Qué es la estanflación y por qué esta dejando al Reino Unido al borde del caos
El gobierno de Rishi Sunak se enfrenta ahora a la urgencia de tomar medidas para revertir esta tendencia negativa de la economía británica.
En un contexto económico tan agitado como el actual, principalmente por la guerra en Ucrania, el Reino Unido se enfrenta a una amenaza inminente: la estanflación, un término que no es nuevo ni mucho menos, pero que pone al país al borde del caos y genera incertidumbre entre ciudadanos y expertos financieros.
La estanflación (palabra que surge al combinar los términos estancación e inflación) es un fenómeno económico que se caracteriza por el estancamiento en el crecimiento económico de un país y una alta tasa de inflación, algo que los principales indicativos de la economía del Reino Unido han venido registrando estos meses, y sus raíces se encuentran en una combinación de factores complejos, como apunta El Economista.
Por un lado, el país que gobierna Rishi Sunak ha experimentado una desaceleración, económica, con un crecimiento del PIB en el último trimestre del 0,3 %, la tasa más baja desde la crisis financiera de 2008. Sectores clave como la manufactura y los servicios financieros han registrado caídas significativas, con disminuciones del 2,5 % y el 1,8 % respectivamente.
Sin embargo, lo que agrava aún más la situación es la inflación subyacente que afecta al Reino Unido. Los precios de los bienes y servicios han experimentado un incremento constante en los últimos meses, con una tasa interanual del 5,2 %, la más alta en más de una década. Este aumento se ha visto impulsado por el encarecimiento de las materias primas, como petróleo y metales, que han subido un 15 % y un 10 % respectivamente. Además, el coste de la energía ha aumentado un 8 %, lo que ha empujado aún más los precios al alza.
Esta inflación ha golpeado especialmente a los consumidores británicos, que afrontan una reducción de su poder adquisitivo mientras el coste de la vida se dispara. El precio medio de los alimentos ha aumentado un 7,5 % en el último año y el precio de la vivienda un 10 %, lo que dificulta aún más el acceso a una.
La combinación de estancamiento e inflación, por otro lado, ha creado un círculo vicioso y peligroso. El bajo crecimiento elevado el nivel de paro, que se sitúa en el 7,9 %, con más de 1,5 millones de parados. El desempleo y la incertidumbre laboral de muchos ciudadanos británicos han impactado negativamente en la demanda interna, lo que a su vez ha debilitado la inversión empresarial. La fija, por ejemplo, ha caído un 4,2% en el último trimestre, lo que demuestra la falta de confianza que tienen las empresas en el panorama económico.
Este escenario ha llevado al Reino Unido al borde del caos económico. Los expertos temen que esta situación desencadene una espiral descendente en la economía, con una contracción aún mayor del crecimiento y un aumento descontrolado de la inflación. Los consumidores, por su parte, se preparan para convivir con precios cada vez más altos mientras desciende el bienestar general.
Ante esta situación crítica, el gobierno de Rishi Sunak se enfrenta ahora a la urgencia de tomar medidas para revertir esta tendencia negativa. La puesta en marcha de políticas fiscales y monetarias adecuadas, así como el fomento de la inversión y la creación de empleo, son acciones necesarias para superar la estanflación y restaurar la estabilidad económica.
De momento, el Banco de Inglaterra anunció este jueves su decimotercera subida consecutiva de los tipos de interés en medio punto, pasando del 4,5 % al 5 %, el nivel más alto desde 2008, a fin de controlar la inflación interanual en Reino Unido.
El Instituto de Estudios Fiscales del Reino Unido (IFS), un influyente laboratorio de ideas, ha alertado de que los aumentos de tipos de interés pueden provocar que cerca de 1,4 millones de británicos con hipoteca pierdan un 20 % de su capacidad económica disponible. Sin embargo, el banco emisor ya ha avisado de que seguirá optando por elevar los tipos mientras detecte señales de presiones inflacionarias.