Las claves del arresto de Puigdemont: así están las cosas y estos son los pasos por dar
El expresidente catalán fue detenido este jueves en Cerdeña (Italia).
Es su tercer arresto desde su marcha de España, en octubre de 2017. Tras los de Bélgica y Alemania, el expresident de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, afronta una nueva detención, esta vez ordenada a su llegada Cerdeña (Italia). Muchas son las incógnitas que rodean este proceso, más que las certezas. Después de meses en los que el nacionalista se ha movido por Europa con pies de plomo, midiendo muy bien sus salidas de su residencia de Waterloo (Bélgica) para dar conferencias o participar en actos precisamente para no afrontar problemas con la justicia, ahora se ve entre rejas y a la espera de si se le extradita a España.
¿Cómo ha sido el arresto? ¿Por qué ahora? ¿Qué cambia el hecho de que sea en Italia? ¿Qué alega su defensa? ¿Qué pasos quedan por delante? Estas son las claves de una nueva polémica, a una semana se que se cumplan cuatro años del 1-O.
Puigdemont, detenido
Puigdemont fue arrestado este jueves en Cerdeña, a raíz de la orden europea de detención y entrega cursada por el Tribunal Supremo español por un delito de sedición y que nunca ha dejado de estar vigente en estos años.
El expresident catalán se desplazó desde Bruselas a la localidad de L’Alguer, en Cerdeña, donde iba a participar en un encuentro internacional organizado por la asociación Adifolk, junto a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, y la consellera de Acción Exterior de la Generalitat, Victoria Alsina.
La oficina de Puigdemont informó anoche de que a su llegada al aeropuerto fue “retenido por la policía fronteriza italiana” y este viernes a primera hora “será puesto a disposición de los jueces de la Corte de Apelación de Sassari, la competente para decidir la puesta en libertad o su extradición”.
Curiosamente, Puigdemont viajó sin ser detenido el sábado pasado al sur de Francia, a Prats de Molló, para participar en un acto donde recibió la Medalla Carrasco i Formiguera que entrega la formación independentista Demòcrates de Catalunya.
La euroorden: plazos y vigencia
La euroorden por la que ha sido detenido fue dictada por el juez instructor de la causa del procés en el Supremo, Pablo Llarena, el 14 de octubre de 2019, cuando el Supremo condenó por sedición a los líderes del proceso soberanista catalán que se pusieron a disposición de la justicia.
Ese día, Llarena reactivó las órdenes de detención contra Puigdemont y el resto de los huidos al extranjero y, desde entonces, no se han desactivado, aseguran las fuentes consultadas por medios como EFE y RTVE.
Todo ello, a pesar de que Llarena presentó una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea para aclarar si podía actuar o no contra Puigdemont, una vez que las autoridades belgas rechazaron entregar al exconseller Lluís Puig.
El TJUE admitió a trámite esa cuestión el 4 de mayo, pero aún no ha resuelto, y entre tanto, el pasado 30 de julio, el Tribunal General de la UE retiró al menos provisionalmente la inmunidad a Puigdemont y a los otros dos eurodiputados de JxCat, Antoni Comín y Clara Ponsatí. Fueron elegidos como tales en las elecciones europeas de 2019.
Lo que ha hecho Italia ahora es ejecutar una orden que estaba vigente, como podía haber hecho cualquier otro país desde la retirada de la inmunidad parlamentaria, dicen las fuentes citadas por EFE.
De momento, y con el debate de si la euroorden está o no suspendida, como alega la defensa del exmandatario, no existe comunicación oficial de las autoridades judiciales italianas al Supremo, que la esperan a primera hora de la mañana de hoy.
El juez Llarena ha enviado la orden a la Justicia italiana, que podría acceder a la extradición si la comparativa entre legislaciones se presta a ello, en base al principio de reconocimiento mutuo en el seno de la Unión Europea.
En su oficio, el juez del Supremo asegura que la euroorden está activa.
Está por ver también si hay algún tipo de cambio en la catalogación de los delitos por los que se busca a Puigdemont. Además de la malversación de bienes públicos y la desobediencia, se hablaba de rebelión, pero finalmente sus compañeros juzgados por el procés lo fueron por sedición, un delito que no incluye violencia.
Los pasos desde hoy
¿Qué puede pasar ahora, pues? Lo primero es que un tribunal de la isla italiana de Cerdeña deberá resolver en los próximos días si inicia los trámites para extraditar al líder independentista -que, en todo caso, se prolongarían varias semanas- o, por el contrario, procede a su puesta en libertad, como ya han pedido sus abogados.
Eso se decidirá este sábado, ya que el juez ha acordado aplazar la declaración del expresident tal y como ha pedido su defensa. De momento, Puigdemont ha quedado en libertad con la única medida cautelar impuesta de no abandonar la isla.
Lo primero que tendrá que resolver la Corte de Apelación de Sassari es si se declara competente para entender del caso. Los abogados de Puigdemont le harán saber que existe un procedimiento abierto en el Tribunal de Justicia de la Unión (TJUE) para decidir si se le devuelve la inmunidad como eurodiputado y lograr con ello parar los trámites de su posible entrega a España. De hecho, así lo solicitó el propio expresident entre otras medidas cautelares, pero los magistrados europeos rechazaron a finales de julio anticipar cualquier tipo de actuación en ese momento.
Lo que sí hizo el Tribunal de la UE fue avisar a Puigdemont de que si el perjuicio alegado era lo suficientemente probable o corría riesgo de materializarse -esto es, su detención durante un viaje como eurodiputado– podría poner otra demanda. El tribunal mencionó, en concreto, el caso de que fueran detenidos o se llevara a cabo alguna actuación dirigida a entregarlos a las autoridades españolas. Estamos en ese supuesto. Así que Puigdemont podrá solicitar otra medidas cautelares al Alto Tribunal comunitario, con el fin de recuperar su inmunidad como eurodiputado y parar su extradición a España. Es lo que parece más probable.
Ya el pasado mayo, recurrió a la Justicia europea la decisión del Europarlamento de suspender su protección parlamentaria para que pudiera ser juzgado en España. El Tribunal europeo está aún examinando el recurso, aunque en julio le negó las medidas cautelares que solicitó para recuperar la inmunidad parlamentaria mientras se resolvía el caso.
A partir de este viernes, cuando el juez italiano se ponga en contacto con el Supremo español, se abrirá el expediente por el cual se va a resolver la entrega o no de Puigdemont a España. Llegados a ese punto, pueden pasar dos cosas: que el expresidente acepte voluntariamente ser entregado a España, lo que acortaría los plazos pero no parece muy probable, o que se niegue a hacerlo. En este caso, se abriría lo que se llama un “procedimiento contradictorio”, en el cual se defendería de las acusaciones españolas y el Supremo tendría que exponer de nuevo las razones por las que lo reclama.
Lo que dice su defensa
El abogado Gonzalo Boye, al frente de la defensa de Puigdemont y que le ha estado asesorando en estas últimas horas junto con un equipo de letrados italianos, sostiene que la detención ha dado lugar a una situación “bastante estúpida”. “Se está poniendo en riesgo la cooperación jurídica del Estado español con el resto de países europeos”, ha advertido en Tv3.
Afirma que Puigdemont está “absolutamente tranquilo”, porque confía en las “garantías del derecho de la Unión”. “Sabe lo que estamos haciendo, por qué fue a Italia y qué garantías le permite el derecho de la Unión”, añade. Defiende que su defendido ha sido víctima de una “detención policial por una orden fraudulenta respecto al derecho de la Unión” que, a su parecer, se ha mantenido en vigor a pesar de que no podía estarlo.
El letrado ha subrayado que así lo “garantizó” el Reino de España en su respuesta al Tribunal General de la Unión Europea, cuando el pasado 31 de julio resolvió retirarle la inmunidad porque el Supremo tenía suspendidas las euroórdenes que dictó contra él. “Si el Supremo tiene otra voz distinta a la del Reino de España va a tener un problema, porque el Tribunal no lo va a permitir”, concluye.
La detención del dirigente catalán se da en un contexto complicado para Junts, después de quedarse fuera de la última reunión de la llamada mesa de diálogo con el Gobierno de Pedro Sánche,z y con un cisma importante abierto con ERC en el seno del Govern. No es el mejor momento para el cierre de filas.
Los arrestos previos
En 2018, Puigdemont fue detenido en Alemania cuando entraba en coche en el país, vía Dinamarca. El tribunal germano, entonces, se negó a ejecutar la orden europea de detención y entrega porque no reconocía el delito de rebelión por el que se le buscaba.
En 2019, esta vez voluntariamente, pasó una noche detenido en la fiscalía de Bruselas, donde fue para responder sobre la euroorden. Técnicamente fue detenido, pero el juez lo dejó libre, aunque le impuso algunas medidas, como no salir del país sin ponerlo en su conocimiento o su permiso y comunicar un domicilio, que sigue siendo el mismo desde que se estableció en Bélgica, en la ciudad de Waterloo.