Croacia gana a Marruecos (2-1) en el último baile de Modric en un Mundial
Un gran gol de Orsic en el tramo final de la primera parte ha dado la victoria a la selección ajedrezada.
Ya está decidido el tercer y cuarto puesto del Mundial de Qatar 2022. Croacia dominó durante el encuentro y se aseguró la tercera posición en el último baile de Luka Modric en una cita mundialista. Marruecos, por su parte, lo luchó —y no solo este sábado— y es cuarta en el que ya es un Mundial histórico para la selección marroquí.
La selección ajedrezada se adelantó pronto en el partido, con un gol de cabeza de Josko Gvardiol, tras una falta al borde del área en el minuto 7, pero los africanos respondieron pronto, en el 9, con un tanto de Achraf Dari al aprovechar un mal despeje de Lovro Majer.
Mislav Orsic, con un gol en el minuto 42 al disparar con la diestra, colocando bien el cuerpo para buscar el segundo palo de un Bono que se esperaba el centro, volvió a poner por delante a Croacia frente a Marruecos.
Croacia logró así su segundo bronce en un Mundial, tras el que consiguió en su estreno en esta competición, en Francia 1998. Mientras, Marruecos, la revelación de Qatar 2022, se despide con una cuarta posición que es su mejor resultado en un Mundial.
La otrora llamada ‘final de consolación’ fue, sin ser nada del otro mundo, más vibrante que el partido que enfrentó a ambos equipos en la primera jornada de la fase de grupos, que terminó con empate a cero y sin apenas llegadas.
El desgaste acumulado, la falta de frescura y hasta la mayor ambición ofensiva de los ‘Leones del Atlas’ permitió ver un partido más abierto, con más idas y venidas. Eso favoreció a Croacia, que esta vez, pese a que le faltaba el eje de su medio del campo, Marcelo Brozovic, sí que pudo llegar de forma más asidua ante Yassine Bono, aunque también los pupilos de un intensísimo Regragui se aproximaban al área de Dominik Livakovic.
El intercambio de goles inicial, parecidos, tras sendas acciones a balón parado, remachadas por dos centrales como Gvardiol y Dari, hizo presumir hasta un espectáculo ofensivo. No fue así. Ambos equipos decidieron afinar más las marcas y frenar a sus rivales.
Tan solo se salió del guion Orsic, el buen jugador del Dinamo de Zagreb que fabricó un bonito gol con un disparo colocado al palo contrario al que Bono no pudo llegar por poco. Una luz de calidad en un choque que por momentos era atolondrado, con mucha intención pero sin precisión.
Es el mejor homenaje que le podía hacer a su capitán y a su selección. Ganar el tercer puesto con un tanto de bella factura. Digno colofón a la carrera mundialista de Modric y a otro magnífico torneo de una selección ajedrezada.
La derrota no empaña tampoco el tremendo trabajo de Regragui y toda la selección marroquí. Dio de nuevo la cara. No se arredró en ningún momento. Buscó y buscó. Quiso pero no pudo y la falta de acierto en las áreas le volvió a penalizar. En-Nesyri tuvo en su cabeza la prórroga, pero el balón se le marchó alto.
El cuarto puesto es un hito tan histórico para Marruecos y el fútbol africano como para Croacia enlazar el segundo con este tercero. Un cierre honroso estaba asegurado para ambos equipos, pero el que celebró fue el que encontró la inspiración en el tiro de Orsic y pudo festejar a Modric.