La despreciada energía que produce cuatro veces más que la eólica y solar
Es una de las energías renovables más olvidadas pese a que el pasado año se incrementó un 30%, muy por encima del resto.
Cuando se habla de energías renovables o verdes, a todo el mundo se le viene a la cabeza las turbinas de viento que producen energía de forma eólica, gracias a la actuación del viento, o los cada vez más comunes paneles solares, que utilizan la luz solar para producir energía limpia.
Pero de entre todas estas, hay una que en numerosas ocasiones cae en el olvido y de la que poca gente se acuerda al establecer estas clasificaciones. Hablamos de la bioenergía, que puede generarse de diversas formas y aprovechando distintos recursos o desechos.
En primer lugar hay que dejar claro qué es la bioenergía. Esta se entiende como una energía renovable que procede del aprovechamiento de energía de biomasa, orgánica o industrial. Esta se puede obtener desde plantas hasta de aguas residuales, pasando por paja o residuos orgánicos.
Durante el pasado año toda la bioenergía producida en España supuso la mitad de toda la renovable consumida; aportando cuatro veces más que la solar y la eólica juntas, lo que supuso un crecimiento de un 30% según OVACEN.
El material utilizado para conseguir el contenido energético se denomina como "materias primas". En muchos casos aparecen a partir de sustancias de desecho industriales de la agricultura, aunque también pueden provenir de la madera o del procesamiento de alimentos, entre otros muchos.
En este sentido, contamos con cuatro "materias primas" que se denominan biocombustibles. Estas son biodiésel, bioetanol y biogás o biomasa. Entre los principales aspectos positivos de esta forma de producir energía destaca la de economía circular, que implica reducir al máximo la producción de desechos vírgenes así como la entrada de los materiales.
Tipos de bioenergía
Biocombustibles: En este grupo entran todos los residuos forestales: leña, carbón vegetal, paja, etc. Su principal utilidad es la de aportar calor tanto a nivel doméstico (calentar agua) como a nivel industrial (generar electricidad).
Biocarburantes. Aquí nos encontramos ante distintos cultivos, como son el maíz, betabel, colza, caña de azúcar, palma de aceite, etc. Todos estos elementos producen aceites vegetales que son convertidos en biodiésel y en alcohol (bioetanol).
Biogás: Se incluirían todos los residuos orgánicos de bosques o campos agrícolas, incluidos los desechos de animales (vacas, cerdos, cabras...), de los cuales se extrae el metano con el que se puede producir energía mecánica, eléctrica o térmica.