Factura de la luz con Polonia de fondo: las claves del Consejo Europeo que arranca hoy
España consigue que se trate el precio de la energía, pese a la diversidad de escenarios en la UE, pero se teme que la crisis con Varsovia altere el debate.
El aumento constante de los precios mundiales de la energía encabezará la agenda del Consejo Europeo que se celebrará este jueves y viernes en Bruselas. A partir de las seis de la tarde de hoy será el momento de abordar este problema, un debate que es España quien pone sobre la mesa porque, aunque hay escenarios muy diversos en los Veintisiete, es quien más lo está sufriendo ya en el club comunitario.
Sin embargo, el desafió lanzado por Polonia al negar la preeminencia del derecho europeo sobre el nacional, el propio, negando uno de los pilares fundacionales de la Unión Europa, se va a colar forzosamente en la reunión de jefes de Gobierno. No está en el orden del día, pero es imposible que no se aborde la mayor crisis de alma y de futuro que tiene ahora mismo la Unión.
La luz, esa cruz
Varios países están pidiendo medidas especiales a nivel europeo para hacer frente a la crisis que afecta tanto a los hogares como a las empresas, ya muy tocadas por la crisis del coronavirus. Los países mediterráneos, liderados por España, piden soluciones excepcionales, como la compra conjunta de gas. Algo similar a lo que sucedió con las vacunas anti-covid, que tan buen resultado ha dado. Una medida excepcional ante una situación excepcional.
La Comisión, que calcula que los precios caerán a partir de abril, cuando pase el invierno en el hemisferio norte y previsiblemente Rusia empiece a bombear más gas a Europa a través del nuevo gasoducto Nord Stream 2, entiende que la situación debe de servir como acicate para acelerar el despliegue de renovables.
Bruselas no quiere que se vincule el precio del gas con las políticas climáticas europeas, ahora que empiezan a debatirse las leyes comunitarias para acelerar el recorte de emisiones en 2030, y la CE insiste en que el aumento del precio del CO2 en el mercado europeo de emisiones ETS representa sólo una parte “marginal” del problema, indica EFE.
Por ahora, el Ejecutivo comunitario, alineado con la postura que defiende Alemania, ha trasladado a los países las herramientas que tienen a su disposición con la legislación vigente en mano, como subvencionar a los consumidores pobres, y ha trasladado al medio o largo plazo debates de mayor calado que plantea España, como una revisión del mercado eléctrico o compras mancomunadas de gas para crear reservas estratégicas.
El dossier energético se ha debatido el último mes en tres consejos ministeriales europeos, en la Eurocámara y en una reunión informal de jefes de Estado y de Gobierno en Eslovenia, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se reunirá con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a partir de las diez de esta mañana, antes de la cumbre.
El borrador de conclusiones de la cumbre, al que ha tenido acceso Efe, mantiene la línea de la Comisión, aunque apunta a acelerar esa reflexión a medio y largo plazo a partir del próximo lunes en un Consejo extraordinario de ministros europeos de Energía programado en Luxemburgo.
“Técnicamente, seguro que es complicado porque no compran los estados, compran las empresas. Pero la creación de un pool que ofrezca una cierta garantía de compra para todos y que represente un volumen suficiente de cara a los países vendedores de gas es una buena idea. Quizás no se cubra todo, pero puede ayudar a crear una reserva mínima disponible para todos”, ha asegurado a Euronews Teresa Ribera, vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica de España.
Fuentes del proceso reconocen que el debate sobre la energía es “espinoso” y se espera “intenso”. España considera, pese al conservadurismo de sus pronunciamientos hasta ahora, que Europa se ha movido, aunque sus pasos aún sean insuficientes. Es una carrera de fondo, explican. La ambición del Gobierno en esta cumbre en máxima, haciendo énfasis en la preocupación social que causa este tema y en las consecuencias económicas para el mundo empresarial.
El elefante en la habitación
Aunque el resto del orden del día lo componen el coronavirus, el comercio internacional o la digitalización, Polonia tendrá un espacio asegurado en esta cita. Es el elefante en la habitación que no se puede eludir, suponiendo la crisis que supone y después de que en el pleno del Europarlamento, el martes, se produjera un choque serio entre los mandatarios polacos y los comunitarios.
Ayer mismo, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, anunció que va a llevar a la Comisión ante la justicia europea por no activar el nuevo mecanismo que condiciona la entrega de fondos europeos a respetar los valores del Estado de derecho pese a que lleva diez meses en vigor, una vuelta más de tuerca. Varsovia tiene pendiente la aprobación de los 36.000 millones que le corresponden del fondo de recuperación anticovid.
Varios países, entre ellos Holanda, quieren sacar el tema de conversación, aún no se sabe en qué momento, si en la reunión formal o en la cena de trabajo, pero no dejarlo pasar. Y otros, España entre ellos, entienden que hay otros cauces para tratarlo que no son el Consejo y que esta crisis puede acabar monopolizando la cita y restando importancia a temas esenciales para lo doméstico, como el de la luz.
Madrid apoya de forma total a la Comisión en esta pugna, defiende la primacía del derecho comunitario y pide que se espere a conocer la nueva respuesta al respecto del tribunal europeo.
Cumbre y calendario
Los líderes europeos abordarán la COP26, la cumbre mundial del clima que comenzará la semana que viene en Glasgow (Escocia, Reino Unido) y, según el borrador de las conclusiones, “urgirán a las grandes economías que aun no lo han hecho” a presentar sus estrategias para lograr la neutralidad climática en 2050.
Pedirán además una “rápida implementación” de la estrategia sobre el Indo-Pacífico que presentó en septiembre la Comisión Europea, con el objetivo de ganar relevancia en la región.
Los lideres prepararán, igualmente, la cumbre de diciembre con los países del partenariado oriental, Ucrania, Georgia, Armenia, Azerbaiyán, Moldavia y Bielorrusia, en la que no invitarán al presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, a quien acusan de enviar migrantes a la UE como represalia por las sanciones europeas a Minsk.
Fuentes europeas enmarcaron también en el ámbito de las relaciones exteriores la discusión que los líderes tendrán sobre comercio, en la que los Veintisiete discutirán si utilizar los acuerdos comerciales como herramienta para defender sus valores a nivel mundial. Entre ellos, interesante para España, está el refuerzo de las relaciones con Mercosur.
El coronavirus entra en la cumbre siempre desde que estalló la pandemia, como debate de control, y se hará repaso a los niveles de vacunación, aún desiguales y con España en cabeza, y se debatirán medidas de movilidad, en viajes entre países de la UE y con terceros.