'Supervivientes': 16 razones por las que Francisco nos representa (aunque no lo sepamos)
Un golpe de realismo se vuelve imprescindible.
Francisco comenzó la edición de Supervivientes 2018 (Telecinco) como uno de los personajes más controvertidos de la isla, involucrado en continuos enfrentamientos con Sofía Suescun, aunque ahora ambos son inseparables. Sin embargo, a medida que ha avanzado el concurso, el cantante se ha convertido en uno de los participantes de peso del reality, en el que se ha salvado de varias nominaciones.
El valenciano se ha ganado poco a poco la simpatía de la audiencia del programa, a pesar de que se ha metido en el barro de la mayoría de las polémicas. Aun así, finalmente, el artista ha logrado generar empatía en la audiencia por varios motivos:
1. A todos nos saca de quicio ese tipo de persona que nos dice algo negativo al tiempo que luce una amplia sonrisa. En el caso de Francisco, la misma persona que se quejaba en una gala en directo —ante más de cuatro millones de personas— de que él dejaba la letrina sucia, y aseguraba que prefirió no decírselo a él en privado por no incomodarlo ni generar "una situación violenta": María Jesús Ruiz, con quien sigue discutiendo cada gala.
2. Pasar un momento difícil y sentirse solo porque los demás le restan importancia es normal. Francisco "perdía la salud por el ano" —si utilizamos la expresión de María Jesús— y sus compañeros aprovecharon su momento más bajo (su gastroenteritis) para atacarlo.
3. Porque la convivencia siempre tiene su parte complicada y compartir tu tiempo con una ganadora de Gran Hermano, un influencer, un vidente, una Miss España y un extronista de Mujeres y Hombres y Viceversa (sí, todos juntos y revueltos) no puede ser sano cuando eres un hombre en busca la paz interior.
4. Porque todos hemos tenido esa sensación de querer pasar desapercibidos cuando empezamos nuestra etapa en el gimnasio, y entre tanto músculo y torso trabajado, un golpe de realismo se vuelve imprescindible.
5. Porque todos hemos gastado una broma pesada alguna vez y hemos acabado provocando gestos como el de María Jesús Ruiz (cuando le mordió la tortuga con la que Francisco intentó asustarla), pero sin ninguna mala intención. Sólo por el placer de echarnos unas risas.
6. Porque todos algún día nos hemos levantado con ganas de hablar, como si hubiéramos 'desayunado lengua', y nos lo han echado en cara ordenándonos callar. A Francisco le pasó con Alberto Isla, cuando tuvieron que estar 24 horas unidos por una cuerda. No todo el mundo soporta las conversaciones mañaneras.
7. Todos hemos querido llorar cuando hemos perdido algo con valor sentimental, especialmente si se lo ha llevado el mar. Tanto como Francisco cuando no encontraba el amuleto que siempre llevaba al cuello y que se tragó el agua de Honduras.
8. Todo el mundo ha tragado agua (aunque fuese a los cinco años) al utilizar el tubo de las gafas de bucear por primera vez. Francisco tampoco entendió el funcionamiento cuando intentó estrenarse con la pesca y probó el agua salada de la isla a bocajarro.
9. ¿Quién no ha querido mandar callar (o directamente ha silenciado) a ese grupo de chicos molestos en el cine o la biblioteca? Y lo hemos hecho con el mismo gesto que Francisco cuando todos hablan por encima de él en la Palapa. Primero das la voz de alarma con un gesto nervioso, de contención, y luego viene la explosión...
10. Porque cualquiera puede dar la sensación de haber perdido el juicio cuando se levanta insomne.
11. Porque le costó aprenderse el nombre de algunos compañeros una cantidad de tiempo sobrenatural, y fallaba más que una escopeta de feria. Y eso no es tan extraño en la vida real, cuando somos los nuevos en alguna parte y cambiamos el nombre a todo el mundo.
12. Porque cuando nos ponemos a cocinar absolutamente nadie puede cuestionar nuestros métodos o el resultado final sin herir nuestros sentimientos. Y además, los juicios de los chicos de la isla sobre el arroz del cantante es lo que muchos llamarían mala educación. Incluso más para un valenciano.
13. Porque, a pesar de que sus rivales intenten tergiversar la situación, cuando tenemos delante una persona ejerciendo el papel de mosca c... diciéndote que cocinas mal o que lo hagas de otra forma y tenemos un machete en la mano, todos haríamos el mismo chiste, CHISTE: "No me provoques, que mira lo que tengo en la mano". Con más o menos gracia, pero DE BROMA. Y algunos supervivientes intentaron confundir con eso —lo que les costó una bronca del presentador—, pero por suerte la audiencia entendió el tono.
14. Porque todos adoramos a Raquel Mosquera. Y él también.
15. Porque nadie se resiste a cantar cuando encuentras un lugar que te devuelve el eco. Y con una voz con la potencia de la suya, menos.
16. Porque todos hemos sido víctima de la marca excesiva del sol y el bañador... y luego la hemos mostrado orgullosos.