Arranca el juicio contra Ana Julia Quezada por la muerte del niño Gabriel
La autora confesa del asesinato permanece sin esposas en la sala de vistas.
El juicio contra Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte de Gabriel Cruz, que se enfrenta a la pena de prisión permanente revisable por asesinato, ha comenzado a las 12:30 horas de este lunes en la Audiencia de Almería.
La letrada de la administración de Justicia llevará a cabo una lectura de los escritos de acusación y defensa, tras lo cual las partes personadas efectuarán una exposición inicial ante los miembros del jurado popular que decidirá en la causa.
A petición del letrado Esteban Hernández Thiel, que ha reiterado su oposición a la cobertura mediática, Quezada permanece sin esposas en la sala de vistas, tal y como ha autorizado la magistrada Alejandra Dodero.
Hecho esto, declarará la propia Quezada, que ha comenzado a llorar cuando la magistrada ha llamado al jurado, si bien su relato podría continuar mañana martes en el caso de que las partes no puedan concluir su interrogatorio en esta jornada.
Los nueve miembros del jurado (siete mujeres y dos hombres), así como dos suplentes (un hombre y una mujer), han sido seleccionados entre 36 posibles candidatos, quedando constituido tras los descartes de las distintas partes personadas en la causa.
Ana Julia Quezada ha sido conducida por agentes de la UPR de la Policía Nacional desde el centro penitenciario El Acebuche de Almería hasta el Palacio Provincial de Justicia, al que ha llegado sobre las 08:55 horas.
La acusada, vestida con una americana de color azul y pantalón blanco, ha podido acceder escoltada por agentes de la Policía Nacional sin incidentes, debido a que únicamente se encuentran en lugar medios de comunicación y ningún manifestante.
Se enfrenta a la pena de prisión permanente revisable por un delito de asesinato, así como diez años más de cárcel por sendos delitos de lesiones psíquicas a los padres del menor, que pide la Fiscalía.
Solicita también el pago de los 200.203 euros de los gastos generados en la búsqueda del menor, y además, en concepto de reparación del daño moral reclama 600.000 euros para los padres, 160.000 para la abuela materna y otros 170.000 por los gastos médicos en conceptos de lesiones psíquicas y secuelas.
La Fiscalía también solicita que Quezada, compañera sentimental del padre de Gabriel cuando el niño, de 8 años, murió en febrero del año pasado, no pueda comunicarse o aproximarse a menos de un kilómetro de los padres durante treinta años.
El escrito de calificación fiscal señala que el asesinato se produjo el mismo día de la desaparición del niño por “asfixia mecánica por sofocación al obstruir los orificios respiratorios de boca y nariz utilizando una fuerza desproporcionada con respecto a la del menor hasta vencer la resistencia de la víctima”.