La Fed, ante un escenario incierto: la victoria de Trump deja en el aire la senda de recortes de tipos de Powell
Su relación con el presidente de la institución financiera norteamericana no pasa por el mejor momento. Le acusó de bajar los tipos en septiembre para beneficiar a Kamala Harris y sus planes parecen no pasar por seguir con esa desescalada.
"Las perspectivas son inciertas". El incontestable triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos del pasado 5 de noviembre abre un nuevo escenario incierto en la política monetaria mundial. Su relación con el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, no está pasando por el mejor momento.
7 años después de que el candidato electo, durante su anterior etapa en la Casa Blanca, le nominara al frente de la institución financiera, su campaña se ha basado en desprestigiar la senda de bajadas de tipos de interés, acusándole de apoyar a su rival, la demócrata, Kamala Harris.
Aunque apenas ha dado tiempo para asimilar la victoria del líder republicano, Jerome Powell no ha echado el freno de mano tras el resultado electoral. Entre sus planes estaba seguir bajando el precio del dinero en la reunión de este jueves y la situación no ha cambiado.
Pero el máximo responsable del banco central estadounidense ha estado en boca de algunos de los asesores del candidato electo. Cuestionan su futuro y, según recoge Europa Press, habrían sugerido su dimisión si Trump se lo pide.
El líder republicano regresará a la Casa Blanca el próximo 20 de enero. Hasta entonces, todavía queda una reunión más de la Fed para este año, la del próximo 18 de diciembre. Una toma de decisiones que puede suponer un punto de inflexión. ¿Optarán por seguir bajando los tipos o frenar la desescalada tras recibir algún toque de atención por parte de la nueva administración?
"Las perspectivas económicas son inciertas"
Apenas horas después de que la ciudadanía de Estados Unidos diera su apoyo mayoritario a Trump, la Reserva Federal ha tratado de seguir como si nada hubiese pasado y se ha ceñido a la hoja de ruta diseñada en los últimos meses.
El organismo que preside Jerome Powell bajó los tipos de interés por segunda vez desde marzo de 2020. La institución financiera ha recortado el precio del dinero en 25 puntos básicos, meses después de que el candidato electo criticara la primera bajada, acusándole de intentar favorecer a Kamala Harris.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed aseguró este jueves que "los indicadores recientes sugieren que la actividad económica ha seguido creciendo a un ritmo sólido". "Desde principios de año, el mercado laboral, por lo general, ha perdido fuelle, y la tasa de paro ha subido, aunque sigue siendo baja. La inflación ha seguido avanzando hacia el objetivo del 2% fijado por el Comité, pero sigue siendo algo elevada", detallaron.
Pero del comunicado que emitió el organismo liderado por Powell destaca una frase. "Las perspectivas económicas son inciertas y el Comité está atento a los riesgos para ambos lados de su doble mandato", detalló.
"Las elecciones no tendrán ningún efecto"
En su intervención, el presidente de la Fed no quiso hablar de lo ocurrido en las elecciones norteamericanas, pero en el turno de preguntas de la prensa se vio obligado a responder a algunas cuestiones sobre su incierto futuro.
Primero, le preguntaron si dimitirá en el caso de que Trump se lo pidiera. Jerome Powell aseguró con un nítido y tajante "no" y que, "bajo la ley", él no está obligado a hacerlo, aunque se lo pida la nueva administración norteamericana.
Es cierto que el líder de la Fed puede tener las de ganar, aunque la presión podría ser importante. Por el momento, él asegura que la fecha límite seguirá siendo mayo de 2026, cuando acabe su mandato.
Lo que sí quiso dejar claro es que el resultado de las elecciones no influirá a la política monetaria que ha desplegado el banco central estadounidense en los últimos meses. "A corto plazo, las elecciones no tendrán ningún efecto sobre nuestras decisiones políticas", aseguró.
Esmeralda Gómez López, profesora del Máster en Economía Internacional de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), apuesta porque la Fed va a seguir "con la misma receta que tenía hasta ahora", aunque cree que tendrá que adaptarse a que "Trump será presidente durante los próximos años". Cree que Powell va a "tener que ir a la cola" de las políticas que el candidato electo aplique en los próximos años.
"Aquí hay que dejar claro que hay dos fuerzas opuestas que está sobre la mesa. Trump tiene una parte de gobernar que simpatiza con la parte liberal y capitalista y menos proteccionismo o redistribución de la renta", defiende, antes de reconocer que la Fed "no podrá hacer mucho si se crea empleo y los mercados siguen reaccionando de forma positiva".
Para José Manuel Corrales, doctor en Economía y profesor de la Universidad Europea, la Reserva Federal "ha hecho una política negativa" y "ahora estamos viendo las consecuencias negativas".
"La Fed no va a tener mucho margen de maniobra. Van a poder aplicar una pequeña reducción de tipos, pero lo que sí creo es que Trump va a provocar en EEUU y en Europa una crisis económica de gran envergadura", señala, en referencia a la aplicación de aranceles propuesta.
Carlos Balado, profesor de OBS Business School y director de Eurocofín, no cree que el regreso de Trump a la Casa Blanca suponga un menoscabo a las políticas monetarias del banco central norteamericano. "Si miramos las expectativas del mercado, para diciembre se esperan que los tipos estén en el 4,4% y que vayan bajando en 2025 hasta llegar al 3,8%. Los propios mercados siguen esperando a que sigan cayendo", destaca.
"La Fed tiene capacidad margen y necesidad de controlar la inflación y mantener estable el mercado laboral. Esto obliga a que los tipos se bajen de forma moderada. En la medida en la que un condicionamiento de las decisiones de la Fed tuviera efecto en la economía, eso perjudicaría al propio Trump", explica.
Carlos Balado ve tanto a la nueva administración como a la institución financiera con una línea muy parecida. "Lo que dice Powell lo comparte Trump. La inflación afecta al poder adquisitivo. En esto, los dos están en la misma idea. Si lo que se quiere es crear más empleo, con una decisión de subida de tipos no lo conseguirían a corto plazo", añade.
Los riesgos para Europa
Europa sigue pendiente de cuál será el despliegue futuro del nuevo Gobierno de Donald Trump. El Banco Central Europeo y la propia Comisión Europea teme que los planes económicos perjudiquen seriamente a la economía europea, como puede ser la aplicación de los aranceles a productos de fuera de EEUU que prometió en campaña.
Un frenazo en la desescalada de tipos de interés también dejaría en fuera de juego al organismo que preside Christine Lagarde y acrecentaría las diferentes políticas aplicadas entre la Fed y Europa. Como ya ocurrió el pasado mes de junio, un paso por libre del BCE afectaría al euro.
Pero los expertos no creen que vaya a ser una de las grandes preocupaciones e instan a las instituciones financieras a anticiparse y tomar cartas en el asunto antes de que Trump mueva su ficha y agite el tablero comercial.
Esmeralda Gómez cree que Europa se encuentra en "una posición desfavorable" y que debe haber cambios estructurales para mejorar la productividad interna ante el peligro de las subidas de aranceles.
"La UE debe reforzar la productividad interna y competencia de forma autónoma, con independencia de las otras potencias. Eso lo tendríamos que hacer cambiando algo estructural", expone.
José Manuel Corrales asegura que las medidas de aranceles "no van a ser de hoy para mañana", pero se muestra convencido de que Trump podría aplicarlas a finales de 2025 o en 2026. "Si la UE no hace una política de anticipación, lo va a tener muy duro en esa guerra económica y comercial", razona.
"El BCE tiene que anticiparse. No puede quedarse sin iniciativa. Tienen que aplicar medidas que plantean una mejora de la competitividad", señala el experto, y aboga por hacerlo rápido porque el efecto puede ser "devastador" para la economía europea.
José Manuel Corrales considera que "se está pintando un escenario muy negro" y que "estamos en mala posición en esa guerra comercial". "Solamente, si nos anticipamos, hacemos una política de prevención y somos potentes a nivel europeo, pero veo muchas dificultades para que lo puedan hacer. Los instrumentos monetarios, la Fed y el BCE, tienen muy poco margen de autonomía", justifica.
Pero no todos creen que Trump podrá cumplir con su iniciativa de aplicar aranceles. Carlos Balado anticipa que la situación en la que llega a la Casa Blanca poco tiene que ver con la que había en EEUU en 2016. Con un 30% más de deuda sobre el PIB y un 4% más de déficit, cree que optará por "moderar su discurso".
"Los aranceles tendrían más impacto en la inflación americana y eso haría peligrar las bajadas de tipos. Sí perjudican más al crecimiento de Europa. Alemania tendría una pérdida del PIB de más de 127.000 millones de euros", reconoce.
El director de Eurocofín apunta a que el "margen de ajuste es menor" al que tenía en 2016 y que "una guerra comercial alteraría todo el panorama". "El escenario no es igual. Hemos visto su discurso y, ahora, habrá que ver sus hechos", añade.