Nieva sobre refugiado
Una tormenta de nieve en el valle de la Bekaa ha hecho extremas las condiciones, ya difíciles, del invierno del Oriente Medio. Hay un millón doscientos mil refugiados sirios en esa zona de Líbano durmiendo prácticamente al raso, sin ropa ni calzado.
Utilizo el juego de palabras que usamos en castellano para resaltar lo terrible que es que a las miles de personas desplazadas de sus hogares, de los que han huido sin nada, que viven y cuidan de sus hijos en tiendas de campaña vacías, ahora les caiga encima el invierno gélido.
Una tormenta de nieve en el valle de la Bekaa ha hecho extremas las condiciones, ya difíciles, del invierno del Oriente Medio. Hay un millón doscientos mil refugiados sirios en esa zona de Líbano durmiendo prácticamente al raso, sin ropa ni calzado.
La poca que tenían la están quemando para calentarse. Se dice pronto. Prácticamente la población de Barcelona.
Tres niños han muerto por hipotermia sin que nadie pudiera hacer nada, por falta de todo. Hace mucho frío en Oriente medio, físico y político.
En diciembre se detuvo el programa de alimentos, ahora cae la nieve. Es insoportable. Me pregunto si podrían hacer algún esfuerzo extraordinario los líderes nacionales y mundiales, reunidos habitualmente en confortables cumbres que discuten sobre la situación de estas personas.
Es probable que si pasasen, una noche tan solo junto a ellas, en las mismas e inhumanas condiciones, se les ocurriría alguna idea.
Seguro.