Los jefes de Carbonell ponen fecha a la bajada del aceite de oliva
Ignacio Silva: "Se tendría que vender caro, porque es un producto que cuesta mucho extraer y es de gran calidad".
El aceite de oliva es uno de los productos más afectados por la espiral inflacionista que afecta a España y a otras economías, fruto de la guerra en Ucrania y la inestabilidad que se vive en diferentes regiones del planeta, como el reavivado conflicto en Oriente Próximo después del ataque perpetrado por Hamás contra Israel hace dos semanas.
A pesar de las ofertas agresivas que han lanzado muchos supermercados en España y de la bajada del IVA en los productos básicos de la cesta de la compra, una buena parte de los expertos auguran que el precio del aceite de oliva no bajará, al menos, en un plazo corto de tiempo. De hecho, son muchos los economistas que sitúan en 2024 la bajada de precios.
El último en sumarse a esta previsión ha sido el consejero delegado de Deoleo, Ignacio Silva, cuya empresa es la propietaria de marcas de aceite de oliva como Hojiblanca o Carbonell. "No espero una subida de precios del aceite de oliva mayor ya, pero sí una relajación de precios a partir de junio del próximo año", ha asegurado Silva durante su participación en el Congreso Aecoc de Gran Consumo, celebrado en Zaragoza.
En su intervención en el congreso, Silva ha reivindicado el papel que tiene toda la cadena de valor del sector para contener el impacto de la inflación sobre los consumidores. "El valor de la tonelada de aceite de oliva se ha triplicado desde 2019 y, sin embargo, su precio en el supermercado no se ha multiplicado por tres", aseguraba poco antes de avanzar que el grupo Deoleo volverá a subir los precios de sus aceites.
Respecto a la especulación que se está viviendo en los precios del precio de oliva, el presidente de Deoleo ha reclamado que haya un "sistema de producción más transparente" porque la "cadena de valor está totalmente desequilibrada". Según Silva, tal como recoge El Mundo, los 'retailers' "tampoco ganan dinero con el aceite en un país como España", ya que lo utilizan como un "producto gancho" en los lineales.
"Creo que esto no es bueno y no es bueno sobre todo en una categoría como el aceite de oliva, que tendría que ser un producto que se tendría que vender caro, porque es un producto que cuesta mucho extraer y es de gran calidad", ha subrayado.