7 reglas que te ayudarán a salir feliz de una tienda de vinos
¿Cuándo fue la última vez que entraste en una tienda de vinos?
Si no eres un aficionado a este mundillo, probablemente hace mucho tiempo. Incluso puede que nunca hayas visto una por dentro. Igual hasta piensas que es un sitio al que sólo acuden los más "frikis" y sobre todo, gente que tiene mucha pasta.
¿Te imaginas entrar en una de estas tiendas y salir con la seguridad de que has hecho una buena compra? Mejor aún, una buena compra que vas a disfrutar a tope.
Te aseguro que no es nada difícil. Cuando termines este artículo estarás, por completo, en disposición de conseguirlo. Buenos vinos a buen precio.
Por supuesto, vinos que tienen la característica común a todos los vinos de calidad.
¿Te animas a acompañarme? Sólo serán tres minutos, pero muy bien empleados.
Empecemos.
Fija un presupuesto con antelación
Puede que te suene a Perogrullo, pero es lo más importante.
Antes de entrar en la tienda, debes fijar lo que te quieres gastar. Te daré algunas pistas de cuál puede ser tu presupuesto, dependiendo de para qué quieres esas botellas.
Si te gusta tomarte una copa en las comidas a diario, como suelo hacer yo, puedes encontrar vinos muy buenos entre seis y diez euros. Teniendo en cuenta que de una botella salen unas seis copas, esto supone un gasto diario máximo de un euro con setenta céntimos. No es una fortuna, ¿verdad? Especialmente para disfrutar de un buen vino.
Para una ocasión especial el presupuesto está mucho más abierto, depende fundamentalmente de tus posibilidades económicas. Pero es razonable situarlo entre los diez y los veinte euros.
En este rango, hay vinos excelentes, especialmente elaborados en España y también en Argentina y Chile. Son tres países en los que la relación calidad precio es muy buena, si se conoce alguna buena bodega o se tiene un asesoramiento adecuado.
Ya empezamos, estarás pensando. ¿Y de dónde saco yo un "asesoramiento adecuado"?
Paciencia, todo a su tiempo. Déjame que te lo explique. Es sólo la primera regla de siete.
Recuerda que te pedí tres minutos. Ahora verás.
Ten una tienda de confianza
Esta es una de las reglas más importantes. Busca una buena tienda a la que puedas ir de vez en cuando. Si es posible una de tamaño mediano, en la que tengan suficiente variedad y dónde puedas coincidir con frecuencia con el mismo tendero.
Lo primero es muy importante. En el momento en que te aficiones al vino y si sigues mis instrucciones, ten por seguro que los harás, necesitarás ir variando, probar cosas nuevas. Esto sólo lo puedes conseguir si la oferta de vinos de la tienda es suficientemente amplia.
El coincidir siempre con la misma persona que te atiende es también importante. De esa forma irá conociendo tus gustos cada vez mejor y te asesorará personalmente. Por eso no te recomiendo una tienda grande, en la que el personal suele rotar con mucha mayor frecuencia. Ahí es imposible que te conozcan y el trato suele ser mucho más impersonal.
En tu tienda de confianza sabrán también cuanto te sueles gastar, por lo que sus recomendaciones se ajustarán normalmente a tus posibilidades.
Conoce cuál es la especialidad de la tienda
Tener una tienda de confianza, tiene además la ventaja de que en poco tiempo sabrás cuáles son los vinos que más le gustan. También es bueno saber en qué regiones tienen mejores contactos.
No es difícil de saber cuál es, basta echar un vistazo por las estanterías y verás que hay algún grupo de botellas del que hay más de lo normal.
En Enoteca Barolo en Madrid, una de las tiendas a las que suelo ir con cierta frecuencia, conocen bien los vinos italianos, por ejemplo. Tienen variedad y suelen tener botellas muy interesantes a buen precio.
Cuándo quiero salirme un poco de lo más habitual, le digo a Miguel que me recomiende algo diferente y suelo llevarme muy agradables sorpresas.
Otra de mis tiendas habituales es La Tintorería, también en Madrid. Allí encuentro una excelente variedad de vinos gallegos y del Bierzo. Muy buenos vinos franceses a buen precio, también.
Donde hay variedad, sueles poder encontrar vinos que te van a gustar, sin atacar la cartera en exceso.
Normalmente la especialidad de la tienda es una zona que gusta al dueño y a la que le dedica tiempo y cariño. ¿Por qué no aprovecharlo?
Elige vinos de uvas y regiones poco conocidas
Beber siempre un tempranillo de La Rioja o Ribera del Duero es un poco aburrido, pero además tiene otra pega. Los vinos realmente buenos de esas denominaciones de origen suelen tener mucha fama y un precio que suele estar en consonancia con su prestigio.
Arriesgar en este punto, bebiendo vinos diferentes, no sólo es bueno para conocer más y descubrir nuevos sabores, sino también para tu bolsillo.
Claro que, arriesgar para después elegir un vino que no te guste es la peor inversión que puedes hacer tanto en términos económicos como de disfrute.
Por eso el consejo que te di antes, sobre tener una tienda de confianza, es tan importante. Así puedes comprar vinos diferentes sin problema alguno, seguro de que el que te va a ayudar a elegir conoce tus gustos.
La próxima vez, ¿por qué no un rufete de la Sierra de Salamanca? O una Mencía del Bierzo, que se adapta a muchos gustos y todavía no han alcanzado la fama que merecen.
Disfrutar, experimentar y conocer. Todo ello a buen precio. ¿Por qué no?
Ten en cuenta la comida con la que vas a acompañar el vino
Es importante saber con qué comida vas a acompañar el vino, ya que hay algunas combinaciones muy arriesgadas. Comida picante con un vino alcohólico, por ejemplo, puede hacer que te arda la boca.
Los vinos de diario es mejor que los elijas con unas cualidades medias. No es una buena idea, por ejemplo, un tinto de Toro. Su intensidad hará que las comidas no te sepan a nada. A no ser que comas cochinillo o cordero asado a diario.
Hay tintos de Madrid, o como te decía antes, en el Bierzo, que se acomodan a una gran variedad de platos, sin tener que pensar mucho.
Para las ocasiones especiales es bueno afinar un poco más y aquí una vez más el consejo de un experto es fundamental. ¡Déjate asesorar! Tú limítate a disfrutar.
Si el vino es para una celebración, los números son importantes
Son importantes y no sólo por el dinero. Es bueno calcular, aunque sea por encima el número de botellas que necesitas. Especialmente en las celebraciones, en las que el presupuesto que se suele dedicar es algo mayor.
Sabiendo que en una botella hay seis copas, una botella para cada dos personas es una regla que suele funcionar con holgura. Debes tener en cuenta, además, que no todo el mundo bebe vino, por lo que debería sobrar algo.
De todas maneras la experiencia es fundamental, no todos los grupos beben lo mismo, ni las mismas cantidades.
Aun así, te diré que dos botellas por persona es lo que yo calculo habitualmente y suele funcionarme sin problema, con grupos muy diversos.
Se creativo, sal de tu zona de confort
La última regla para salir feliz de una tienda de vinos es que varíes con frecuencia, que no te limites a lo que sabes seguro que te gusta.
Arriesgando vas a beber algún vino que no te va a entusiasmar, no te engaño. Pero estará más que compensado por la alegría de descubrir un vino diferente y que te emocione. Si sigues mis consejos pasará con mucha más frecuencia de lo que te imaginas.
Además, comprobarás la gran verdad que hay en la característica común a los vinos de calidad.
Los tres minutos que te pedí han finalizado. Espero haberte sido útil ¡Muchas gracias!
Nos vemos la semana próxima.