Alemania lidera el envío de armas a Ucrania desde Europa
Bélgica y Países Bajos también anuncian la entrega de armamento.
El Gobierno alemán ha intensificado significativamente este sábado sus maniobras de presión sobre Rusia, primero al aprobar el envío de 1.000 armas antitanque y 500 misiles Stinger en lo que supone una excepción histórica a su prohibición de exportar armas nacionales a zonas de conflicto, y a plantearse abiertamente la suspensión “selectiva” de Rusia del sistema financiero SWIFT, una de las sanciones económicas más devastadoras.
El primer anuncio fue realizado por la ministra de Exteriores Alemana, Annalena Baerbock, y el vicecanciller alemán, Robert Habeck, coincidiendo con la visita a Berlín del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, quien antes había recriminado el “egoísmo” exhibido por varios países europeos en su ayuda a Ucrania.
Finalmente, el canciller del país, Olaf Scholz, ha ratificado la primera remesa de este armamento. “El ataque ruso marca un punto de inflexión y nuestro deber hacer todo lo posible para ayudar a Ucrania a defenderse del ejército invasor de Putin”, ha hecho saber en su cuenta de Twitter.
“Es por eso que estamos suministrando 1.000 armas antitanque y 500 misiles Stinger a nuestros amigos en Ucrania”, ha confirmado el mandatario.
Baerbock y Habeck habían reconocido que, “después de vergonzoso ataque de Rusia, Ucrania debe ejercer su derecho inalienable a la legítima defensa” y, por lo tanto, “el Gobierno Federal apoyará a Ucrania en el suministro de material que se necesita con urgencia”, según el comunicado conjunto, recogido por ‘Der Spiegel’.
Asimismo, el canciller Scholz también habría dado permiso a Estonia para entregar antiguos obuses de la extinta República Democrática Alemana, así como 14 vehículos blindados “con fines de evacuación” y 10.000 toneladas de combustible a través de Polonia, según fuentes del Gobierno al ‘Bild’.
Si bien puede hablarse de una excepción histórica en la política de exportación de armas de Alemania, en vigor desde 1990, organismos como el Instituto de Investigación para la Paz de Fráncfort (PRIF) señalan que diferentes gobiernos alemanes la han incumplido subrrepticiamente al permitir tanto la exportación de material de doble uso cívico-militar como ciertas remesas de armas a países del tercer mundo en situación de conflicto.
No obstante y con esta decisión, Alemania se incorpora así a la doctrina de asistencia militar a Ucrania a la que se han sumado varios países europeos, como Suecia, Bélgica, Eslovaquia, República Checa o Polonia, así como Estados Unidos.
El cambio podría significar un rápido aumento de la asistencia militar europea para Ucrania, ya que una gran parte de las armas y municiones del continente son, al menos en parte, fabricadas en Alemania, lo que le da a Berlín el control legal sobre su transferencia.
El presidente ucraniano Zelenski ha agradecido el envío a través de Twitter:
Bélgica, por su parte, enviará 2.000 metralletas y 3.800 toneladas de combustible. Así lo ha anunciado el primer ministro belga, Alexander De Croo, en un mensaje compartido en la red social Twitter, en el que detalló que las autoridades ucranianas contactaron con las belgas para solicitar combustible que suministrar a su ejército.
“Nuestro país ha aceptado y suministrará 3.800 toneladas de combustible. Bélgica también enviará 2.000 metralletas al ejército ucraniano”, informó el primer ministro belga, quien además aseguró que el país está llevando a cabo un “análisis más en profundidad” de las peticiones de Kiev.
El Gobierno de Países Bajos también ha anunciado este sábado el envío a Ucrania de 200 misiles tierra-aire de tipo Stinger “lo antes posible”.
En una carta al Parlamento neerlandés, la ministra de Defensa, Kajsa Ollongren, explicó que se hizo una “revisión de los criterios de exportación de armas cuidadosa, pero abreviada, en vista de las circunstancias excepcionales” y se decidió entregar material militar adicional a Ucrania “destinado a la autodefensa de los ataques” de Rusia.
Los misiles Stinger miden 1,5 metros de largo y pesan más de 16 kilos, pero tienen una velocidad de 2.400 kilómetros por hora y pueden usarse en objetivos dentro de un radio de hasta 5 kilómetros.
Estos misiles se suman a otro material prometido por La Haya a Kiev, como 3.000 cascos de combate y 2.000 chalecos con placas de blindaje; 30 detectores de metales y dos robots de detección de minas guiados por cable; dos radares de vigilancia y cinco de localización de armas; así como 100 rifles de francotirador con 30.000 piezas de munición.