Cómo los desplazamientos se están volviendo eléctricos y están salvando el medioambiente
La rutina diaria está apostando por la ecología.
Dos veces al día —coincidiendo con los horarios de entrada y salida del trabajo—, el mundo experimenta una enorme migración de personas: cientos de millones moviéndose en distancias que pueden abarcar desde unos pocos metros hasta cientos de kilómetros. Lo conocemos como desplazamiento y además de ser todo un reto logístico para un país, también es perjudicial para el medioambiente.
Todo esto está cambiando a medida que las innovaciones en el ámbito de la ecología descubren nuevas formas de reducir las emisiones y aumentar la eficiencia energética. Aquí recopilamos algunas medidas que están haciendo que los desplazamientos sean más ecológicos y se conviertan en una carga menos para el medioambiente.
Los trenes representan un método de transporte relativamente eco-friendly gracias a su capacidad para desplazar a cientos de pasajeros y a la utilización de la energía eléctrica a lo largo de Europa. Sin embargo, el diésel continúa siendo una parte importante del proceso, así como los esfuerzos por reducir la huella de carbono.
A finales de este año, Alemania lanzará el primer tren de pasajeros sin emisiones, el Coradia iLint. Utiliza hidrógeno para funcionar, emite únicamente los excesos de calor y agua condensados, y conseguirá alcanzar los 140 kilómetros por hora y una capacidad de almacenamiento que cubre casi 800 kilómetros. Como combustible, el tren consume residuos de productos de la industria química y almacena energía extra en baterías de litio. Construido por la compañía francesa Alstrom, países como Noruega, Dinamarca y Holanda también están dispuestos a subirse a bordo.
Otra novedad importante viene de la mano de la compañía italiana Greenrail. En lugar de dedicar todos sus esfuerzos a los trenes, se están concentrando en las vías. Las traviesas se fabrican habitualmente con cemento prensado y existen alrededor de 350 millones solamente en Europa. Su estructura rígida obliga a un mantenimiento constante y se reemplazan alrededor de 70 millones al año en todo el mundo.
Greenrail ha desarrollado una traviesa que combina cemento con neumáticos reciclados, aumentando su duración. Y eso no es todo: también han integrado en ellas un pequeño panel solar, así como tecnología que hace posible incluir energía cinética en el sistema, lo que genera electricidad gracias a la presión que ejercen los trenes cuando pasan por encima.
Hogar de los famosos autobuses rojos de dos pisos, no es una sorpresa que Londres esté liderando el camino en lo que se refiere a desarrollar una tecnología más ecológica para los autobuses. El año pasado, el alcalde presentó el primer autobús de dos pisos con cero emisiones que funciona con hidrógeno, utilizando una célula de hidrógeno y un paquete de baterías, proporcionando un rango de autonomía de 250 kilómetros. También ofrece un ahorro potencial del 75% frente a los autobuses de diésel tradicionales.
Actualmente, ya prestan servicio en la ciudad un total de 73 autobuses eléctricos, la mayor flota de Europa. Otras capitales como Nueva York, París, Madrid o Ciudad del Cabo están siguiendo el ejemplo, intentando eliminar los autobuses de diésel en 2025. Mientras, China continúa avanzando con su flota de autobuses eléctricos que ya alcanza los 170.000 en todo el país.
Las estrategias de fomento de las bicicletas tienen un impacto positivo en el medioambiente en muchas ciudades, pero en ocasiones las distancias pueden ser muy grandes para pedalear. Es aquí donde la bicicleta eléctrica puede marcar la diferencia.
Un buen ejemplo es la Air-33. Es ligera, plegable e incluye una batería de litio integrada y extraíble que se carga en dos horas y que asiste durante más de 56 kilómetros. Una pequeña pantalla de LCD te da acceso a toda la información que necesitas: velocidad, estado de la batería y distancia recorrida. Otras bicicletas eléctricas plegables son la Coyote Commute, con una batería de hasta 48 kilómetros, y la Volt Metro con un rango de más de 64 kilómetros, aunque también existen otras de paseo en la ciudad y específicas para la montaña.
Los coches, los 'chicos malos' del pasado de los desplazamientos, continúan su evolución y adaptación a las demandas del medioambiente. Los híbridos son ahora algo común en las carreteras. Mientras, la revolución de los coches eléctricos avanza poco a poco, y en los últimos cinco años las ventas de este tipo de vehículos alrededor del mundo han pasado de 50.000 a 700.000 al año.
Con los impuestos y las multas para evitar la congestión, las ciudades se están volviendo cada vez menos atractivas y las iniciativas para compartir coche eléctrico cada vez son más habituales. Por ejemplo, la compañía francesa Autolib' utiliza un servicio de subscripción que permite utilizar cualquier vehículo eléctrico de los cientos de puntos de carga que hay en París, todos fácilmente localizables a través de una aplicación móvil. Otros modelos similares incluyes DriveNow, que opera en toda Europa, Carma en San Francisco y blueSG en Singapur. Muchas otras están adoptando el concepto, reconociendo que este tipo de desplazamientos están destinados a ser lo habitual en las ciudades inteligentes del futuro.
Puede que no pienses en estas enormes bestias como vehículos para desplazamientos habituales, pero hoy en día la gente vuela a otras ciudades y países de forma regular, y los viajes de negocios son una parte fundamental de la aviación en general.
Teniendo en cuenta que los aviones son toda una esponja de gases, los avances en la tecnología verde son cruciales. Algunas compañías están trabajando con biocombustibles que sean compatibles con las estructuras existentes, pero que emiten entre un 50 y 80% menos de carbono.
Pero existen otras muchas maneras de mejorar y reducir la huella de carbono de la aviación: pinturas especiales para reducir los residuos de las alas y el fuselaje, lo que significa menos limpieza y, como consecuencia, el ahorro de agua. Se experimenta también con células de combustible para activar el funcionamiento de los sistemas electrónicos de la cabina y también nuevos materiales en la construcción de los aviones para hacerlos más ligeros y eventualmente más eficientes a nivel energético. Incluso se plantea la posibilidad de alas diseñadas de forma que obtengan energía a través de las vibraciones naturales en su estructura.
Electrify the World es una iniciativa de Nissan. Como pionera en vehículos eléctricos, Nissan cree en la necesidad de actuar ahora para un futuro más sostenible. Descubre más sobre estilos de vida inteligente y sostenibilidad.