¿Cuánto pagarías por una botella de vino?
¿Te has preguntado alguna vez cuánto es razonable pagar por una botella de vino?
Probablemente no haya una sola respuesta.
Tal vez pienses que dependiendo de la ocasión, el gasto puede ser diferente.
Por supuesto, estoy de acuerdo contigo. No es lo mismo comprar una botella para comer en casa un día normal, que para llevarla a cenar a casa de un amigo.
Te hare una nueva pregunta: ¿Hay algún límite por debajo del cual no es razonable bajar?
Bueno, cuando termines de leer este artículo creo que estarás en disposición de responder a las dos preguntas. Al menos, tendrás una idea de lo que pudieran ser valores en los que estaremos de acuerdo. También puede que sepas cual es la característica común a los vinos de calidad .
ALGUNAS BARBARIDADES POCO RAZONABLES
La subasta californiana
Para entrar en materia te presentaré algunos casos que están por completo fuera del sentido común. El primero de ellos es la subasta californiana.
En noviembre de 2017, se vendió una botella de vino californiano elaborado con cabernet sauvignon, por la friolera de 350.000 dólares. O sea, la copa de este vino saldría por algo menos de 44.000 dólares.
Estarás de acuerdo conmigo en que no hay vino que valga ese precio.
Es cierto que hay que poner esta compra en contexto. Se produjo en una subasta de caridad en California en la que participaban coleccionistas y millonarios. Un poco por quedar bien y otro poco por solidaridad.
Lo que está claro es que el el dinero no tiene el mismo valor para ellos que para mí, por ejemplo.
Casos más cercanos
Pero si rastreamos la prensa deportiva de hace unos días nos podríamos encontrar algunos casos no tan lejanos. Por ejemplo, un par de conocidos futbolistas fotografiados en actitud relajada. Delante de ellos y perfectamente enfocadas hay un par de botellas de Vega Sicilia Único.
Mucho me temo que o tiene algo que ver con la publicidad o estos caballeros han tirado el dinero. No creo que sea muy mal pensado si digo que esta pareja no es muy capaz de apreciar este vino, que se vende por más de 300 euros la botella.
Claro está que, al igual que en el caso anterior, 600 euros es lo que se gastarían después en la propina.
Pero bueno, vamos a profundizar algo más en el tema del que estamos hablando.
LOS COSTES FIJOS DEL VINO
No hace mucho un buen amigo, que sabe lo que me gusta el mundo del vino, me dijo con una gran sonrisa que había comprado "un reserva riquísimo" por cuatro euros.
No quise amargarle la compra, pero voy a compartir contigo lo que me parece.
Voy a subir hasta incluso los cinco euros, un veinticinco por ciento más de lo que él gastó. Además voy a pensar que lo compró en un supermercado, así los gastos de distribución serán mínimos. Vamos a ponernos en el mejor de los casos.
Las cuentas
El IVA que se paga por el vino es del 21%, por lo que de los seis euros hay que restar noventa céntimos, quedando 5,10 €.
Tienes que tener en cuenta que el supermercado gana de media un 30%, por lo que compró el vino por tres euros con veinte aproximadamente.
El bodeguero gana también aproximadamente otro 30%, por lo que su precio de coste para él sería de 2,50 euros, más o menos.
El coste de la botella es de unos 40 céntimos de media, al igual que el corcho y la etiqueta. Hay por lo tanto 1,20 de gastos fijos, quedan por lo tanto 1 euro con treinta para el resto.
Para hacer un vino de reserva, se necesita una barrica, que si es de roble americano cuesta unos 300 euros. Supongamos que se usa tres veces, que es más que la media. El coste por botella resultante es de unos 50 céntimos. Quedan disponibles para el resto 80 céntimos.
Con ese dinero tenemos que pagar uva de calidad, recordemos que es un vino de reserva. El enólogo, el personal de bodega y los viñadores también cobran. Hay que amortizar también la maquinaria y otros gastos.
Resumiendo, es absolutamente imposible. Sólo la uva vale ya ese dinero.
Todo esto en un producto que hay que tener un mínimo de cuatro años inmovilizado. Lo dicho, imposible. Cada cual piense lo que hay detrás de ese vino...
Podíamos hacer las cuentas al revés, para ver el precio mínimo a partir del cual un reserva es viable, pero te lo voy a ahorrar. Para comprarlo con unos mínimos de garantía y esperanza de calidad, hay que soltar unos 10 eurillos.
Por debajo de ese precio, hay vinos jóvenes y con crianzas cortas que están muy buenos. Aquí el mínimo lo pondría en unos cinco o seis euros. Por debajo de eso, es jugar a la lotería. Puede salir, pero...
¿PARA QUÉ MOMENTO ES EL VINO QUE VAS A COMPRAR?
Decía al principio que a la hora de gastar en vino, la cantidad depende de para qué lo quieres. Te voy a proponer un par de posibilidades, por ser las que creo que se te pueden dar con más frecuencia.
Vamos a verlas.
Los vinos para consumir a diario
El primero de los casos es cuando queremos un vino para beberlo en casa en un día normal. Dicho sea que una copa de vino puede transformar ese momento. ¡El vino tiene algo de magia!
Haciendo una encuesta a algunas de las mejores tiendas de vino de Madrid para conocer la cantidad media que gastamos en este tipo de vinos, llegué a la conclusión de que el precio medio está entre los ocho y los diez euros.
Este dato hay que tomarlo con cierta distancia, ya que en las tiendas especializadas compran personas que ya tienen cierta afición. Si incluyera los supermercados, estoy convencido de que esa cifra bajaría bastante.
Por esos ocho o diez euros de presupuesto, se pueden comprar, como vimos antes, buenos vinos jóvenes, con crianza o incluso algunos reservas. Parece por lo tanto que es una cantidad más que suficiente. Yo diría incluso que podemos bajar hasta los seis y beber vinos más que decentes.
Los vinos de las ocasiones
En las ocasiones cada uno gasta dependiendo de su costumbre y de su cartera. Un buen amigo mío llega incluso a los novecientos o mil euros. Claro es que es un muy buen profesional, aprecia bien el vino y no le falta la pasta.
Para un presupuesto más ajustado y dando por supuesta una cierta afición, yo diría que entre 15 y 25 euros se pueden encontrar vinos excelentes.
Hay veces en las que esa cantidad puede ser incluso excesiva. No sería la primera vez que voy a una cena con amigos con mi botella de ese presupuesto y me han mirado con cara rara diciendo que mi vino está muy "fuerte" (lagrimón).
De ahí la siguiente pregunta:
¿ERES CAPAZ DE APRECIAR UN BUEN VINO?
Para poder apreciar un vino de calidad hay que tener un mínimo de conocimiento.
¿Sabes por ejemplo, cuál es la característica común a todos los vinos de calidad
Me dirás que sabes lo que te gusta y que eso es suficiente. No te diré que no, pero pensémoslo un poco con este ejemplo.
Si a un niño pequeño le das un café, probablemente te pondrá perdido. Su gusto no está preparado para un sabor tan amargo.
Lo mismo me ha pasado a mí con algunos vinos, he tenido que ir preparándome para sabores a los que no estaba acostumbrado. Supongo que el mío no es un caso único.
Es por eso que subir de ciertos precios, aun suponiendo que el vino vaya a ser excelente, no siempre merece la pena. Depende de tu capacidad para apreciarlo.
CONCLUSIÓN
Para los vinos de consumo diario, entre los seis y diez euros es un gasto más que razonable. Bajar de ahí puede suponer pasarte al lado oscuro.
Los vinos de las ocasiones pueden suponer un gasto razonable de entre quince y veinticinco euros, subir de ahí depende de tu capacidad para apreciarlo... y de tu bolsillo.
Merece la pena formarse para apreciar mejor un buen vino. Si quieres conseguirlo a tu ritmo, pásate por Vida entre Vinos.