Cómo actuar con los amigos que se burlan porque tienes "demasiado cuidado" con el coronavirus
Tienes todo el derecho del mundo a tomar las precauciones que consideres oportunas para proteger tu salud. No dejes que las críticas de nadie te impidan protegerte como desearías.
No es ningún secreto que la gente afronta de forma muy distinta la pandemia.
Así como muchas personas cumplen a rajatabla las recomendaciones de seguridad y se autoconfinan en la medida de lo posible, otras personas siguen quedando con sus amigos, formando parte de aglomeraciones y saltándose las restricciones.
Con estas divisiones, las discrepancias entre familiares y amigos no tardan en brotar, y la situación es especialmente dura para quienes sufren críticas por tener “demasiado cuidado” con el coronavirus.
Para empezar, ¿qué puedes hacer si te acusan de tener “demasiado cuidado”?Esto es lo que opinan los expertos en psicología:
“Mi consejo es que resistas el impulso de ponerte a la defensiva”, comenta la psicoterapeuta Meg Gitlin, de City Therapist. “No le repliques, dile que es verdad: ‘Tienes razón, estoy teniendo mucho cuidado. Todo el mundo está tomando las decisiones que creen convenientes para estar a salvo’”.
“No es necesario debatir quién tiene razón”, señala Diane Gottsman, autora de Modern Etiquette for a Better Life y fundadora de The Protocol School of Texas. “Tu forma de pensar siempre va a ser distinta de la de los demás. Puedes decir simplemente: ’Agradecería que respetaras mi decisión. Estoy teniendo mucho cuidado y así lo estamos haciendo en mi familia”.
Si te incomoda la forma en que un amigo gestiona su seguridad por la pandemia, no pasa nada por poner la relación en pausa, añade.
Además, debatir sobre quién está actuando mejor no va a cambiar el parecer de nadie, de modo que la brevedad es clave.
“El silencio tiene mucho poder”, comenta la terapeuta matrimonial y familiar Saniyyah Mayo. “A veces intentar explicar algo hace que te frustres cuando ves que la otra persona no tiene intención de cambiar de opinión, y eso afecta negativamente a tu salud mental. En esos casos, lo mejor es no hacer nada”.
“Cuando mantengas estas conversaciones, intenta recordar que a todos nos cuesta definir cómo nos sentimos más cómodos y que no todos nos sabemos expresar correctamente”, explica Gitlin.
“Un mecanismo de defensa que utiliza la gente cuando afronta la incertidumbre es juzgar a otras personas”, asegura. “Cuando alguien viene en actitud criticona, probablemente esté proyectando su propia frustración por la situación que le está tocando vivir, no tanto por tu decisión”.
Si sientes el impulso de tomarte de forma personal las burlas de otra persona por tener tanto cuidado con el coronavirus, piénsalo un minuto y despersonaliza la emoción. Lo más seguro es que no seas la única persona a la que se lo dice.
No es necesario que perdones a quienes ignoran las medidas de seguridad más básicas contra el coronavirus, pero sí puedes intentar comprender los motivos de su actitud.
Craig A. Knippenberg, psicólogo y autor de Wired and Connected, recomienda decir algo como: “Valoro mucho que quieras pasar más tiempo conmigo, a mí también me pasa”.
“Así validas el sentimiento de pérdida de la otra persona por culpa del virus”, prosigue. “Hablar de vuestro sufrimiento por no veros puede hacerle un gran bien a vuestra amistad. Si es necesario, argumenta con lógica tu decisión de no quedar. Tal vez porque tienes un familiar de riesgo, porque trabajas de cara al público y no quieres arriesgarte a expandir el virus, porque aún no ha salido la vacuna...”.
Es importante que recuerdes que tienes todo el derecho del mundo a tomar las precauciones que consideres oportunas para proteger tu salud en medio de una pandemia. No dejes que las críticas de nadie te impidan protegerte como desearías.
Knippenberg recomienda argumentar algo como: “Ya sé que todos tenemos una forma distinta de ver la pandemia, pero decidir qué medidas de seguridad voy a tomar por mí y por mi familia es cosa mía”.
Si hay confianza y buen ambiente para entrar en detalles, puede ser positivo mantener una charla para explicar tu razonamiento.
“Pregúntate a ti mismo por qué sientes la necesidad de explicar tus decisiones”, aconseja Mayo. “Si lo haces para instruir a otra persona, ten en cuenta qué tipo de público es. Si de verdad le interesa conocer tus motivos, puede ser una conversación productiva”.
“También puedes argumentar que solo estás siguiendo los consejos de los expertos en salud y rematar con un: ‘Prefiero pasarme de prudente que no llegar’”.
Si quieres mantener tu relación con la otra persona y seguir socializando de forma segura, busca una solución que os funcione a ambos.
“Ofrécele alternativas seguras”, sugiere Knippenberg. “Este año habrá muchas familias aisladas que se verán por videollamada o que se autoconfinarán 10 días antes de reunirse. Recuerda: no politices la quedada. Es una cuestión de salud”.
“La gente dice: ‘Yo tomo mis decisiones y no me puedes juzgar por ello’, pero lo cierto es que siempre va a haber alguien que te critique”, sostiene Jodi R.R. Smith, presidenta de Mannersmith Etiquette Consulting.
“Ya sé que la gente me va a juzgar por todo lo que haga en público. No pasa nada, así somos los seres humanos. Pero los comportamientos tienen consecuencias y siempre puedes preguntarte si quieres que esa persona forme parte de tu círculo social”, añade.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.