Creer que no estás a la altura: el síndrome del impostor
El llamado síndrome del impostor o de fraude es una característica psicológica que poseen determinadas personas que son incapaces de hacer atribuciones internas de sus logros o éxitos. Por ello viven con un miedo continuo a ser descubiertos por supuesto fraude. Están convencidos de que son un fraude, que no merecen lo que han conseguido.
No es un trastorno psicológico, pero sí una característica de personalidad que puede llegar a producir ansiedad y/o depresión.
Este término fue acuñado por mis colegas las psicólogas clínicas de la Universidad de Georgia en Estados Unidos, Ros Clans y Susan Aims. En 1978 publicaron un artículo en la revista Psychotherapy Theory, Research and Practice con el título de "El fenómeno de impostor en mujeres exitosas. Dinámicas e intervención terapéutica".
Tener un continuo y constante temor a ser descubiertos en su supuesto fraude genera baja autoestima. Esta baja autoestima produce baja seguridad en sí mismo y es caldo de cultivo de dar más importancia a los pensamientos negativos que generamos de manera natural.
Los estudios concluyen que el 70% de la población en algún momento experimenta esta condición al menos una vez en la vida, sentimos y/o pensamos que no somos los suficientemente buenos. Que no estamos a la altura. Por lo tanto no nos merecemos lo que tenemos.
Este tipo de comportamiento aparece más habitualmente en el ámbito laboral en personas con éxito en su carrera profesional.
Cinco características.
1.- Trabajan en exceso
La persona siente una elevada ansiedad. Son perfeccionistas, prepara mucho todo, invierte mucho tiempo y esfuerzo. Nunca se siente satisfecha con su trabajo. Focalizan su atención en lo que le falta y no en lo que tiene.
2.- No comparten sus ideas
No son capaces de expresar sus ideas, o les cuesta mucho porque creen que los demás van a descubrir su incompetencia.
3.- Necesitan la aprobación constante
Requieren que constantemente les den el visto bueno para poder quedarse tranquilos y satisfechos. No confían en sí mismos y su propio criterio.
4.- Posponen continuamente
Procrastinan porque consideran que es mejor que los demás piensen que si no tienen tiempo y no lo prepararan adecuadamente el posible fracaso no será debido a su falta de capacidad.
5.- No termina lo que empieza
Como no tienen la confianza en sí mismo no encuentran en el momento de dar por acabada la tarea.
Causas
Los factores que causan esta característica de personalidad tienen que ver con lo ambiental (aprendizaje) y con lo cognitivo (pensamiento).
- En el aprendizaje en la infancia es posible que hayan recibido muchas críticas, poniendo siempre el énfasis en los errores o fracasos. Han sufrido una alta exigencia y poco o nada de reconocimiento de sus capacidades y logros. Por tanto, han aprendido a no recibir y aceptar los reconocimientos que les hacen en la vida adulta.
- En lo cognitivo, hacen atribuciones externas a los éxitos y atribuciones internas a los fracasos o errores.
La población de riesgo de sufrir este tipo del síndrome son las mujeres jóvenes que han conseguido elevados logros y éxitos profesionales.
Las personas con estas características del llamado síndrome del impostor tiene muchas probabilidades de desarrollar problemas de ansiedad o y depresión.
Aquí os dejo el vídeo donde te lo explico brevemente.