Consejos para elegir tus quesos
El queso nació como el buen jamón ibérico de bellota: para disfrutarlo solo, acompañado o con tu mejor vino.
Hay quesos para todos los gustos, con variedad de formas, texturas, aromas y sabores. ¿Cuál es la mejor selección y cuáles son sus compañeros adecuados para comerlos? No lo sé, la verdad, yo tengo los míos que, si tú quieres son tuyos, pero puede que estos consejos básicos te ayuden a saber elegir los mejores quesos y ser un gran anfitrión.
Antes de comprar quesos a lo loco, o peor aún por Internet, o por sabios vendedores, hay que tener bien clara la ocasión y la estación natural de los quesos a elegir (temperatura y humedad afectan de forma distinta a los quesos, y más si vives muy lejos de donde se producen). Que haya mucha variedad de quesos en una tienda no implica que todos sean los ideales para tu ocasión, y no es lo mismo montar una tabla de quesos con otros manjares y chacinas, que planificar una experiencia “quesómana” con amig@s. No tiene mucho sentido preparar una orgía de quesos si después te espera una cena grandiosa, por poner un ejemplo. Empecemos por la cantidad por persona:
40-60g si es una tabla de postre o acompañamiento de un menú degustación. 60-140g si los quesos serán el gran protagonista de la velada. ¿Cuántas variedades, de qué tipo de leche procede, tipo de corteza, maduración, intensidad y cuál es su procedencia? Esa es una opción muy personal, y para gustos un botón. No a todos nos gustan los mismos sabores y texturas y hay decenas y decenas de variedades de quesos en el mundo.
Yo recomiendo 4/5 para iniciados, antes de la cena o almuerzo o postre. Y de 6/12 para los que amamos la leche y sus bacterias si es plato único con su vinazo. La temperatura de los quesos, de 10 a 16°C. El corte ideal sería rectangular para quesos tiernos o no excesivamente duros y en lascas para los mas maduros. Si compras quesos de tapa blanda y cremosos por dentro lo mejor es abrirlos por la “boina” y comer directamente de su interior. Se puede organizar por variedad de corteza o de menos a mayor acentuación en boca, es decir, de más suave a más intenso, siendo para mí el toque final ideal con un excelente queso azul o tipo torta del casar, y catándolos de izquierda a derecha para seguir un orden de apreciación. Para acompañarlos, para mí lo ideal es un buen pan rústico, fruta fresca de temporada, frutos secos muy “frescos” y, tal vez, un poco de mermelada casera. Y para beber es más complicado porque varía de cómo será tu tabla de quesos, pero si no quieres jugártela agua y Champagne nunca fallan.