La sequía amenaza con un subidón de precios en estas verduras y frutas
¿Puede la escasez de lluvia convertirlas en artículos de lujo?
La sequía ha puesto al campo español en una situación crítica, que espera las medidas con las que afrontar un futuro que se dibuja con poca lluvia y que permitan paliar las pérdidas causadas por la falta de agua. Mientras llegan las soluciones a un estado de emergencia, las frutas y las verduras se han convertido en un producto de consumo de lujo, con subidas notables de precio.
Solo en marzo, el precio de las legumbres y las hortalizas frescas se ha disparado más de un 27 % interanual y casi un 6 % si lo comparamos con el mes pasado. Y esta escalada, también afecta a los productos preparados. Para el portavoz de la Ejecutiva de COAG, Andrés Góngora, la subida de precios es la única alternativa que maneja el sector primario, y en concreto el hortofrutícola, para hacer frente a todas las coyunturas por las que atraviesan los productores.
¿Quién puede, con estos precios, cumplir la dieta de las cinco piezas de fruta al día?, se preguntan en el podcast La Granja de El Economista, quienes alertan que es posible que este verano se puedan producir casos de desabastecimiento en algunos productos, como puede ser el de las frutas de hueso o los cítricos.
Esta situación, recuerdan, nos remite al caso del precio del melón y la sandía del verano pasado, que llegaron a alcanzar los 12 y 13 euros por la finalización de la temporada marroquí, el retraso de la cosecha por las lluvias y las bajas temperaturas de primavera.
A pesar de que los períodos de sequía suelen ocurrir de forma periódica y que la escasez de lluvias ha dejado de ser una tendencia para convertirse en una realidad, la adaptación del campo se convierte en la solución más viable para luchar contra estas derivadas del cambio climático.
Para Emilio Camacho, investigador que forma parte del comité de expertos de la sequía nombrado por la Junta de Andalucía, los efectos de la falta de lluvia en los cultivos se pueden paliar con el uso de "las nuevas tecnologías y el seguimiento a través de imágenes". Esto permitiría que los consumidores no terminen viendo a las frutas y las verduras convertidas en artículos de lujo.