La maniobra de Gap, Victoria’s Secret y Ralph Lauren para escapar de los temidos aranceles

La maniobra de Gap, Victoria’s Secret y Ralph Lauren para escapar de los temidos aranceles

Un cambio estratégico en sus políticas les permite a estos gigantes de la moda blindarse ante la propuesta del presidente electo de los EEUU, Donald Trump.

Una tienda de GAP en Manhattan.Spencer Platt

La industria de la moda debe enfrentarse a un nuevo desafío global: el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y su propuesta de elevar los aranceles a las importaciones desde China, que podrían dispararse del actual 20% hasta un impactante 60%. Sin embargo, no todos los actores del sector están igual de expuestos. Empresas como pueden ser Gap, Victoria’s Secret y Ralph Lauren llevan años preparando el terreno para esquivar un golpe de este tipo, diversificando su producción hacia otros mercados clave.

Desde 2018, estas empresas han reducido significativamente su dependencia de China, un movimiento que les coloca en una posición ventajosa ante la inminente subida de los aranceles. Gap, según la web Merca2, ha disminuido sus importaciones desde el gigante asiático del 21% al 10%. Ralph Lauren, otro de los grandes nombres de la moda, apenas se abastece de China para el mercado estadounidense, un cambio drástico respecto al 33% de hace unos años. En el caso de Abercrombie & Fitch, su exposición al país asiático se redujo del 25% al 7% en un periodo de cinco años.

China pierde terreno, pero sigue siendo clave

A pesar de esta diversificación, China sigue siendo una pieza importante en la cadena de suministro global. En 2023, el país produjo el 24% de las prendas de vestir y textiles y el 35% del calzado que se importa a Estados Unidos. No obstante, los datos muestran una tendencia clara: las importaciones de ropa desde China cayeron un 38% entre 2018 y 2023, pasando de 40.500 millones de dólares a 25.200 millones.

La estrategia de diversificación de las grandes marcas no se limita a reducir la exposición a los aranceles de Trump. También responde a un cambio en las dinámicas de mercado, con Vietnam, India e Indonesia ganando protagonismo como centros de manufactura. Vietnam, por ejemplo, exportó el 31% del calzado y el 15% de las prendas de vestir que llegaron a Estados Unidos el año pasado, consolidándose como una alternativa sólida.

Un futuro incierto para el retail estadounidense

Mientras marcas como Gap y Levi’s parecen haber jugado bien sus cartas, otras compañías como Nike, Adidas y Puma siguen dependiendo en gran medida de China, lo que podría impactar gravemente en sus costes de producción si se implementan los aranceles prometidos por Trump. Además, existe el temor de que las políticas proteccionistas se extiendan a otros países asiáticos, complicando aún más el panorama.

A medida que el reloj avanza y se aproxima el segundo o tercer trimestre de 2025, que es cuando se espera que entren en vigor los nuevos aranceles, queda claro que la capacidad de adaptación será clave para sobrevivir en un sector en constante transformación. Por ahora, los gigantes no están dispuestos a dejar que la política lastre sus resultados.

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