Un prestigioso epidemiólogo critica el estudio que sitúa el coronavirus en Barcelona en marzo de 2019
Francois Balloux, director del Instituto de Genética de la University College de Londres, califica el informe de "altamente irresponsable".
La Universidad de Barcelona anunció este viernes que ha detectado el SARS-CoV-2 en muestras de aguas residuales recogidas en la capital catalana el 12 de marzo de 2019.
Esto significaría que el coronavirus ya estaba presente un año antes de que se declarara la pandemia (11 de marzo de 2020) y estallara la crisis sanitaria en España.
El resultado de la investigación probaría que la infección circulaba mucho antes de que se tuviera constancia, según un comunicado difundido por la UB este viernes.
Los expertos de la UB estudiaron semanalmente muestras obtenidas de dos plantas de tratamiento de aguas residuales de la capital regional de Cataluña, bajo la premisa de que existen grandes cantidades de genoma de coronavirus en las heces. “Los niveles del genoma SARS-CoV-2 coincidieron claramente con la evolución de los casos de COVID-19 en la población”, explicó el coordinador del trabajo, Albert Bosch.
No obstante, haber encontrado presencia de virus antes de que se diagnosticaran casos demuestra, según los especialistas, que muchos infectados de COVID-19 podrían haber sido confundidos con enfermos de gripe en los servicios de atención primaria sanitaria.
Sin embargo, son muchos los que han puesto en duda el informe publicado por la Universidad de Barcelona, que se trata de lo que se conoce como un “preprint”, es decir, un artículo sin revisar y no publicado en revista científica.
como el epidemiólogo Francois Balloux, director del Instituto de Genética de la University College de Londres, que lo ha calificado de “altamente irresponsable” en un extenso hilo en su cuenta de Twitter.
“Se ha afirmado que SARSCoV2 ha estado en circulación en Barcelona en marzo de 2019. Esto es notablemente inverosímil”, comienza asegurando Balloux, quien afirma que “toda la evidencia genómica disponible apunta a un origen del virus alrededor de noviembre de 2019 en China”.
El epidemiólogo asegura que hay “cierta incertidumbre” sobre “cuándo llegó el virus a Europa”. “Los primeros casos confirmados se remontan a diciembre de 2019”, indica Balloux, quien asegura que “el ARN de coronavirus se detectó en aguas residuales de Milán y Turín en diciembre de 2019, pero no antes”.
El experto considera “inestables” las “evidencias” del informe publicado por la Universidad de Barcelona. Según Balloux, “el estudio carece de control negativo”, “los métodos están mal explicados” y se basan en un método de detección (RT-PCR) que “puede ser propenso a errores”.
El científico lamenta que el trabajo publicado no incluya “ningún intento de confirmar que el ARN detectado por la RT-PCR sea de SARSCoV2 en lugar de algún otro coronavirus en circulación”. “Dicha confirmación es esencial y habría sido rápida, fácil y barata de realizar mediante secuenciación (parcial) del genoma”, añade.
Balloux se muestra muy crítico al final de su hilo con el informe de la Universidad de Barcelona: