Esto es todo lo que se sabe sobre la nueva variante Omicron que preocupa a los expertos
Temen que pueda escapar a las vacunas existentes por su gran número de mutaciones, aunque todavía se desconocen sus implicaciones reales.
“Preocupante por el alto número de mutaciones que ha desarrollado”. Eran las primeras valoraciones que lanzó la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la nueva variante del coronavirus detectada en Sudáfrica y registrada al menos en Botsuana, Hong Kong, Israel y Bélgica.
Un día más tarde de esta postura inicial, la OMS ha subido el nivel de alerta y ha puesto nombre a la cepa. La B.1.1.529 ya es oficialmente ‘Omicron’ y sus primeros estudios han llevado al organismo a subir el nivel de alerta. De ‘Variante de Interés’ a ‘Variante de Preocupación’.
Antes de que llegara su postulado, la Unión Europea se había movido para prohibir los vuelos a Sudafrica y otros seis países del entorno por la inquietud ante esta mutación.
Los investigadores analizan los 82 casos diagnosticados hasta la fecha, aunque se calcula que el número de contagios podría ser mucho mayor. “Es una variante a seguir, y es preocupante”, destacó este jueves en un encuentro online la jefa de la unidad técnica anticovid OMS, Maria Van Kerkhove.
“No sabemos mucho sobre ella de momento, pero sí sabemos que tiene un alto número de mutaciones, y la preocupación es que pueda influir en cómo se comporta el virus”, advirtió Van Kerkhove. La experta de la OMS recalcó que los científicos ya trabajan intensamente para entender cuáles son sus posibles implicaciones en cuestión de diagnóstico, tratamiento y vacunas, pero avanzó que pueden necesitar “varias semanas” para determinarlo.
El principal riesgo: que escape a las vacunas
Si en algo coinciden los especialistas es en que “la nueva variante es preocupante”, admite Salvador Macip, doctor en Medicina e investigador de la Universidad de Leicester, que al mismo tiempo llama a la cautela. “De momento, eso sólo quiere decir que hay que seguirla de cerca”, dice. “No sabemos aún que características tiene, sólo las mutaciones y lo que se suponen que hace, pero hasta que lleguen datos de su comportamiento en el mundo real no sabremos si va a dar problemas”, explica Macip.
Daniel Lopez Acuña, epidemiólogo y exdirector de la Acción Sanitaria en Crisis de la OMS, va algo más allá, y sostiene que “la variante tiene todo el viso de ser más contagiosa y con mayor tendencia a escapar”. “Nos debe preocupar porque nos cambia los equilibrios y nos hace también cambiar el guion de algunas acciones por el control de la pandemia”, reconoce.
El epidemiólogo considera que hay que “darle importancia” y vigilar “sus verdaderas implicaciones en términos, sobre todo, de que escape a la eficacia de las vacunas”. En esto también hace hincapié Salvador Macip: “El principal riesgo es que escape del control de los anticuerpos que generan las vacunas, y esto podría pasar gracias al montón de mutaciones que tiene en la proteína S”. Aun así, pide calma: “Habrá que esperar a ver si eso pasa o no”. De momento, lo que se ha observado hasta ahora es que “parece que podría ser más infecciosa, lo que haría que las olas fueran más rápido, como hemos visto ya con variantes anteriores”, aclara Macip.
Ya es “variante de preocupación”: qué implica esto
De momento, la OMS está “monitorizando” esta nueva variante, y detalla varios estudios en curso. El primero en pronunciarse fue el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) que la clasificó en su último informe como “variante de interés”. La clasificación de ‘variante de interés’ —previa al siguiente paso de ‘variante de preocupación’ (VOC)— significa, según el ECDC, que existe evidencia sobre “propiedades genómicas, epidemiológicas o in vitro” que podrían implicar un impacto en su “transmisibilidad, severidad y/o inmunidad”, influyendo “de forma realista” en la situación epidemiológica de la UE. “Sin embargo, la evidencia es todavía preliminar o está asociada a una gran incertidumbre”, aclaran.
24 horas más tarde, la OMS ha subido el nivel y la considera ‘variante de preocupación’, una categorización que responde a, al menos, uno de estos tres parámetros “preocupantes para la salud pública”:
- Aumento de la transmisibilidad o cambio perjudicial en la epidemiología de COVID-19;
- Aumento de la virulencia o cambio en la presentación clínica de la enfermedad; O
- Disminución de la eficacia de las medidas sociales y de salud pública o de los diagnósticos, vacunas y terapias disponibles.
En su última actualización de este jueves, el ECDC especifica que la variante B.1.1.529 se detectó por primera vez en noviembre de 2021 en Sudáfrica y Botsuana. El documento, del 25 de noviembre, señala que no se ha registrado ningún caso en la Unión Europea, pero este viernes las autoridades sanitarias belgas han comunicado que ya han detectado el primero en sus fronteras, de una mujer procedente de Egipto que llegó sin vacunar.
Europa mueve ficha
Tras estos avisos, la Unión Europea ya ha tomado medidas. La presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, anunció que propondría a los países suspender los vuelos con la región del sur de África y tras una reunión en la tarde de este viernes, la decisión la han tomado, conjuntamente, los Veintisiete, después de saberse que España y otros países ya lo habían adoptado.
Bruselas sigue así los pasos de Reino Unido, que desde este viernes tiene vetados los vuelos procedentes de Sudáfrica, Namibia, Lesoto, Esuatini, Zimbabue y Botsuana. “Las primeras indicaciones con las que trabajan los científicos apuntan a que la variante B.1.1.529 de la covid-19 puede hacer que las vacunas que actualmente tenemos sean menos efectivas”, alertaba el ministro de Sanidad británico, Sajid Javid.
En Israel se han detectado tres casos en personas vacunadas, que todavía se investigan, pero sus autoridades ya han anunciado la decisión de restringir también los vuelos a estos seis países africanos y Mozambique.
Japón, por su parte, también ha informado de “controles más estrictos” para los viajeros provenientes del sur del continente africano, mientras que Taiwán les impondrá una cuarentena de 14 días.
¿Restringir vuelos y ya está?
El epidemiólogo López Acuña entiende que, “a partir de la hipótesis de que es más contagiosa y elusiva”, los países tomen “medidas de cautela y control para reducir la penetración de esta variante y monitorear de manera adecuada la presencia de la misma”. Sin embargo, activar el freno de emergencia para parar la posible entrada de la variante “tiene sus límites donde el trasiego es tan intenso, directo o indirecto”, reconoce.
“Se puede hacer una reducción del número de vuelos, imponer medidas de cuarentena, hacer PCR, pero entendamos que esto no controlará parte del problema; es decir, que se puede colar por otros lados, por lo que hay que estar vigilando nuevos casos, secuenciando si está presente o no y ponerle cerco”, añade el experto.
“La UE se está moviendo en esta dirección, marcando un rumbo, pero si esta variante elude la eficacia de las vacunas, vamos a tener que pensar que éstas tendrán que reformularse para que incorporen la capacidad de actuar contra ella”, argumenta el epidemiólogo. “Este es el principal motivo de reflexión al que debemos llegar”.
Más allá de este tipo de medidas, López Acuña insiste en la necesidad de prevenir por medio de las vacunas, pero no sólo en Occidente, sino haciéndolas llegar a todo el mundo. “No debemos olvidar que no tenemos controlada la transmisión ni tenemos suficiente población vacunada en el mundo entero, y el control de esta pandemia no es solo el control en mi casa, en mi barrio, en mi autonomía, país, o bloque de países europeos, sino en el mundo entero”, destaca. “Si no hacemos un esfuerzo importante de reducción de la transmisión y vacunación, vamos a seguir teniendo problemas como este”, advierte el epidemiólogo.
Maria Van Kerkhove, de la OMS, hizo también mucho hincapié en esto: “Cuanto más circule el virus, más oportunidades tendrá de cambiar, y más mutaciones veremos”.