red Floridablanca, apoyada también por Javier Rupérez y Eugenio Nasarre, exdiputados del PP. Forman parte de la “masa crítica” Kiko Fernández-Monasterio, el eurodiputado y periodista Herman Tertsch y el escritor Fernando Sánchez Dragó. El fondo, las alusiones bolivarianas y mafiosas contra el Gobierno y contra la actual Unión Europea, son el grueso de las obsesiones recurrentes de estos personajes, que se mantienen en contacto con la extrema derecha europea. Vox sueña con liderar esa Europa ultra cuando en algunos países está empezando a debilitarse, como pasa en Italia.
Un discurso lleno de testosterona −“no tienen agallas”, les decía al resto de los diputados de la Cámara− largo y cargado de frases-panfleto trufadas con bulos, desde las cifras que utiliza a los conceptos ideológico propagandísticos. Su discurso es contra el totalitarismo, el comunismo, etcétera. “Somos demócratas y defendemos las libertades públicas”. Acusan a los demás de lo que son ellos y viceversa. Han hecho bandera también de quitar las subvenciones públicas a los partidos políticos dentro de su estrategia de socavar la democracia presentándola como un sistema corrupto. Deberían comenzar dando ejemplo. Qué renuncien ya a cobrarlas.
No ha dejado ni un palo sin tocar, siempre con insultos y descalificaciones: corruptos, financiados por la droga. Todas las burradas usadas por el equipo de Trump, Bolsonaro, Matteo Salvini. El manual retomado por Steve Bannon, aquel que asesoró a Trump y entusiasma en Vox. Recordando a las clases de propaganda utilizadas por los partidos del nacionalsocialismo de la Europa de los años 30, de donde son nostálgicos los miembros de esa Fundación Disenso y el sindicato Solidaridad, al que ha dado la bienvenida Abascal. Formará parte de la tríada con la que se ha armado: Disenso, La Gaceta de la Iberosfera y Solidaridad.
De hecho, han hecho mención a la “Iberosfera”, refiriéndose a América Latina, y han atacado al Foro de Sao Paulo y al Grupo de Puebla, siempre con Bolsonaro. Quieren hacer lo mismo que Podemos solo que al revés: extenderse entre la extrema derecha latinoamericana, que es muy fuerte y tiene mucho dinero.
El PP, desaparecido fuera y dentro. Lo más importante ahora es saber qué va a hacer Pablo Casado para salir del agujero en el que está hundido.