Forbes alucina con el tren único que fabrica España y dominará el futuro

Forbes alucina con el tren único que fabrica España y dominará el futuro

Talgo está desarrollando el tren con el que promete redefinir el futuro del sector.

Un maquinista, a los mandos de un tren impulsado por hidrógeno en ChinaZHANG YAO

España está a punto de revolucionar el transporte ferroviario. Talgo, el fabricante español de trenes al que ha cortejado sin éxito el grupo húngaro Magyar Vagon, ha sorprendido al mundo con el desarrollo del primer tren de hidrógeno de alta velocidad, una innovación que ha llamado la atención del sector porque podría marcar un antes y un después en el diseño de las redes ferroviarias y que, incluso, ha hecho alucinar a la revista Forbes .

El uso de la tecnología de hidrógeno para trenes no es completamente nueva, pero hasta ahora solo se había aplicado en trenes de cercanías o. Sin embargo, la apuesta de Talgo por aplicarlo en los trenes de alta velocidad marca un hito que, según los expertos, podría cambiar la forma en que se plantean las líneas de tren en todo el mundo. 

El mayor desafío de los trenes propulsados por hidrógeno siempre ha sido la capacidad de almacenar a bordo el suficiente combustible como para permitir trayectos largos y a alta velocidad. Hasta ahora, las soluciones convencionales, como los cables aéreos de electrificación (OHC) por los que pasa la catenaria, han sido la norma. Sin embargo, la construcción y el mantenimiento de estos sistemas es cara y compleja. La electrificación con cables aéreos, inventada en la Rusia del siglo XIX, ha demostrado ser duradera, pero tiene limitaciones importantes.

"Los trenes de hidrógeno de alta velocidad parecían una meta lejana debido a las dificultades técnicas de almacenar suficiente combustible a bordo", explica a la revista Forbes Stan Thompson, cofundador de la Mooresville Hydrail Initiative. "Con Talgo, este obstáculo parece haberse superado más rápido de lo que esperábamos", señala.

El revolucionario tren de hidrógeno de Talgo ofrece la posibilidad de que desaparezca de los proyectos ferroviarios, la necesidad de construir los costosos y visualmente invasivos cables aéreos. Según Thompson, electrificar solo 900 metros de vía con un sistema tradicional de OHC cuesta lo mismo que construir una estación de servicio de hidrógeno que pueda abastecer a toda una línea de tren. Además, el coste de mantenimiento de los cables es elevado, lo que hace del hidrógeno una opción más rentable a largo plazo.

El tren de hidrógeno de Talgo no solo representa un avance tecnológico sino una apuesta clara por un futuro más sostenible. En un momento en el que la necesidad de reducir las emisiones de carbono es prioritaria, este tipo de innovaciones abre la puerta a una nueva era en el transporte ferroviario. Países con baja densidad de población, como EEUU o Canadá, donde las largas distancias y la escasa infraestructura electrificada dificultan el desarrollo de redes de trenes de alta velocidad, podrían beneficiarse de esta tecnología.