Cataluña tiene "sobre la mesa" un confinamiento de fin de semana
Por ser el momento en el que hay “más interacción social”.
La consellera de la Presidencia, Meritxell Budó, ha admitido este lunes que tiene “sobre la mesa” la posibilidad de decretar un confinamiento de fin de semana, que es el momento en que hay “más interacción social”.
En declaraciones a Catalunya Ràdio, Budó ha explicado que el Govern “irá viendo qué medidas debe ir tomando” en función de cómo evolucionen los datos epidemiológicos, aunque ha remarcado que hay que intentar “evitar el confinamiento total” que se aplicó en marzo.
En cambio, un confinamiento de fin de semana sí “es un escenario que está sobre la mesa” del Govern, ya que sábado y domingo “es cuando hay más interacción social”.
“Hemos de explorar diferentes escenarios, y uno de ellos podría ser este, es una opción que está contemplada”, ha insistido Budó, que ha hecho hincapié en la necesidad de “reducir la interacción social”.
Budó ha destacado que la primera noche de toque de queda en Cataluña “parece que ha funcionado” gracias a la “responsabilidad” de la gente.
Sobre el decreto de estado de alarma impulsado por el Gobierno de Pedro Sánchez, ha opinado que “se ha quedado corto” porque “limita las decisiones que como gobierno de Cataluña podemos tomar”.
Por ejemplo, el Govern no puede “dictar la obligatoriedad del teletrabajo” o imponer un “confinamiento domiciliario” de manera “unilateral” porque el decreto no le da “toda la cobertura jurídica para poder tomar todas esas decisiones sin ir a pedir la autorización” de los tribunales o del Gobierno español.
El riesgo de rebrote, disparado
La epidemia sigue propagándose sin control en Cataluña, donde han diagnosticado 4.167 nuevos positivos de COVID en las últimas 24 horas y ha añadido 25 fallecidos a la lista de víctimas, mientras siguen creciendo los hospitalizados, que ya son más de 2.000, 347 de ellos en la UCI, cinco más que este domingo.
Según los datos epidemiológicos actualizados este lunes por el Departamento de Salud, la incidencia acumulada de casos en los últimos 14 días (IA14) es de 572,2 por cada 100.000 habitantes, 38 casos más que la víspera, y más del doble que a principios de octubre.
El riesgo de rebrote (EPG), que mide el índice de crecimiento potencial de la epidemia, se ha situado en 841, casi el doble que el máximo en la primera ola, que fue de 454 el 20 de marzo, y 53 puntos más que ayer, cuando se considera riesgo alto a partir de 100.
El único dato que se mantiene estable con respecto a ayer es la velocidad de reproducción de la enfermedad, que se mantiene en una Rt de 1,53, es decir, que cada 100 infectados contagian a 153 personas.
Los datos no mejoran como esperaban los epidemiólogos al cumplirse diez días del cierre de bares y restaurantes en toda Cataluña.
La tensión en los hospitales continúa creciendo con 2.017 pacientes con COVID ingresados, 132 más que ayer, de los que 347 están graves en la UCI, cinco más que la víspera, un número similar a los enfermos de coronavirus que estaban en la UCI el pasado 12 de mayo, y que ya representan el 38 % del total de las camas de críticos habituales que hay en Cataluña (915).
En la última semana, del 16 al 22 de octubre, han ingresado en las UCI 300 personas, el doble que la semana del 2 al 8 de octubre, mientras que también se ha duplicado el número de fallecidos en una semana (177) con respecto a principios de este mes y ha situado la mortandad de la enfermedad en números similares a los que se registraban a mediados de mayo.
Desde el inicio de la pandemia, han fallecido en Cataluña 13.819 personas, 25 de ellas notificadas las últimas 24 horas, y el número total de contagiados asciende a 235.037, de los que 4.167 han sido diagnosticados desde ayer.
El Barcelonès, la comarca más poblada y densa, tiene un EPG de 809, con una velocidad de transmisión de la enfermedad (Rt) de 1,46, mientras que en la ciudad de Barcelona el EPG se ha situado en 728, con una velocidad de transmisión del virus (Rt) de 1,43.