La gran huida, en imágenes: los ucranianos salen apresurados del país tras los ataques rusos
Los vuelos civiles permanecen suspendidos mientras se suceden las escenas de caos en numerosos puntos.
El inicio de la invasión rusa sobre Ucrania ha desencadenado un movimiento masivo de civiles en ciertas zonas del país, incluida la capital, Kiev, donde se han visto atascos y colas en gasolineras pese a la supuesta garantía dada por Moscú de que la población civil no correrá peligro.
En Kiev, de madrugada ya empezaron a sonar las alarmas que advertían de una amenaza inminente, después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, declarase en un discurso a la nación que daría el paso definitivo para ayudar a los rebeldes separatistas que controlan gran parte del Donbás.
En la capital, se han registrado importantes atascos en las salidas hacia el norte, según la agencia de noticias UNIAN, que ha informado de que las fuerzas de seguridad comprueban uno a uno todos los vehículos. Las autoridades locales, entretanto, han negado que se estén bloqueando las salidas.
Las imágenes nocturnas de las carreteras de Kiev muestran a la perfección la situación de pánico de la población, que huía mientras se registraban las primeras explosiones.
Europa del Este se prepara: llegan los primeros refugiados
Cientos de ucranianos se han dirigido hoy a la frontera con Eslovaquia para intentar entrar en este país de la Unión Europea. Desde primeras horas de la mañana se han formado atascos, en algunos de hasta cuatro horas, para cruzar la frontera en los puntos de Ubla y Vysné Nemecké, según informa ese medio.
En dichos pasos los conductores han tenido que esperar entre dos y cuatro horas, mientras que los peatones lo han hecho más de una hora, precisó la emisora eslovaca.
La Policía de fronteras informó de que mañana facilitará datos sobre el flujo de vehículos y personas en la frontera, ya que ahora no está en condiciones de afirmar si ha habido un aumento inusual del tráfico entre ambos países.
Una portavoz policial indicó que la situación en estos pasos fronterizos es “tranquila”.
Eslovaquia, miembro de la UE y del espacio de Schengen de libre circulación, y Ucrania comparten una frontera de 97 kilómetros.
Se estima que en Eslovaquia, país de 5,3 millones, trabajan legalmente unos 17.000 ucranianos.
Hasta un millón en Polonia
El Gobierno de Polonia, donde actualmente viven de forma permanente 250.000 ucranianos, aunque el número de residentes temporales puede ser de hasta un millón, ha asegurado recientemente que el país y su mercado laboral “podría asimilar” hasta un millón de desplazados ucranianos.
El ministro de Interior de República Checa, Vit Rakusan, ha asegurado que en el caso de que lleguen más de 5.000 refugiados será necesario declarar el estado de emergencia.
Esa cifra, considerada factible por Praga, supondría una “ola migratoria de gran escala” y requiere activar numerosos resortes del Estado a nivel central y regional, algo que requiere esa medida.
En la República Checa, que no tiene frontera con Ucrania, hay registrados unos 160.000 ucranianos, muy presentes en sectores como la construcción.
Bulgaria, “abierta” a los refugiados
Las autoridades búlgaras se mostraron hoy dispuestas a acoger a ucranianos que huyan ante el ataque ruso.
“Me dirijo a todos los búlgaros en Ucrania, así como a todos los ciudadanos ucranianos que deseen solicitar asilo en Bulgaria. Estamos abiertos y haremos todo lo posible no solo para transportarlos a Bulgaria de forma segura, sino también para brindarles toda la asistencia necesaria aquí”, aseguró el presidente del país, Rumen Radev.
Posible oleada hacia Hungría
Hungría, que tiene 136 kilómetros de frontera con Ucrania, lleva días advirtiendo de que, en caso de guerra, podrían llegar al país cientos de miles o incluso millones de refugiados.
La televisión pública informó hoy de que muchos hombres jóvenes estaban ya hoy en camino hacia Hungría, aunque sin dar más detalles.
El primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán, ha dicho que esa oleada será peor que la que provocaron las guerras de la década de 1990 en la antigua Yugoslavia.
Austria, uno de los países más ricos de la Unión Europea, ha acogido en el pasado diferentes oleadas de refugiados, aunque en los últimos años ha endurecido su política de asilo respecto a quienes huyen de conflictos en Asia y Oriente Medio.
“La situación en Ucrania es diferente a la de países como Afganistán. Se trata de ayudar a un vecino”, adelantó ya ayer, antes del comienzo del ataque, el canciller federal, el conservador Karl Nehammer.
El Gobierno alemán ofreció hoy “apoyo masivo”, tanto a Polonia como a otros países vecinos europeos, en la acogida de refugiados y ante el previsible flujo migratorio que se derivará tras el ataque de Rusia a Ucrania.
El espacio aéreo, cerrado
La salida por aire de Ucrania se ha complicado igualmente en las últimas horas. La institución que gestiona el tráfico aéreo ha confirmado que todo el espacio de Ucrania está cerrado por el temor a ataques, por lo que por ahora permanecen “suspendidos” los vuelos civiles, según la BBC.
La guerra desatada en 2014 en el este de Ucrania ya había generado 1,5 millones de desplazados internos y tanto la ONU como gobiernos occidentales habían advertido de que la cifra aumentaría si finalmente Putin daba el paso que ha anunciado esta noche.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, advirtió esta misma semana de que un recrudecimiento del conflicto podría generar hasta cinco millones de desplazados.