Biden prepara un paquete de ayuda para Gaza y aboga por la solución de los dos Estados
El presidente estadounidense defiende también la estrategia de "diplomacia silenciosa" para Corea del Norte.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instó este viernes a detener la violencia entre las comunidades israelí y árabe en Jerusalén, que ha vuelto a estallar tras la entrada en vigor de la tregua entre Israel y las milicias palestinas de la franja de Gaza. Biden también adelantó que va a intentar presentar un gran “paquete” junto a otras naciones que quieran colaborar para la reconstrucción de la franja de Gaza “sin darle a Hamás la oportunidad de reparar sus sistemas de armas”.
También la ONU expresó su preocupación por los nuevos incidentes registrados en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén tras el alto el fuego anunciado por Israel y el grupo islamista palestino Hamás y urgió a todas las partes a respetar los lugares sagrados. Con todo, reiteró que la única estrategia posible para el conflicto pasa por la solución de los dos Estados y el reconocimiento también de Israel por parte de los distintos actores internacionales de la región.
La diplomacia silenciosa
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó también este viernes su voluntad de utilizar la diplomacia silenciosa, ya experimentada con Israel en el conflicto con Hamás, para relacionarse con Corea del Norte y lograr la desnuclearización de la península de Corea.
El líder estadounidense detalló su estrategia con Pionyang, muy distinta a la de su antecesor, Donald Trump (2017-2021), tras recibir en la Casa Blanca al presidente surcoreano, Moon Jae-in.
“Nuestras dos naciones comparten la voluntad de implicarse diplomáticamente para que Corea del Norte tome medidas pragmáticas que reduzcan las tensiones a medida que avancemos hacia el objetivo final de desnuclearización de la península de Corea”, dijo Biden en rueda de prensa tras el encuentro con Moon.
Biden, de hecho, aprovechó la comparecencia junto a su homólogo para anunciar el nombramiento como enviado especial para Corea del Norte del experimentado diplomático Sung Kim, quien ha ejercido en el pasado como embajador estadounidense ante Corea del Sur, las Filipinas e Indonesia.
Moon, por su lado, consideró que el nombramiento de Kim refleja el “firme compromiso” de Washington para buscar una vía diplomática con Corea del Norte y dijo tener “muchas expectativas” con su elección, al describirle como “un hombre de gran calibre”.
El giro a la estrategia de la Administración Trump
Lejos parecen quedar las cartas que Trump intercambiaba con el líder norcoreano, Kim Jong-un, con el que se reunió en tres ocasiones (la primera en 2018 en Singapur, la segunda en 2019 en Hanói y la tercera también en 2019 en la zona desmilitarizada que divide la península coreana) en busca de la desnuclearización.
El nuevo enfoque abandona el “todo o nada” de Trump, pero también la “paciencia estratégica” de Barack Obama, apostando por una especie de vía intermedia que persigue el diálogo diplomático silencioso, el mismo que Biden empleó en busca de una tregua en el reciente conflicto en la Franja de Gaza.
Biden evitó nombrar a Trump, al que se refirió, al ser preguntado sobre un posible encuentro con Kim Jong-un, al que dejó la puerta abierta en caso de que tenga un propósito claro y esté previamente preparado por su equipo diplomático.
“Lo que no voy a hacer es lo que se hizo en el pasado reciente”, sostuvo Biden, insinuando que las cumbres con Trump sirvieron al líder norcoreano para promover su legitimidad nacional e internacional.
Corea del Norte, pilar central de la reunión
Corea del Norte fue el gran asunto del encuentro entre Biden y Moon, que ha centrado su mandato en mejorar las relaciones con Pionyang y recientemente reiteró su compromiso de lograr la paz antes de dejar el poder en menos de un año.
Seúl ha optado por aparcar el asunto de los derechos humanos para restablecer el diálogo y sellar la paz, pero Washington insiste en sus denuncias contra Pionyang.
Por ese desencuentro estratégico o por otros motivos la reunión que fue a puerta cerrada se alargó más de dos horas, más de lo previsto, por lo que el equipo de Biden les interrumpió varias veces para avisar: “Se están excediendo de tiempo”.
“Está bien. Disfruté tanto de nuestras reuniones que se ha retrasado toda la agenda”, detalló Biden a la prensa.
La de Moon fue la segunda visita de un líder extranjero a la Casa Blanca desde la llegada de Biden hace cuatro meses después de la del primer ministro japonés, Yoshihide Suga; lo que indica la importancia que el actual Gobierno da a la región Indo-Pacífico.