Bruselas crea una lista negra de aerolíneas que contribuyan a la trata de personas
Las compañías aéreas o navieras que participen en viajes a las fronteras europeas como los alentados por Bielorrusia perderán el acceso al mercado comunitario.
La Comisión Europea (CE) ha propuesto restringir las actividades de los operadores de transporte que participen o faciliten la trata de personas hacia la Unión Europea (UE), como parte de la respuesta comunitaria a la “instrumentalización” de migrantes por parte de Bielorrusia.
La CE y el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, han impulsado estas medidas que, esperan, apoyen a los Estados miembros afectados por “ataques híbridos” como el que la UE denuncia por parte de Bielorrusia, que asegura está orquestando los intentos de paso irregular de migrantes por las fronteras exteriores de la Unión como forma de presión política.
La Comisión advirtió de que estas medidas deben en todo caso ir acompañadas de otras formas de apoyo, en particular la asistencia humanitaria para los migrantes.
La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, dijo que “los intentos de desestabilizar a la UE instrumentalizando a la gente no funcionarán. La UE está unida y está tomando diversas medidas para resolver la situación en las fronteras exteriores de la UE con Bielorrusia”.
La CE cree que la situación que se ha generado, con miles de personas atrapadas en la frontera de Bielorrusia con Polonia, Letonia y Lituania, no habría sido posible sin la “consciente o inconsciente” implicación de operadores de transporte.
Suspensión de licencias o repostajes
Para evitar extremos así, hoy ha propuesto un nuevo marco legal que permita a la UE adoptar medidas específicas contra los operadores de transporte terrestre, aéreo, interior o por vías fluviales y marítimas, que se dediquen o faciliten el contrabando o la trata de personas hacia la Unión.
Estas medidas serían proporcionadas, se determinarían caso por caso y podrían incluir la limitación de operaciones en el mercado de la Unión, la suspensión de licencias o autorizaciones, la suspensión de los derechos de repostaje o mantenimiento, o la prohibición de transitar o sobrevolar la UE, hacer paradas técnicas o hacer escala en territorio comunitario.
La propuesta de hoy se une a la aprobación la semana pasada de un nuevo marco legal por parte de los ministros de Exteriores de la Unión para impulsar una quinta ronda de sanciones contra Bielorrusia que incluya a responsables de la situación en la frontera.
Medidas de apoyo
Para evitar nuevas llegadas de migrantes por avión a Minsk, Borrell y el vicepresidente comunitario Margaritis Schinas han realizado visitas a países de Oriente Medio a fin de que traten de evitar que más personas caigan en la “trampa tendida por las autoridades bielorrusas”, y varias aerolíneas se han comprometido ya con la Comisión para evitar que lleguen a Minsk.
En paralelo, el Servicio Europeo de Acción Exterior está en contacto con el Ministerio bielorruso de Exteriores y con agencias de Naciones Unidas para ayudar en la organización de vuelos de repatriación de los migrantes que se encuentran en Bielorrusia, donde el clima invernal complica su ya precaria situación.
La UE ha asignado 700.000 euros en ayuda humanitaria para dar asistencia urgente a los migrantes en Bielorrusia, mientras que la Comisión dialoga con Letonia, Lituania y Polonia sobre las necesidades financieras y operacionales y tiene previsto conceder otros 200 millones de euros para invertir en la gestión de las fronteras.
Además, otorgará a Lituania 36,7 millones de euros para apoyar la implementación de los procedimientos de asilo y las condiciones de recepción de migrantes.
La Comisión, Frontex y la Organización Internacional de Migraciones trabajan actualmente con Lituania para reforzar la capacidad de retorno de los migrantes, mientras que Polonia ha solicitado el apoyo de la agencia europea de fronteras exteriores, Frontex, para realizar devoluciones. La Comisión proporcionará hasta 3,5 millones de euros para facilitar los retornos voluntarios de migrantes desde Bielorrusia a sus países de origen.