Brexit, Brexit y Brexit: dos días de infarto que han cambiado el futuro de Reino Unido
Un acuerdo, cuatro dimisiones y una primera ministra que está en la cuerda floja desde que asumió el cargo.
Y el martes por la tarde se obró el milagro... Pero no llegó la calma. Más de dos años después de que Reino Unido dijera 'sí' al Brexit, por fin las partes implicadas anunciaron que habían llegado a un principio de acuerdo.
Se trató de una primera gran victoria muy necesaria ahora que, prácticamente, Londres y Bruselas están en tiempo de descuento. Porque el 29 de marzo de 2019, fecha de la salida oficial de Reino Unido de la UE parecía lejos, pero ya está a la vuelta de la esquina. Por eso este acuerdo es una bomba de oxígeno para Theresa May, que está en la cuerda floja desde prácticamente el día que asumió el cargo de primera ministra.
Martes por la tarde: hay principio de acuerdo
No se supo mucho, pero la buena noticia estaba ahí. Reino Unido y la UE han alcanzado un principio de acuerdo para el Brexit e incluye una solución para el que era el gran escollo de las negociaciones: qué hacer con la frontera de Irlanda del Norte. Ahora la pelota está del lado británico, ya que, antes de que Bruselas decida rubricarlo o no de manera oficial, comienza un proceso legislativo de puertas para adentro. [Lee aquí los puntos clave del acuerdo]
May no pierde ni un minuto: llama a todos y cada uno de sus ministros a su residencia en Downing Street para que examinen el acuerdo. Les deja mirarlo, tocarlo, analizarlo, uno a uno. Pero no se lo pueden llevar. La premier no quiere filtraciones: sólo quiere convencerles de que es el mejor acuerdo posible de cara a la relevante reunión prevista para el miércoles siguiente.
Miércoles: tensión máxima y victoria para May
El miércoles siguen sin conocerse grandes detalles sobre el acuerdo y todos los ojos se centran en la primera ministra británica, que afronta una reunión de su gabinete en la que se decidirá si apoyan el acuerdo o no. May necesita sí o sí el apoyo de los suyos. Y después de una reunión prevista de tres horas, pero que acaba siendo de más de seis, anuncia que cuenta con el respaldo de sus ministros.
Sin embargo, hay poca euforia en la cara de May a la hora de dar explicaciones a la prensa: "Se avecinan días difíciles", admite. Ha superado el primer muro, pero ahora le queda el voto en el Parlamento británico, que tendrá la última palabra. De la Cámara depende que el acuerdo ya pase al tejado europeo. Esta votación clave se espera que tenga lugar antes de Navidades.
Mientras May comparece ante los medios, se filtra el acuerdo: 585 páginas en las que la única palabra que no aparece es Escocia. Gibraltar, derechos de los europeos, Irlanda del Norte... Y un periodo de transición específico. Mucho por leer y analizar, incluido para la oposición británica, que tendrá que votar qué hacer con el acuerdo.
Jueves: sí, vienen días difíciles (y una cascada de dimisiones)
Casi no ha salido el sol en Reino Unido y se cumplen los temores de May. Comienzan las dimisiones en su Ejecutivo. A las 11.30 ya tiene cuatro ministros menos, siendo la salida de uno de ellos, la del ministro del Brexit, Dominic Raab, la que más tocada le deja.
El secretario de Estado británico para Irlanda del Norte, Shailesh Vara, la titular de trabajo, Esther McVey, y la secretaria de Estado del Brexit, Suella Braverman, también dejan el cargo.
Por si todo esto fuera poco, nadie se lo pone fácil a la primera ministra británica en el Parlamento, donde expone el acuerdo. Ella pide a todos que voten pensando "en el interés nacional", pero lo cierto es que casi nadie parece estar por la labor. Todos los partidos de la oposición, liderados por el laborista Jeremy Corbyn, anuncia que votarán en contra.
Hay que recordado que el Parlamento británico tiene la última palabra en lo que al acuerdo se refiere. Votará, previsiblemente en diciembre, el acuerdo final antes de que Reino Unido abandone la UE. Es decir, los términos de la salida, incluidos los acuerdos sobre un periodo transitorio, sobre los derechos de los ciudadanos o sobre la factura del divorcio, serán recogidos en una ley que los diputados podrán rechazar o enmendar.
Por la tarde, ante la cascada de dimisiones, May ha salido a dar la cara con un mensaje claro: "No voy a dimitir". En una comparecencia en Downing Street, la premier ha asegurado: "Creo, con cada fibra de mi ser, que el rumbo que marqué es lo correcto para mi país" para después rechazar con vehemencia un segundo referéndum sobre el Brexit: "Dimos la voz al pueblo británico y la gente votó irse".
Y mientras tanto, la UE...
... Se está mostrando muy cauta. Esperó a ver qué decía el Ejecutivo de May sobre el principio de acuerdo y hasta este jueves no se ha pronunciado oficialmente.
Los líderes de los 27 países que permanecerán en la Unión Europea (UE) tras la salida de Reino Unido celebrarán una cumbre extraordinaria el próximo 25 de noviembre para decidir si aprueban el acuerdo preliminar sobre el Brexit, según ha informado el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. La reunión será para "finalizar y formalizar" el acuerdo, ha indicado Tusk en una rueda de prensa.