Luz verde al tobogán español de tres kilómetros que pelea por ser el más largo del mundo
Panticosa ultima los trámites para comenzar la construcción.
Con la llegada de la primavera concluye la temporada de esquí y el Pirineo avanza ya los trabajos para conseguir desestacionalizar su turismo y dejar de depender únicamente de la nieve. Para ello, Panticosa ultima los trámites para comenzar la construcción de su nuevo tobogán gigante, que será uno de los más largos y empinados del mundo.
Este proyecto se enmarca en el Plan Pirineos -diseñado por el Gobierno de Jorge Azcón y que se financiará únicamente con fondos propios del Ejecutivo- y acaba de recibir la autorización de impacto ambiental tras subsanar y dar respuesta a los requerimientos del Inaga, un trámite que se ha prolongado durante prácticamente dos años y medio, según ha informado Aragón Digital.
Así, se ha diseñado un tobogán por monorraíl entre la estación de esquí de Formigal-Panticosa hasta el aparcamiento de las propias instalaciones, el recorrido abarca casi tres kilómetros de longitud. Se trata de un sistema de tobogán de montaña que funciona por gravedad del mismo modo que una montaña rusa convencional, con la diferencia de que la instalación está en un entorno natural.
En este tobogán de montaña con sistema monorrail, el trineo corre sobre rieles y no puede salirse de la pista. El circuito aprovecha los remontes existentes y el recorrido dispondrá de varias zonas con distintos atractivos, punto fotográfico y curvas de distinta velocidad e inclinación.
Los vehículos, que funcionarán solamente impulsados por la gravedad, tendrán espacio para un adulto y un niño de hasta ocho años, con cinturones de seguridad separados y amortiguadores de goma en las partes delantera y trasera para amortiguar parte de la energía en el momento del impacto. Se estima una afluencia media de 5.000 personas al mes, con mayor afluencia en julio y agosto.