Las claves detrás del asesinato de Olof Palme: un crimen sin respuesta durante 34 años
La noche del 28 de febrero de 1986 el primer ministro sueco fue asesinado en plena calle de Estocolmo.
Fin a una historia sin respuesta desde el 28 de febrero de 1986. El asesinato de Olof Palme, primer ministro sueco, mientras él y su esposa volvían a casa en Estocolmo después de ver una película en el cine convulsionó a un país habituado a vivir en su burbuja.
Un hombre, solo, de mediana edad y vestimenta oscura, disparó por la espalda al líder socialdemócrata, hirió de refilón a su mujer y huyó a la carrera en mitad de la noche. Los pocos testigos que vivieron la escena dieron rápido aviso a la Policía y ambulancias. Varios trataron, incluso, de socorrer al político, pero sus esfuerzos fueron baldíos. Olof Palme murió antes de ingresar en el hospital.
Quién fue el asesino ha sido la gran pregunta que en Suecia y fuera de sus fronteras se ha repetido desde entonces. Palme era un objetivo relativamente abordable. Había renunciado a llevar escolta en pos de hacer “una vida normal”, como defendía en aquellos años y no quería dejar de usar el metro o pasear a su aire por la calle. Esa noche de viernes no iba a ser la excepción. Tampoco le faltaban enemigos en su política neutral y pacifista en plena Guerra Fría y en defensa del estado del bienestar.
En las teorías en torno al magnicidio han entrado todo tipo de hipótesis: desde los dos bloques de ese conflicto geopolítico que sacudía al mundo, al PKK kurdo, pasando por la ultraderecha sueca o los servicios secretos de la Sudáfrica del apartheid. En el maremagnum de posibles inductores, hubo incluso un primer culpable sentenciado, Christer Pettersson, un delincuente común y drogadicto contra el que un tribunal dictó cadena perpetua en julio de 1989 al reconocerlo la esposa de Palme. Sin embargo, fue absuelto meses después por falta de pruebas. Algo no cuadraba.
La matanza de quien fuera líder sueco durante algo más de 10 años (1969-76 y 1982-86) ha traído mucha cola no solo a nivel policial. Hasta tres comisiones gubernamentales se crearon para tratar de esclarecer los hechos. Incluso, se creó un grupo especializado en la Policía, el llamado “grupo Palme”, un operativo en activo desde 1986 y “hasta que no haya más que investigar”, como señaló su responsable años atrás.
Ese día ha llegado. 34 años después, la Fiscalía sueca ha encontrado al sujeto que llevaba buscando desde aquella noche de invierno. El asesino fue, apuntan, un publicista llamado Stig Engström, activista contrario a Palme y sus políticas socialdemócratas. El carpetazo judicial no conllevará nuevas penas: Engström falleció en el 2000. Caso cerrado.