Carolina Bescansa: “Podemos ha cambiado mucho y España, también”
Entrevista a la diputada y candidata en las primarias en Galicia: “No hablo con Iglesias desde el verano, en Podemos nadie pide permiso”.
Desde este jueves los inscritos en Podemos Galicia pueden votar para elegir a su nuevo líder. Y Carolina Bescansa, una de las fundadoras del partido morado, ha decidido dar el salto. La que fuera una de las manos derechas de Pablo Iglesias está ahora enfrentada a la dirección desde que se filtrara su supuesto plan para descabalgarlo de la Secretaría General. Ella sigue negando la autoría de ese documento.
Alejada del poder de la dirección en Madrid, quiere ser la nueva secretaria general de Podemos en Galicia y liderar la época post-Feijóo. Lo ha pasado mal, reconoce, en los últimos meses, pero muchos compañeros la han animado a luchar por este puesto. Avisa de que no tiene que pedirle permiso a nadie para sus aspiraciones y le toca competir contra el diputado Antón Gómez-Reino.
¿Por qué da este paso?
Mucha gente en Podemos Galicia me lo pide, siento que allí nos jugamos muchas cosas ahora mismo, me han convencido de que puedo ayudar a abrir la etapa post-Feijóo, es algo que ha estado siempre en la recámara y ahora tengo la posibilidad de hacerlo.
Galicia es la única comunidad de España en la que gobierna un partido con mayoría absoluta. ¿Cree que puede de verdad revertir ese resultado? ¿Es una comunidad de derechas?
El PP tiene mayoría absoluta en el Parlamento de Galicia, pero no en la sociedad. En Galicia hay un proceso destituyente que se viene expresando desde el 15-M de manera reiterada, en movilizaciones por la defensa de la sanidad pública gallega, durísimamente atacada por los gobiernos de Feijóo, y contra las agresiones medioambientales que se han intentado llevar a cabo. En definitiva, hay una mayoría social en Galicia que reivindica cambio. La cuestión es cómo conseguimos que se convierta en mayoría política e institucional.
¿Seguirá como diputada en el Congreso?
Creo que ayudo más al proceso de cambio siendo secretaría general de Podemos en Galicia y diputada en el Congreso, que siendo únicamente líder en la comunidad. En caso de que no ganase, me gustaría que mi contrincante hiciera lo mismo.
El líder de su partido dijo que le extrañaba que, llevando usted veinte años en Madrid, decidiera ahora presentarse en Galicia.
Lo primero que me gustaría aclarar es que no llevo veinte años en Madrid, sino por el mundo como tantos gallegos y gallegas. Mi biografía es muy común en Galicia, y creo que este proceso va de la construcción de un futuro para la comunidad y no se resuelve en Madrid. Creer en la plurinacionalidad, como creemos que Galicia es una nación y España una nación de naciones, implica respetar la autonomía de los procesos en cada uno de los territorios y dejar que los inscritos decidan quién dirigen Podemos en Galicia.
Se han hecho muchas interpretaciones sobre este paso suyo, desde que está buscando allí su hueco porque en Madrid no lo tiene hasta que quiere volver a asaltar la dirección nacional de Podemos desde la 'baronía' de Galicia.
A veces parece mentira que, estando todos en el mismo país, nos conozcamos tan poco. En Galicia hay una oportunidad de cambio, hay unas alcaldías que lo vienen demostrando desde 2015. Hay una voluntad de empezar una etapa post-Feijóo y hay un equipo que sabe cómo hacerlo, podemos hacerlo. Hay que aprovechar este espacio de cambio y no va durar muchos años. Si yo puedo ayudar, ahí voy a estar.
Por lo tanto, ¿se descarta para ser secretaria general de Podemos en el futuro?
No es el debate que está sobre la mesa. Insisto, es una falta de respeto con los inscritos que intentemos leer este proceso de asamblea ciudadana en clave nacional. Quiero hacer un llamamiento a la participación.
Fue una de las fundadoras de Podemos, ¿cómo es hoy el partido en octubre de 2018?
Es una fuerza política muy diferente a la que nació. Pero eso lo sabíamos, lo esperábamos y lo deseábamos. Nacimos para traer el cambio político a las instituciones y hemos tenido que hacer muchas cosas muy deprisa. Eso nos ha llevado a cometer muchos aciertos pero también algunos errores. Podemos ha cambiado mucho, pero afortunadamente España también.
Podemos está apoyando al Gobierno del PSOE. Esa era una de sus tesis desde hace tiempo, un mayor colaboración con los socialistas mientras que, desde otros sectores de Podemos, eran más reacios....
Lo que planteamos desde un principio es que teníamos que colaborar para poner en marcha medidas que ayudasen a las mayorías sociales. Eso nunca tuvo nombres ni apellidos ni siglas de partidos. Esto tiene nombre de incremento del salario mínimo interprofesional, derogación de las reformas laborales, las reivindicaciones de la PAH, protección del medio ambiente y cambio del modelo productivo. Para esas tareas no sobra nadie.
¿Veremos un Gobierno de coalición en las próximas elecciones generales?
No me cabe duda.
¿Se arrepiente de aquella filtración por Telegram del plan para desbancar a Pablo Iglesias?
No tengo nada de lo que arrepentirme porque nunca he reconocido la autoría. No soy la autora de ese documento, nunca he defendido que asumiese las tesis de lo que allí estaba. Lamento mucho la campaña de desprestigio que se articuló, que algunas personas creo que aprovecharon para construir sobre mí. Espero que mi comportamiento anterior a ese documento y posterior desmienta con el paso del tiempo las graves acusaciones que se han vertido sobre mí.
¿Lo pasó mal personalmente?
Claro, mucho.
¿Se llegó a plantear dejar la política?
No. La política no se deja nunca, se puede dejar la institución. En Podemos sabemos mucho de las zancadillas que nos han puesto desde el primer momento. Hemos sido golpeados desde el primer instante, desde que alguien pudo creer que podíamos ganar el Gobierno del país. No descarto que, cuanto más avanzamos, ahora en Galicia que estamos acumulando mucha ilusión y fuerza, puedan llegar ataques duros y las campañas muy fuertes. Forma parte lamentablemente de la vida política en España.
Usted es una de las grandes especialistas en encuestas, ¿qué pasaría hoy si se abriesen las urnas en España? ¿Qué radiografía hace?
Es muy difícil de prever. Pero estoy segura de que hoy en España hay muchas más personas de las que había que van a decidir su voto en función de la valoración que en ese momento hagan de los partidos que van a concurrir. Eso que antiguamente se llamaba el suelo de los partidos, que ha permitido al PP y al PSOE hacer todo tipo de fechorías, es cada día más bajito y más pequeño. Cada vez hay más millones de personas que deciden en función de lo que ven y escuchan.
¿Podemos puede llegar a tener algún día una mayoría social en unas elecciones?
No me cabe duda. Creo que Podemos ya tiene la mayoría social en las calles...
¿Pero en los votos?
Ahora tenemos que tener las instituciones, es en lo que hay que trabajar.
Vemos un fenómeno en las encuestas: desde la llegada de Sánchez a La Moncloa está subiendo el PSOE en los sondeos, hay fuga de votos en Podemos.
Ahora parece que hay otro reflujo. Insisto en que es muy difícil ahora hacer un pronóstico electoral, estamos asistiendo a tasas altas de volatilidad, que tiene que ver con este final del suelo de los partidos.
Si llega a ser secretaria general de Podemos en Galicia, ¿cuál sería su primera medida? ¿Su primera llamada?
Lo primero es convocar una gran conferencia política en Galicia entre diciembre y enero y llamaremos a las universidades gallegas, los centros de investigación y desarrollo de información, a los sindicatos, al tercer sector y a las empresas a construir entre todos una ruta para modificar el modelo productivo y un nuevo mercado de trabajo con mayor calidad y cualificación.
Hablábamos que los pactos son inevitables, ¿qué líneas rojas tiene para acordar para llegar a la Xunta? ¿Con quién pactaría y con quién no?
Tenemos muchos aliados en Galicia, las fuerzas del cambio son muy plurales, más de las que existen en el conjunto de Estado. Empezamos mal si hablamos de líneas rojas, tenemos que poner sobre la mesa los elementos en los que vamos a hacer hincapié.
Por ejemplo, ¿con Ciudadanos estarían dispuestos a pactar?
Me temo que tienen muy difícil entrar en el Parlamento.
Un fenómeno que se aprecia estas semanas es una subida en las encuestas del partido de ultraderecha VOX. ¿Tiene miedo a que aparezcan en las instituciones?
Lo que más miedo me da es que el PP de Pablo Casado y Feijóo decidan competir con VOX.
¿Le gusta el Gobierno de Sánchez?
Creo que estamos desde Podemos logrando ciertos compromisos con el Ejecutivo para empezar a revertir algunos de los daños más graves desde la crisis. Pero todavía queda, en primer lugar, aprobar esos presupuestos y luego implementarlos. Vamos en el buen camino.
¿Qué le parece su rival en las primarias? ¿Estaría dispuesto a integrarlo posteriormente?
Por supuesto, todos somos compañeros. Respeto a todos a los que se presentan, y me alegro que siempre exista más de una candidatura.
El ciclo electoral arrancará el 2 de diciembre en Andalucía. Tanto PP como Ciudadanos han dicho que no van a apoyar a Díaz, entonces sólo le quedaría Podemos. ¿Haría bien Teresa Rodríguez en apoyar a la candidata del PSOE?
Eso lo tienen que decidir los andaluces, y además habrá mecanismos para darle la voz a los inscritos. Pero me cuesta mucho creer que la fuerza política de Díaz, responsable de buena parte de las condiciones de precariedad y marcado por la corrupción y el clientelismo, va a ser capaz de liderar el cambio en Andalucía. Solo hay un camino: el de Adelante Andalucía, que Rodríguez lidera con éxito. La sociedad sabe que el cambio pasa por ahí.
Fue unas de las voces que hizo una reflexión más crítica con su partido después del 21-D y sobre cómo se había llevado el tema catalán. ¿Están perdiendo electores por apoyar un referéndum en Cataluña?
El tema va mucho más allá del cálculo electoral. En España existen dos problemas diferentes: existe una crisis política en Cataluña que corresponde al sistema de partidos y los responsables políticos y otra que es la territorial española. Si no damos los pasos a través del cambio constitucional para resolverlo y creamos otra España para integrarse territorialmente, seguirá ahí como un elefante al que nadie ha tocado.
Habrá elecciones municipales el 26 de mayo. Los ayuntamientos del cambio fueron la gran bandera de Podemos en su entrada en las instituciones. Manuela Carmena se ha desvinculado de la marca para concurrir al Ayuntamiento de Madrid el año que viene e irá en una plataforma transversal. ¿Resta hoy esa marca Podemos?
No lo creo. Carmena siempre ha subrayado mucho su perfil de mujer independiente. Podemos no es un fin en sí mismo, es una herramienta del cambio. La utilizaremos con más o menos visibilidad en función de su utilidad y no por su vistosidad.
Después de la crisis en su partido, ¿la han tentado desde otras formaciones?
Ja, ja, ja. No. Me siento fundadora de Podemos, no la única. No creo que la fundásemos cinco personas, sino cincuenta. En realidad, 500, 5.000 o 50.000. Todas las personas que el primer día que se dio el paso en el último pueblo o en la última aldea dijo que también quería formar parte de la historia del país y cambiarla.
¿Desde cuándo no habla con el señor Iglesias?
Desde este verano. Esta pregunta me resulta ya agotadora.
Es el líder de su partido...
Es agotador porque estamos en un proceso muy importante para Galicia. Tiene poco que ver cuál es el volumen de llamadas telefónicas en este sentido. Podemos es de todas nosotras, un espacio colectivo y horizontal, lo construimos entre todas. Por tanto, estamos empoderadas y somos lo suficientemente fuertes como para dar los pasos que hagan falta. En Podemos nadie pide permiso.
¿Y si fuera la presidenta de la Xunta cuál sería su primera medida?
Reunir a todos los grupos parlamentarios y plantearles una pregunta: ¿cómo vamos a cambiar el modelo productivo? Intentaría tener un debate o una discusión más alejada de los focos.