Carnet de la patria para 15 millones de venezolanos
15 millones de venezolanos han recibido su carnet de la patria. Con este carnet, los venezolanos son elegibles para recibir beneficios del Estado. Las bolsas de comida subsidiadas, llamadas CLAP (Comité Local de Abastecimiento y Producción), son uno de los tantos beneficios a los que tienen derecho los poseedores de dicho carnet. Los ciudadanos que deseen beneficiarse de alguna subvención estatal, sea una pensión, una beca o una vivienda, deben anexar a su solicitud, el número del Carnet de la Patria. Una tarjeta de plástico de mejor calidad que el DNI venezolano.
Cabe destacar que las bolsas CLAP contienen alimentos importados de México y Nicaragua, y que hasta el momento, no son el resultado de la producción nacional. Las bolsas de comida subsidiada son distribuidas por los Consejos Comunales. Una especie de asociación de vecinos, que tiene atribuciones especiales, regida por una Ley, que los autoriza a recibir financiamiento. Los Consejos Comunales tienen suficiente poder para decidir a quién le corresponde recibir los beneficios del Estado. Los miembros de los Consejos Comunales conocen a sus vecinos. Los miembros de los Consejos Comunales son a su vez miembros del partido de gobierno, aunque existen excepciones. Sin embargo para ser privilegiado, es fundamental, ser simpatizante del partido gobernante.
El presidente Nicolás Maduro, anunció en uno de sus discursos en cadena nacional, que para votar este domingo en las elecciones a una Asamblea Nacional Constituyente, el ciudadano deberá presentar su carnet de la patria, y éste será escaneado. De esta manera se conocerá quiénes son los tenedores de un carnet que votan en las elecciones y quiénes se abstienen.
La conclusión es obvia: el gobierno venezolano coacciona a los ciudadanos con fines políticos. Así como lo ha hecho con los empleados públicos, obligándolos a participar en las manifestaciones a su favor y despidiendo de su trabajo a los que se han manifestado en su contra. A tal punto, que existen denuncias ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El ciudadano que se abstenga de votar en las elecciones este domingo 30 de julio, corre el riesgo de ser discriminado, apartado de la lista de "privilegios", que por derecho le corresponde.