Qué está pasando con Vox en Andalucía
Los de Abascal pueden hasta doblar sus escaños, según los sondeos, y serán imprescindibles para el PP en San Telmo.
Andalucía fue la primera gran sorpresa de Vox. En las elecciones de 2018 entraron por primera vez en un Parlamento autonómico, y fue el laboratorio del primer pacto de investidura a tres bandas con el PP y Cs. Y casi cuatro años después los de Santiago Abascal aspiran todavía a más, con la posibilidad de doblar sus escaños, a juicio de las encuestas, y con casi todas las posibilidades de formar un Gobierno de coalición con Juanma Moreno.
Las próximas elecciones andaluzas serán vitales en el ciclo electoral. Esta comunidad es la más poblada de España y es clave para el futuro Gobierno de la nación (es donde más diputados se reparten). Lo que pase en el sur marcará mucho el norte de la situación política, en un momento en el que, además, el PP se está creciendo con la llegada de Alberto Núñez Feijóo.
Pero en los cuarteles generales tanto del PP como del PSOE hay una sensación extendida: Vox está muy fuerte. Lejos del miedo, los andaluces podrían votarles mucho más que hace casi cuatro años. La radiografía que dibuja el último barómetro del Centra (el CIS andaluz) es la siguiente en la urnas: PP (43-44 diputados), PSOE (30-31), Vox (22), Unidas Podemos (10), Ciudadanos (1-2), Adelante Andalucía (0-1) y Pacma (0-1).
Fijándose en la ultraderecha, los de Abascal, por tanto, podrían tener hasta diez diputados más de los 12 que lograron, pasando en intención de voto, según este barómetro, del 11% logrado en las últimas elecciones a un 19% (ocho puntos más). Esto lo dejaría en tercera posición y siendo imprescindible para que el PP pudiera sumar mayoría absoluta para lograr el Palacio de San Telmo. Vox tendría así la posibilidad de reeditar lo que ha pasado en Castilla y León, donde han arañado una Vicepresidencia y tres consejerías.
Esta pujanza no sólo la refleja esta encuesta. La última de NC Report para La Razón publicada esta semana, vaticina este escenario: PP (45-47), PSOE (31-33), Vox (17-18), UP (9-10), Adelante Andalucía (2-3) y Cs (1-3). En el equipo de Juanma Moreno sueñan con que Vox no tenga entonces la suficiente fuerza para imponer su entrada en el Ejecutivo, pero esta sensación también la tuvo Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León y luego los resultados les llevaron a la coalición. Uno de los problemas que se detectan siempre en las encuestas es que Vox luego tiene más fuerza en las urnas.
Andalucía se ha convertido en uno de los puntales de Vox, a pesar de los problemas internos y la salida del juez Franciso Serrano, que dejó el escaño en el Parlamento regional al abrir diligencias el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía contra él por fraude en subvenciones y estafa. Desde entonces ha sido Manuel Gavira el portavoz y en las sombras se ha movido Macarena Olona, como candidata in pectore. Todavía falta por tomar la decisión final, pero lo que tiene claro la ultraderecha es que su marca tiene tirón por sí sola (como se ve en las encuestas andaluzas y se ha comprobado en Castilla y León con el desconocido Juan García-Gallardo).
Vox también mostró su pulso en la última cita en las urnas en Andalucía en las generales del 10-N de 2019, entonces se quedaron a punto de hacerle el sorpasso al Partido Popular (se quedaron a 8.000 votos de los populares y arrancaron el 20,61% de sufragios en esta autonomía). De hecho, entonces los de Abascal superaron al PP en la mitad de las provincias -Almería, Cádiz, Huelva y Sevilla-
El partido ultra ha conseguido durante este tiempo adentrarse mucho en el ámbito rural, un espacio que siempre ha dominado el PSOE en la comunidad. De hecho cargos municipales y locales socialistas llevan tiempo advirtiendo a la dirección de que la ultraderecha está calando en capas en las que no entraba el PP. Los de Abascal han logrado irrumpir en estas zonas con mensajes relacionados con la caza, por ejemplo, y los toros.
Además, la ultraderecha quiere lograr capitalizar el descontento social, como el malestar entre transportistas y agricultores, estos dos sectores son especialmente importantes en Andalucía y de ellos dependen muchos puestos de trabajo. Por ejemplo, Vox arrasa en la zona de El Ejido en Almería, que es la huerta de Europa con los invernaderos.
La ultraderecha está dándole cada vez más importancia en su discurso a los temas económicos, como ha hecho Marine Le Pen en Francia. Quieren suavizar su imagen y apelar al bolsillo de los votantes, para conseguir ampliar sus bolsas de electorado. Con una inflación disparada, los ciudadanos notan cómo baja cada vez más su nivel adquisitivo. De hecho en el último barómetro del Centra se reflejan cuáles son los principales problemas para los andaluces: el paro (53,8%), carestía de la vida (7,4%), mal funcionamiento de la economía en general (4,4%), insatisfacción con el Gobierno central (3,3%) e insatisfacción con los políticos (2,6%).
Uno de los objetivos de Abascal es lograr adentrarse en las clases obreras. No es casual que haya organizado el próximo domingo, Día de los Trabajadores, una manifestación en Cádiz, junto al sindicato lanzado por el partido (Solidaridad). El lema es “Reconquistarlo todo” y acudirá el mismo líder de la ultraderecha española, partiendo desde la Avenida de los Astilleros. De esta manera quiere calentar la calle y el voto.
Los mensajes que ha lanzado Vox en las últimas semanas en el Parlamento de Andalucía van en esa dirección, apelando al sector primario y pidiendo al resto de fuerzas dejar de lado “agendas globalistas que no están a favor de España” y criticando la falta de estructura “productiva e industrial”. Esto conecta precisamente con el discurso de Le Pen, que ha conseguido sus mejores resultados en la Francia desindustrializada.
Además, Abascal ha ahondado mucho en el tema de la inmigración y quiere captar muchos votos en una comunidad fronteriza. Durante la masiva crisis migratoria en Ceuta, el propio líder de Vox se marchó hasta Algeciras para apoyar a las fuerzas armadas y mostrar su duro discurso en un tema muy sensible en las zonas costeras.
Vox, en ascenso en Andalucía. Y con un objetivo: entrar en la Junta de Andalucía.