Antón Gómez-Reino: “Feijóo es un radical disfrazado de moderado”

Antón Gómez-Reino: “Feijóo es un radical disfrazado de moderado”

Entrevista con el candidato de Galicia En Común: “El PP ha hecho de Galicia el laboratorio de las peores políticas neoliberales: corrupción, recortes y privatizaciones”.

Antón Gómez-ReinoSERGI GONZÁLEZ

Nadie sabía que en apenas unos días se declararía el estado de alarma. Antón Gómez-Reino daba una entrevista el 10 de marzo a El HuffPost con vista a las elecciones gallegas que se debían celebrar el 5 de abril. Un texto que nunca vería la luz al cambiar el mundo casi por completo en las horas siguientes. Nada volvería a ser igual.

Ese mismo día se contagiaba de coronavirus el propio Gómez-Reino, candidato de Galicia En Común a las elecciones que ahora se celebrarán el 12 de julio. Y durante el confinamiento también ha sido padre de una niña que nacía en Argentina. La vida siempre se abre camino. 

Poco a poco va llegando esa “nueva normalidad” y ha vuelto a Madrid al Congreso de los Diputados estos días. Pensando ya en la campaña inédita que llegará en semanas y con un objetivo: conformar un Gobierno progresista junto a socialistas y el BNG que eche Alberto Núñez Feijóo y sus años de “recortes, privatizaciones y corrupción”. Pide a todos los progresistas ir a votar el 12 de julio frente al interés de la derecha, en su opinión, de que la gente se quede en casa. Advierte a todos: el 13 de julio habrá un gobierno de coalición transformador o uno del PP y Vox. La política se pone la mascarilla.

El mundo es totalmente diferente al de principios de marzo. Has pasado hasta el coronavirus. ¿Qué reflexión le lleva?

¡Y tanto que es un mundo diferente! Además de haber pasado el coronavirus, he tenido una hija durante el confinamiento. Por otra parte, es cierto que el mundo continúa. La vida siempre se abre paso. Es evidente que a partir de ahora se abre un momento social, cultural y político en el que sí o sí hay que dar los debates políticos de profundidad, civilizatorios. Ya hay cuestiones encima de la mesa, como el Ingreso Mínimo Vital. Todos hemos sufrido las controversias del confinamiento, pero todos, más allá de las dificultades económicas y laborales, también hemos percibido que el ritmo de vida que llevábamos y el modelo de producción tienen consecuencias negativas. Tenemos que reflexionar como sociedad. Desgraciadamente, las partes más conservadoras saben perfectamente que hay una posibilidad de vuelco en ese sentido y están tratando de recomponer su marco ideológico para que no se den avances democráticos, sociales y políticos.

  Gómez-Reino, en el CongresoSERGI GONZÁLEZ

Es candidato en las primeras elecciones que se van a celebrar en pandemia. ¿Es un marco diferente electoral? ¿Puede ir mucho más allá de lo gallego y ser también una consulta sobre el Gobierno?

Claro que tiene que ser un marco diferente. Es evidente que en el contexto gallego Alberto Núñez Feijóo está completamente interesado en que no se dé un debate político. El Gobierno de Feijóo tiene en la Radio Televisión de Galicia una consejería de propaganda. Más allá de eso, sería muy positivo ese debate en profundidad y sería magnífico que hubiera una campaña para reflexionar sobre eso. Creo que tiene que ser una campaña plebiscitaria entre dos cuestiones. Una es lo que han representado diez años de Gobierno de Feijóo en Galicia, que básicamente son recortes, privatización y corrupción. Hay que recordar que muchos de los casos más relevantes de corrupción del PP empezaron gobernando Feijóo. Entre eso y la defensa de lo público (Sanidad, Educación…) y una intervención pública de la economía para reactivar el tejido productivo desde una perspectiva redistribuidora.

Durante esta crisis se ha puesto en el centro del debate la Sanidad pública. Después de años de recortes, estuvo a punto de colapsar en marzo y abril. ¿Cómo está en Galicia?

Lo fundamental es escuchar a la sociedad civil y a los profesionales. Es absolutamente unánime. Pocos meses antes de esta situación inédita, las movilizaciones más importantes en Galicia eran por la Sanidad. Además, ahora tenemos unánimemente al conjunto de los profesionales, también de la privada, diciendo que los años y años de recortes han hecho que Galicia no esté preparada para la situación que tenemos que afrontar. No sólo en Sanidad, en Galicia más de la mitad de las personas que tristemente han fallecido ha sido en residencias privadas. Y no lo son por libre albedrío privadas, lo son porque hubo un proceso programado por el PP y Feijóo que aprovechó la privatización de las cajas gallegas para privatizar la red de cuidados. Eso es una fotografía muy clara del daño que ha hecho Feijóo a los público y es fundamental que haya un cambio político. En los últimos ciclos, se ha votado mayoritariamente progresista, es fundamental que el conjunto de descontentos vaya a votar en julio, a pesar de que la convocatoria busca que no haya campaña e incentivar que no se vote.

Es fundamental que el conjunto de descontentos vaya a votar en julio

¿Teme una bajada de la participación incluso por miedo a contagiarse en un colegio electoral?

Es absolutamente deliberado e irresponsable convocar un proceso en este contexto. Lo decíamos y ni siquiera la Xunta, que es la administración competente en materia electoral en Galicia, ha puesto encima de la mesa unas condiciones para asegurar el normal funcionamiento. Por ejemplo, se están expresando los sindicatos de Correos diciendo que con el personal y la situación va a ser muy difícil garantizar el voto por correo. El Gobierno gallego no ha hecho ningún esfuerzo para garantizar la situación sanitaria de los gallegos y gallegas que vayan a votar. Es evidente que la derecha quiere que la gente no vaya a votar. Hay mucha gente que ni siquiera sabe que está el proceso convocado. Tenemos que hacer un esfuerzo porque cuatro años más de políticas de recortes y privatizaciones serían absolutamente terribles.

Son las primeras elecciones gallegas en las que está ya asentado el fenómeno de Vox, siendo la tercera fuerza en España. ¿Irrumpirá también en el Parlamento autonómico?

Lo estamos diciendo con mucha claridad: sí o sí va a haber un Gobierno de coalición en Galicia después del 12 de julio. Puede ser entre las fuerzas progresistas o uno de Feijóo con Vox. La gente tiene que saber que Feijóo es un radical disfrazado de moderado. Es importante. Por hacer una analogía, desde fuera de Madrid se veía a Gallardón como un moderado dentro del PP, después se supo que no y que era una pata más de la estrategia del PP. Es importante que se sepa que Feijóo es una pieza más de la estrategia de Casado y Ayuso. Diría más, Ayuso y Casado lo que hacen es fijarse en Feijóo, que lleva muchos años disfrazándose de moderado y siendo un radical en privatizaciones y recortes.

Feijóo es una pieza más de la estrategia de Casado y Ayuso

En la encuesta de GAD-3 para ABC se reflejaba que Feijóo incluso subiría uno o dos escaños más. ¿Cuál es su fórmula?

También había otra de Celeste-tel que decía lo contrario. Van a salir diferentes encuestas. Desgraciadamente, la gente lo está percibiendo, las encuestas, y más en un contexto como este, se están utilizando de forma performativa. Es evidente. Vuelvo a decir, el voto progresista fue mayor en los últimos procesos electorales en Galicia. Frente al hastío y la sensación de falta de tensión política que busca la derecha, es fundamental que la gente progresista se active para ir a votar. Si la gente vota el 12-J, el 13 va a haber un Gobierno progresista, transformador y de país, con esas tres almas que son fundamentales para enfrentar la reconstrucción económica y social.

La izquierda gallega tiene serias experiencias cainitas…

Superadas.

En el Congreso costó muchísimo conseguir un Gobierno de coalición. ¿Se compromete a llegar a un acuerdo con el PSOE y el BNG?

No solo eso, desde ya. Hay mucha gente en Galicia que es progresista pero no se siente estrictamente identificada con Unidas Podemos, PSdeG o con el BNG, pero sí quiere un cambio político. A esa gente hay que hacerle ver el Gobierno posible. Sería magnífico que en los próximos días y semanas hiciéramos un paso adelante para que la sociedad progresista viera que somos el Gobierno posible y firmáramos un decálogo o compromiso. 

Sería magnífico que en las próximas semanas firmáramos un decálogo o compromiso de Gobierno con BNG y PSdeG

En las negociaciones, siempre la estructura de un Gobierno es lo que conlleva más problemas. ¿Cómo sería la fórmula? ¿La Presidencia para el partido más votado y dos vicepresidencias?

Galicia ha sido innovadora en muchos casos. Sería muy positivo que no nos sentemos a discutir por carteras y que previamente tengamos acordado un decálogo de Gobierno, que la discusión política tenga que ver con medidas programáticas. Tenemos que hacer esos deberes antes del proceso electoral.

  Detalles de las manos de Gómez-ReinoSERGI GONZÁLEZ

Ahora Galicia en Común tiene una ministra de Trabajo en el Gobierno de España. ¿Suman Yolanda Díaz y Pablo Iglesias en esa campaña o restan después de la gestión del coronavirus?

Es evidente que suman. El papel del vicepresidente ha sido central para sacar muchas de las medidas de justicia social y para abrir debates políticos muy importantes. Y el papel de Díaz está reconocido transversalmente. No sólo por haber aprobado medidas muy relevantes, como los ERTEs o la subida del SMI, sino también por haber conseguido algo inédito en este país: sentar al conjunto de los agentes sociales y hacerlos caminar juntos. Es un orgullo para el conjunto de los gallegos

Ya ha vuelto al Congreso de los Diputados. Se ha vivido la peor situación en décadas en España y lo que se escucha en la Cámara es a Álvarez de Toledo diciendo que Iglesias es “hijo de un terrorista”, al vicepresidente acusando a Vox de querer dar un golpe de Estado, a Abascal soltando que “viva el 8-M es decir viva la muerte”... ¿Está a una distancia solar el Congreso de lo que pasa en la calle?

Desgraciadamente hay una poca gente en el Congreso que se dedica a gritar mucho. La entrada de la extrema derecha, que es una escisión de la parte más radical del PP, ha buscado deliberadamente incendiar el debate político, con el objetivo de que no haya debate político. Pero lo peor no es que esta extrema derecha haya hecho esto, sino que haya una táctica que ha conseguido arrastrar al PP a esas posiciones, Álvarez de Toledo y dirigentes del PP corren una carrera para ver el que dice la cosa más bárbara. Lo segundo, han tratado de incendiar la sociedad, eso es algo realmente grave. El conjunto de la sociedad pide ahora consensos.

No podemos dejar ningún tipo de resquicio a la extrema derecha y al neoliberalismo que tanto daño ha hecho

¿Debe dimitir Fernando Grande-Marlaska?

Es evidente que no. De ninguna de las maneras tenía que estar en el debate público. Es algo absolutamente habitual que un dirigente pueda poner en un lado o en otro a un cargo de confianza, como era Diego Pérez de los Cobos. Lamentablemente, con esta entrada de la extrema derecha se está viendo que hay una minoría de gente que cree las instituciones del Estado como propias. Y hay una parte minoritaria de determinados poderes que no soporta que UP esté en el Gobierno y legisle a favor de las mayorías sociales. Están tratando de tensionar las instituciones de una forma antidemocrática.

Hace un año se estaban negociando los ayuntamientos. Vivieron una pérdida muy importante de consistorios por parte de En Marea. ¿Teme una bajada tan significativa en las autonómicas?

No, en absoluto. Mi preocupación fundamental es que entre el conjunto de fuerzas progresistas sumemos para acabar con Feijóo. Por lo demás, la gente sabe algo muy importante en política: que nosotros cumplimos. Es cierto que vivimos un proceso tumultuoso hace un tiempo, de maduración muy rápida, pero la gente sabe perfectamente que cumplimos. Aspiramos a liderar el cambio en Galicia y tener la Presidencia.

Se acaba de aprobar el Ingreso Mínimo Vital y se ha abierto el debate de si lo deben gestionar las autonomías. ¿Galicia debe tener esta competenncia? ¿Qué le parece que sectores de la derecha le llamen “la paguita”?

El ministro Escrivá ha sido muy claro y ha dicho que este tipo de rentas tienen que ser complementarias. Más allá de eso, parece casi cómico y un insulto, es la dinámica de Feijóo en estos últimos setenta días, que un presidente de una autonomía que se ha desentendido totalmente de política sociales y que ha hecho del RISGA una renta escuálida ahora se quiera aprovechar de algo que es una medida histórica y que se hace con una ingente movilización de recursos públicos por parte del Estado. Lo que ha hecho Feijóo es privatizar las residencias y una parte importante de la Sanidad. Ha hecho de Galicia el laboratorio de las peores políticas neoliberales: corrupción, recortes y privatizaciones.

¿Hay solución para el cierre de Alcoa?

Claro que sí. Hemos sido muy claros. La semana pasada presentamos un plan de rescate. Hemos hecho un llamamiento para que todas las administraciones con competencias se impliquen. Sabemos que desde el Ministerio de Industria hay sensibilidad y se lleva trabajando tiempo, creemos que hay que hacer esfuerzo. También decimos que el artículo 30 del Estatuto gallego dice que la Xunta tiene competencias plenas en materia industrial. ¿Qué ha hecho Feijóo en los últimos diez años para apoyar plantas como la de Alcoa? Absolutamente nada. En el ámbito gallego tiene que haber un Gobierno que apueste de forma decidida por la intervención pública de la economía y de los sectores industriales. La situación de Alcoa hay que solucionarla de forma inmediata. Exigimos a Feijóo que no ponga palos en las ruedas, que colabore. 

Hablando de futuro, después de las elecciones gallegas, pase lo que pase y aunque no gobierne, ¿se va a ir al Parlamento de Galicia o se va a quedar en el Congreso?

Por supuesto, todo mi trabajo y mi energía van a estar en Galicia. En Galicia este ciclo empezó en 2014 y 2015, mucha de la gente que estábamos en Galicia En Común nos parecía fundamental el reto municipalista. Pero, sobre todo, nos parecía el elemento central cambiar nuestro país, Galicia. Espero cambiar Galicia desde el Consejo de Gobierno a partir del 12 de julio, desde Galicia con un Gobierno pensado desde y para Galicia.

  Gómez-ReinoSERGI GONZÁLEZ

¿Y el Gobierno de PSOE-UP en Madrid durará cuatro años?

Absolutamente convencido. Soy consciente, y hablando con diferentes dirigentes y ministros, de que hay total compromiso del mantenimiento de la fórmula de Gobierno de coalición. Está siendo para los más escépticos de la izquierda y para la derecha sorprendentemente positiva la dinámica del Gobierno. Estamos en un momento histórico en el que no podemos dejar ningún tipo de resquicio a la extrema derecha y al neoliberalismo que nos ha hecho tanto daño como sociedad. Estoy convencido de que vamos a tener tres años de gobierno más. Y digo que el ciclo político iniciado con la moción de censura a Rajoy se va a perpetuar con el tiempo en el conjunto del Estado español.

Lamentablemente la derecha española ha sido poco ilustrada

Cada vez hay más críticas desde la derecha al papel del doctor Simón. ¿Cómo le parece que lo ha hecho?

Lamentablemente las derechas en general, y en particular la española, han sido poco ilustradas. Poco cuidadosas con la academia, con el saber, con el conocimiento científico, con los ámbitos culturales. Es una carencia que tenemos como país y que lamentablemente en los momentos difíciles afloran de forma más importante. Y esa carencia se vuelve a ver con esa cerrazón y persecución fácil que hace la derecha española de Fernando Simón. Le hace a uno recordar aquello que decía Panero de que la derecha nos hace pensar que estamos en un país de follaburros.

Estamos ante un virus del cual no conocíamos nada, el origen es un mercado en China. ¿Cómo es pasarlo?

Como todo en la vida, hay clases, condiciones materiales de existencia y diferentes situaciones. Vivir el coronavirus si tienes una casa, una seguridad laboral y un hospital cerca que sabes que te va a cuidar se lleva mejor. No tuve una sintomatología muy severa, pero severa o no, si tienes que compartir un piso de 25 metros cuadrados, si no tienes acceso a la sanidad como en otros países o si tienes una situación familiar complicada, siempre es más difícil. En lo personal, es evidente que como todo proceso vírico se vive con incertezas, sin saber cuáles pueden ser las consecuencias, pero afortunadamente día tras día me iba tranquilizando saber que había un montón de gente en el ámbito sanitario y científico que poco a poco nos iban dando certezas de cómo superar la crisis. Estamos en una situación difícil pero mucho mejor.