Cuántos niveles de alerta antiterrorista hay en España y en cuál estamos tras las cartas bomba
El Ministerio de Interior pide cautela y "tiempo" ante los últimos acontecimientos.
La oleada de cartas bomba en sedes oficiales, cuarteles y embajadas en España ha vuelto a sacudir el panorama nacional e internacional. La macabra moda ha tenido continuación en otros puntos europeos, con nuevos paquetes con sangre y vísceras con destino a diferentes embajadas ucranianas, también la de Madrid, acordonada por segunda vez en 48 horas.
Poco se sabe por ahora de los detalles de ambos envíos masivos. El Ministerio de Interior ha pedido tiempo mientras se investigan los numerosos paquetes sospechosos recibidos en hasta siete localizaciones, todas relacionadas con el apoyo español a Ucrania. El propio ministro ha asegurado que “esperan tener resultados positivos en un corto plazo”, pero de momento poco se sabe.
Ante la relativa incertidumbre de los últimos días, Interior también ha pedido cautela y no disparar las alarmas en relación a un posible atentado. Por ello, España no va a subir su nivel de alerta antiterrorista.
Desde el 26 de junio de 2015, España se mantiene en el nivel 4 de los cinco que existen, clasificados por colores, como detalla el Ministerio de Interior. Así, el Nivel 1 corresponde a riesgo bajo (color verde), el Nivel 2 a riesgo moderado (amarillo), el Nivel 3 a riesgo medio (naranja), el Nivel 4 a riesgo alto (rojo) y el Nivel 5 a riesgo muy alto (negro).
Preguntado tras los hechos conocidos desde el miércoles, el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, ha rechazado por ahora la posibilidad de elevar dicho nivel.
El número 2 del ministerio no cree que “los hechos tengan entidad para convocar la mesa de evaluación del nivel de alerta antiterrorista”. También ha dicho que “la duración de las medidas [de seguridad] será la que se estime necesaria en relación a esta decisión”.
Fuentes de la seguridad española explican a El HuffPost que “nada” ha cambiado y en ese nivel de alerta alta, no se aceptan cartas, paquetes y demás envíos en las dependencias oficiales. Estas precaucaciones evitaron que varias de las cartas bomba encontrasen su destino, como la que fue interceptada antes de llegar a su destino, el presidente Pedro Sánchez.