Carlos Alcaraz: retrato del adolescente que mira a la historia cara a cara
El jovencísimo talento del tenis español llegó hasta los cuartos del US Open. Su equipo cuenta cómo es este murciano de 18 años.
Carlos Alcaraz (El Palmar, Murcia, 2003) podría ser cualquier otro chaval de 18 años. Ambición, naturalidad, acné... Solo le separa un detalle: que es muy bueno con la raqueta. Tanto, que ya ha hecho historia en el tenis mundial al llegar a los cuartos del US Open, el más joven en más de medio siglo. Tiene todo el futuro por delante y un nombre no escapa en la comparación de talentos precoces, el de Rafa Nadal. El futuro dirá. Aunque sus problemas físicos le han obligado a abandonar el último ‘Grand Slam’ de la temporada, será, para él, el primero de muchos, advierten los que le conocen.
El teléfono de la escuela de tenis de la Real Sociedad Club de Campo de Murcia “echa humo”. Cuesta varios intentos que la línea no esté ocupada. Cuando descuelgan al otro lado, esperan el motivo de la llamada. Están emocionados con su pupilo, que es hijo del director de la escuela. En su equipo aparece Alejandro Sánchez, preparador físico y uno de los grandes apoyos de Alcaraz Habla de él como de dos personas, “una a nivel tenístico, muy adelantado a su edad, y otra a nivel de calle, muy común, muy de tener 18 años”.
Ante un talento como el del murciano, la tarea de su equipo se multiplica. Enseñar tenis, trabajar el físico y, tan importante como lo anterior, cuidar el apartado psicológico. Que no se lo crea demasiado. Su entrenador, el extenista Juan Carlos Ferrero, ya sabe lo que es el éxito y, especialmente, el éxito temprano en una carrera en la que llegó a ser número 1 del mundo. Por ello, ante la joven promesa realidad del tenis español se obligan a “restar importancia a lo que va logrando para que no se descentre”, aunque internamente la emoción les embarga, como confiesa Alejandro.
Su transformación en las pistas le hace pasar de un chaval más de 18 años que juega a la play, tira de redes sociales y que tiene “sus cosillas...” a un jugador arrollador. “Tiene mucha personalidad y eso le lleva a desarrollar un tenis un tanto agresivo, con mucha velocidad, especialmente en su derecha”. Sin embargo, explica el preparador, la principal ventaja de Carlos es que “dispone de muchos recursos y eso le marca la diferencia con otros rivales”.
Hoy ocupa el 55º lugar de la lista ATP tras sus primeras exhibiciones en el campo profesional, pero su definitiva eclosión en las pistas de Flushing Meadows le hará subir muchos puestos a partir del lunes.
Estudiante de Bachillerato, cuentan de él que ha llevado sus estudios siempre en su curso natural por edad. Ahora su situación ha cambiado algo, con un programa adaptado para que estudie a distancia mientras compite en el circuito ATP. “Saca tiempo como puede; se le planteó un programa distinto para alargar un poco este ciclo. El Estado está fomentando este tipo de planes de estudio para deportistas y es muy bueno para ellos”, detalla Alejandro Sánchez.
Murciano de pro, Carlos pasa de lunes a viernes en la academia de tenis, con dobles sesiones físicas y tenísticas a diario. Cuando llega el fin de semana, vuelve a casa. Allí tiene un entorno sencillamente “normal”, con tres hermanos que también juegan al tenis. Esa palabra está muy presente en el día a día de la familia Alcaraz.
A horas de que se disputara el pase a semifinales frente al canadiense Felix Auger-Aliassime, en la conversación ‘aparece’ Rafael Nadal. Obligada pregunta cuando se habla del nuevo genio precoz del tenis español. “Y obligada respuesta”, contesta entre risas Alejandro. “Es un halago que los expertos le comparen con Rafa Nadal, pero es una presión extra si le prestamos demasiada atención a esto. Es pronto, Nadal solo hay y habrá uno y... si se le parece Carlos ya será buena señal, pero Carlos es Carlos y cada cual hace su camino”.
El suyo ya ha comenzado y parece llevarle muy lejos. El US Open puede haber sido ‘solo’ la primera gran parada de las muchas que se le avecinan.