Bildu garantiza su abstención entre gritos de "asesinos" y "viva España"
Facilitará la investidura con su "abstención activa", pero espera que "las palabras se traduzcan en hechos".
La intervención de la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, durante la sesión de investidura ha derivado en una bronca de alta tensión. La diputada ha recordado a Pedro Sánchez que no puede formar gobierno sin la izquierda soberanista y por eso le ha advertido que si no democratiza el Estado y respeta la plurinacionalidad y el derecho de autodeterminación les tendrá enfrente.
“Si lo que pretende es un lavado de cara del régimen del 78, nos tendrán enfrente”, ha dejado claro la diputada vasca durante su intervención en el segundo día del debate de investidura, insistiendo en que “el autonomismo no es una solución y en que ’esa vía está agotado”.
Ha sido un debate muy bronco, con continuas interrupciones desde la bancada del PP, Vox y Ciudadanos, que, entre otras cosas, han exigido a la diputada que pidiera perdón por el terrorismo de ETA.
De hecho, los dos diputados de Vox con familiares asesinados por ETA han preferido abandonar el Pleno del Congreso mientras intervenía en el hemiciclo la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, durante el debate de investidura del socialista Pedro Sánchez.
Por su parte, el secretario cuarto de la Mesa del Congreso, Adolfo Suárez Illana, ha dado la espalda a Aizpurua, durante su intervención en la sesión de investidura que se celebra en el Congreso. El PP ha difundido la foto del dirigente ‘popular’ sentado de espaldas a la diputada de Bildu mientras intervenía desde la tribuna de oradores del Congreso, cuyo discurso han criticado duramente los parlamentarios ‘populares’.
Todo esto ha provocado que la presidenta de la Cámara, Meritxell Batte, haya tenido que llamar al orden varias veces a los diputados para amparar el derecho a la libertad de expresión de la portavoz de EH Bildu.
Aizpurua, quien en un turno de palabra ha criticado a la monarquía, y ha denunciado la “represión” en el País Vasco, ha recibido gritos de “fuera, fuera” o “terrorista”. Batet ha señalado que en el Parlamento se defienden las posiciones políticas mediante la palabra “no mediante el grito y el insulto”.
La presidenta del Congreso ha asegurado que durante el debate ha escuchado afirmaciones “absurdas”, “execrables” y algunas “falsas” pero su obligación es garantizar la libertad de expresión.
Por su parte, Aizpurua, que ha exigido a Sánchez un referéndum como se ha hecho en Escocia, ha afirmado que el líder socialista y su próximo Gobierno ‘son el último tren’ para resolver políticamente la cuestión vasca, catalana y gallega.
Sánchez no entra ‘al barro’
Sánchez ha optado por no aumentar la polémica y ha agradecido a los cinco diputados de EH Bildu la abstención para facilitar su investidura. En sus dos réplicas a Aizpurua, Sánchez se ha limitado a insistir en la importancia de que haya una mayoría progresista en el Congreso y ha asegurado su disposición a debatir sobre la mejora del autogobierno o cumplir con su compromiso de dar a Euskadi todas las competencias que le otorga el Estatuto vasco.
Pero también le ha insistido en que el propio estatuto reconoce que la sociedad vasca es “plural” y que no se puede diferenciar entre “vascos buenos y malos” en función de su alineamiento a los sentimientos nacionales.
Sánchez ha considerado que un acuerdo de la Constitución del 78 es su reconocimiento de la diversidad territorial haber permitido que el asentamiento de la democracia haya estado ligado a la descentralización.
Y frente a las reclamaciones sobre referéndums o autodeterminación, Sánchez ha hablado con Aizpurua de “compartir soberanías” y de “trabajar en equipo”, además de defender que en España hay un nivel alto de autogobierno y un reconocimiento de la diversidad territorial y la pluralidad.
Ha apuntado, además, que en el Congreso hay ya actas de debates sobre la defensa de la autodeterminación en los que el voto fue contrario y ha insistido en que no la defiende no solo por una cuestión legal sino también por su concepción política.
En ningún momento ha entrado Sánchez a comentar la bronca que ha habido por las críticas al discurso del Rey de la portavoz de EH Bildu, ni siquiera tampoco cuando el PP le ha reprochado no haber respondido a estas palabras de Aizpurua.