El Congreso convalida la 'excepción ibérica' por amplia mayoría y con la abstención de PP y Vox
Un día después de que la Comisión Europea diera su 'ok' definitivo.
La ‘excepción ibérica’ ya es una realidad. El Congreso ha convalidado el real decreto-ley que regula su funcionamiento y que el miércoles recibió el visto bueno de la Comisión Europea. Lo ha hecho, este jueves, con el apoyo de la mayoría de partidos, entre ellos ERC y PNV, y la abstención del PP y Vox. En total, el Gobierno ha salvado su proyecto con 197 ‘síes’, 143 abstenciones y únicamente dos ‘noes’.
Esta limitación al precio el gas en el mercado eléctrico que España logró en el Consejo Europeo de marzo se empezará a aplicar el próximo martes, 14 de junio, cuando el mercado mayorista unifique los precios para el día siguiente en España y Portugal, con una reducción entre el 15% y el 20% en la factura de los usuarios con tarifa regulada y que estará vigente hasta el 31 de mayo de 2023.
Desde la Cámara Baja, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha definido el mecanismo como un “cortafuegos” para que el precio del gas, tras quintuplicarse su precio en el último año. La titular del departamento también ha aclarado que, desde ahora, la única electricidad que se pagará al coste del gas será la que se genere con gas natural.
La denominada ‘excepción ibérica’, permitirá fijar un precio medio de 48,75 euros por megavatio/hora (MWh) durante un periodo de doce meses, cubriendo así el próximo invierno, período en el que los precios de la energía son más caros. Inicialmente, el precio de referencia del gas se fijará en 40 euros/MWh durante los primeros seis meses, incrementándose en 5 euros/MWh al mes a partir de entonces, terminando en 70 euros/MWh para que haya una convergencia a la normalidad, frente al actual precio de referencia en el mercado de más de 100 euros/MWh.
Las protestas de PP y Vox
“La excepción ibérica no es un triunfo, es la manifestación inequívoca de un fracaso en política energética”, ha replicado el responsable de Energía del PP, Guillermo Mariscal, que considera el tope “una intervención radical del mercado”. Asimismo, ha advertido de un coste en compensaciones a las instalaciones con precio topado de 6.300 millones al coste actual del gas, y a 1.500 millones adicionales por cada aumento de 10 euros. “Ese es el resultado de su brillante negociación”, ha dicho.
Para Vox, el mecanismo para limitar el precio en estas centrales no deja de ser “un juego de trileros”, “un timo”, “un espejismo”, ha dicho su portavoz de Transición Ecológica, Mireia Borrás, poniendo en duda si, al final, no acabará provocando incluso un aumento en la factura: “Veremos en qué queda”.
La réplica del PSOE a la derecha y ultraderecha la ha dado el diputado Germán Renau, que ha afeado a ambas formaciones que “sus verdaderos deseos es que a España le vaya mal”. “Eso no es que les haga malos políticos, les hace malas personas”, ha dicho.
“Un paso que nadie se había atrevido a dar”
El representante de Unidas Podemos Juantxo López de Uralde ha celebrado el texto con un “sí se puede”. “Se pueden conseguir avances aunque nos digan que es imposible o Bruselas lo impide”, agradeciendo tanto a Ribera como a Sánchez su “esfuerzo” para lograr este tope, una reforma temporal que, en todo caso, cree que “se tiene que consolidar e ir más allá”.
Las felicitaciones al Gobierno también han llegado de otras formaciones que últimamente habían mostrado su desencuentro. PNV, Bildu o PDeCAT han aplaudido haber alcanzado un acuerdo que, aun señalando que es insuficiente, “visto en perspectiva no era fácil”, como ha apuntado el portavoz de los catalanes, Ferrán Bel.
“Es un paso, pero un gran paso que hasta ahora nadie se había atrevido a dar”, ha apuntado Idoia Sagastizabal, portavoz económica del PNV, que ha destacado cómo, desde que se anunció la medida, los mercados de futuros del gas se han estabilizado por debajo de la mitad de los de otros países.