Aznar ve un "ridículo colosal" de España en la crisis con Argelia: "Es difícil encontrar un error más grande"
El expresidente del Gobierno fue el encargado de firmar el Tratado de Amistad con Argelia en 2002.
Todos esperaban su respuesta a la crisis con Argelia y, un día después, ha llegado. José María Aznar, el presidente que firmó el Tratado de Amistad con el país norteafricano, que el miércoles decidió suspenderlo, ha calificado de “ridículo colosal” lo ocurrido en las últimas horas, que deja a España en una “situación delicada”.
El que fuera líder del Ejecutivo entre 1996 y 2004 ha afirmado este jueves que “es difícil encontrar en la política española un error más grande”, en referencia al cambio de postura del actual Gobierno sobre la situación del Sáhara Occidental.
La nueva posición de Moncloa se alineaba con la propuesta de autonomía planteada por Marruecos, un gesto que indignó al colectivo saharaui y a Argelia, que llegó a hablar de “segunda traición histórica de España” nada más conocer la decisión de Pedro Sánchez.
De todo ello se ha lamentado Aznar, que ha calificado de “espectáculo” la sucesión de acontecimientos con respecto a la región del norte de África. La crisis que ya se abre con Argel, ha añadido, evidencia “por desgracia, el estado de fragilidad” de la nación.
Los otros frentes que Aznar ve en peligro
España es, para el expresidente, un país “con enormes responsabilidades” en la escena geopolítica internacional, un papel que se sustenta en cuatro frentes: interrelacionados: las relaciones con la UE, EEUU, Iberoamérica y el norte de África.
Aznar ha sido especialmente crítico con el trato existente hoy día con Washington, “un salto atrás gigantesco”, porque ya no hay “diálogos políticos serios, hasta el punto de que es imposible una conversación entre Biden y Sánchez”, más allá “del episodio ridículo”, ha dicho en alusión a los segundos que ambos mandatarios compartieron en un pasillo de la cumbre de la OTAN en Bruselas.
En cuanto a Latinoamérica, considera que la figura de España también se ha resentido y el cóctel “debilita” la otrora “posición fuerte” en Europa. Por ello, ha pedido que España “se integre más” en el concepto de país atlántico.