Los flamencos ponen en riesgo el arroz valenciano
Miles de aves protagonizan una estampa rosada de La Albufera de Valencia. Los arroceros piden ayudas
La presencia de miles de flamencos en el parque natural de La Albufera de Valencia es, posiblemente, una de las imágenes más sorprendentes de esta Navidad en España. Sin embargo, la llegada masiva de estas aves -calculan que este invierno son el doble respecto a 2022- ponen de manifiesto otros problemas del espacio protegido: el aumento del tráfico rodado con curiosos que quieren fotografiarlos y la amenaza que suponen para el cultivo de arroz.
"Estamos asustados, si no se toman medidas antes de la próxima campaña, los flamencos nos van a hacer un daño terrible". Así lo señala el responsable de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), José Pascual Fortea, quien ha lanzado un "mensaje de auxilio" para que la administración tome "cartas en el asunto" y, por ejemplo, controle el crecimiento de una población que este año se ha incrementado hasta los 28.000 ejemplares, según el diario Levante.
Una cifra que, según la organización agraria, amenaza con elevar las pérdidas de un sector que aún recuerda los graves daños ocasionados los últimos años por las bandadas de flamencos. En primavera, pisotearon con tal virulencia los campos recién sembrados que los agricultores no sólo perdieron las plantas sino que, en muchos casos, optaron por no replantar porque la cosecha es tan escasa que no cubre los costes de producción.
"En aquellos arrozales que invadan los flamencos, los agricultores posiblemente pierdan toda la cosecha de un año, lo que supone una auténtica ruina. Ante la próxima campaña, las administraciones han de ser responsables y adelantarse al problema y preparar los planes que sean necesarios para garantizar todas las actividades que preservan este tesoro medioambiental que es la Albufera", apunta el presidente de la asociación agraria, Cristóbal Aguado.
Gestionar el aumento del tráfico rodado
Por otra parte, la concejala del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de València, Elisa Valía, ha pedido a la nueva alcaldesa de la capital valenciana, la popular María José Catalá, que "aumente la frecuencia de autobuses que van a La Albufera con el objetivo de que las personas que quieren ir a ver los flamencos tengan una alternativa real al coche y podamos evitar el colapso del Parque Natural".
"L'Albufera no es una postal a la que acudir a tomar fotos de la puesta de sol o de las bandadas de flamencos, sino un ecosistema muy delicado que necesita de un plan de actuación que tenga en cuenta a todos los actores que lo mantienen vivo", ha expuesto la edil. De esta manera, ha insistido en que la preservación del Parque Natural pasa por reducir también la contaminación generada por el aumento de coches estos días. Un aumento que, por otra parte, la concejala socialista ha planteado que "podría absorber una buena frecuencia de transporte público entre la ciudad y el parque natural".
Valía ha advertido que la llegada de esta especie es un fenómeno que se repite cada año y que cada vez va en aumento como consecuencia del cambio climático, por lo que ha emplazado al Ayuntamiento a crear un plan de actuación con los técnicos del parque que permita tomar medidas de preservación de la fauna y flora local. "Un plan de actuación que tiene que contar con los arroceros para ayudarles a sacar adelante sus cosechas", ha defendido la formación en un comunicado.
"Catalá tiene que tomarse en serio la defensa de nuestro patrimonio natural y entender que es fundamental para protegerlo poner en marcha medidas urgentes que frenen la contaminación y protejan el ecosistema", ha afirmado y ha advertido que "la deriva negacionista del cambio climático y el fomento del uso del coche privado que caracterizan al Gobierno de PP Vox son una amenaza para la supervivencia del humedal".