Pánico a los cierres masivos en el sector porcino por una nueva ley

Pánico a los cierres masivos en el sector porcino por una nueva ley

Saltan las alarmas en el sector.

Imagen de archivo de cerdos.Getty Images

Cierto temor lleva un tiempo sobrevolando al sector ganadero, concretamente, al especializado en el ámbito porcino. Todo se debe a una ley que todavía no ha entrado en vigor, pero que ya ha hecho saltar las alarmas. Se debe a la norma que, en 2025, obligará a las empresas a ampliar sus instalaciones o a reducir el número de ejemplares.

Desde la Asociación Nacional de Productores de Ganado de Porcino (Anprogapor) no han ocultado su malestar, y la presidenta de la sección de la entidad en Segovia, Raquel Conde, incluso adelanta que temen que todo esto se traduzca en cierres de explotaciones españolas, según recoge El Día de Segovia.

Así, en virtud de esa modificación normativa que llegará el año que viene, se ha determinado que la superficie de suelo libre para cada lechón destetado -cría- o cerdo de producción criado en grupo deberá ser como mínimo de 0,2 metros cuadrados en animales con un peso vivo de hasta diez kilos. A partir de ahí, esa superficie va ampliándose proporcionalmente con el peso. De 024 entre 10 y 20 kilos, de 0,3 entre 20 y 30 kilos, de 0,45 entre 30 y 50, de 0,65 entre 50 y 85, etc.

Defienden que las explotaciones no están preparadas aún para el cambio inminente

En este sentido, desde el colectivo han advertido de que sí, creen que estas son las líneas a adoptar en el futuro, pero creen que muchas explotaciones no están preparadas para un cambio tan rápido, sobre todo por la falta de espacio para ampliar las instalaciones: "Aunque consideramos que esta disposición del Real Decreto 159/2023 marca el camino que el sector debe cumplir, en la actualidad no se está preparado para soportar un impacto tan importante a nivel de reducción de producción, reducción de renta agraria y desajuste entre capacidad productora y capacidad industrial de España".

Titania
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Santander

Desde Anprogapor esgrimen que "además, esto produciría una reducción de la rentabilidad por el incremento de los costes fijos de la granja". El gran problema no es solo la carencia de terrenos para proceder a dicha ampliación, sino los requisitos que conllevan las nuevas dimensiones de esas explotaciones ganaderas: "El mayor problema no es el que haya que ampliar instalaciones, que por supuesto tiene un coste, el problema es que para poder ampliar instalaciones hay que cumplir unos requisitos que muchísimas granjas no pueden cumplir".