El FMI sube dos décimas su previsión de crecimiento global para 2023 hasta el 2,9%
El organismo que dirige Kristalina Georgieva mejora también su pronóstico para la zona euro y empeora las de España, aunque es el país que más crece.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aumentó en dos décimas sus previsiones de crecimiento global para este año, hasta el 2,9 %, y ajustó también al alza la cifra del año pasado, gracias a las "sorpresas positivas" y a una "resiliencia mayor a la esperada" que han mostrado numerosas economías.
Así, se prevé que el crecimiento global, que según el FMI fue del 3,4 % en 2022, crezca solo el 2,9 % en 2023, dos décimas más que lo anteriormente pronosticado, antes de aumentar al 3,1 % en 2024, una décima menos de lo estimado en octubre.
"No se espera un crecimiento negativo en el PIB global, que a menudo ocurre cuando hay una recesión global", señala el informe. "El panorama es menos sombrío que en nuestro pronóstico de octubre", señaló el director de investigación del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, quien apuntó que el fondo ha mejorado un poco las perspectivas de este año por cuatro motivos.
El primero, que el crecimiento económico resultó "sorprendentemente resistente" en el tercer trimestre de 2022, gracias a un mercado laboral robusto, al consumo doméstico y la inversión empresarial, y también por la adaptación "mejor de lo esperado" a la crisis energética en Europa.
El segundo, que la inflación ha comenzado a mostrar signos de mejora, pues está disminuyendo en la mayoría de los países.
En tercer lugar está la reapertura de China tras el fin de su política cero covid, y en el cuarto, el hecho de que "las condiciones financieras mejoraron a medida que las presiones inflacionarias comenzaron a disminuir" y "esto condujo a un debilitamiento del dólar, que ha brindado cierto alivio a los países emergentes y en desarrollo.
Sin embargo, el dato de 2023 no es en absoluto para celebrar y está impulsado, señala el FMI, por la fuerte bajada en el crecimiento de las economías avanzadas, reflejando el incremento de los tipos de interés por parte de los bancos centrales para combatir la inflación, así como las consecuencias de la guerra en Ucrania.
Mejora para la zona euro y empeora la previsión para España
El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró en dos décimas las perspectivas de crecimiento de la zona euro para este año y aumentó las de casi todas las principales economías de la región salvo España, que crecerá una décima menos de lo esperado.
El organismo señala que la zona euro crecerá de media el 0,7 % en 2023, dos décimas más de lo pronosticado en octubre pasado, y aumentará el 1,6 % en 2024, dos décimas menos.
También ajustó al alza el crecimiento del año pasado, hasta el 3,5 %, cuatro décimas más que el cálculo presentado en octubre en las reuniones anuales del fondo y del Banco Mundial.
La mejora es reflejo de los efectos de las fuertes subidas de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo y de que los precios mayoristas de energía están más bajos de lo esperado al haber almacenado suficiente gas para que la escasez sea poco probable este invierno.
También se debe a las políticas fiscales y sociales llevadas a cabo por los gobiernos, como los controles de precios de la energía o las transferencias de efectivo. La Unión ha aportado alrededor del 1,2 % de su PIB (de su costo presupuestario neto) a los hogares y las empresas afectadas por la crisis energética, recuerda el FMI.
España es la única de las cuatro economías principales (las únicas que detalla el FMI) que empeora su previsión, aunque seguirá siendo la que más crezca, el 1,1 % en 2023 (una décima menos de lo calculado en octubre) y el 2,4 % en 2024 (dos décimas menos). Su crecimiento de 2022 ha sido mejorado considerablemente hasta el 5,2 %, seis décimas más de lo estimado previamente.
Esta cifra es menor a la ofrecida por el Gobierno, que anunció la semana pasada que la economía española cerró 2022 con un crecimiento del 5,5 %, la misma tasa que el ejercicio anterior, a pesar de que todas las previsiones apuntaban a una desaceleración de la economía debido a un contexto de gran incertidumbre marcado por la guerra en Ucrania.
El dato, explicó en un encuentro con medios la subdirectora del Departamento de Investigación del Fondo, Petya Koeva, no ha sido tenido en cuenta para las previsiones de 2023, que avisan de una fuerte caída de la economía española: "Estoy segura de que nuestros compañeros lo mirarán de cerca y lo tendremos en cuenta cuando se haga la próxima previsión que tenemos para España, destacó.
Con las nuevas previsiones del FMI, Italia y Alemania no registrarían números rojos este año, como estaba previsto. Italia crecerá el 0,6 %, ocho décimas más de lo antes estimado, y Alemania el 0,1 %, cuatro décimas más. Las previsiones para Francia no han cambiado y este año crecerá el 0,7 %, mientras que en 2024 se recuperará hasta el 1,6 %, igual que Alemania (1,4 %) e Italia en menor medida (0,9 %).
Fuera de la Unión Europea destaca el Reino Unido que, tendrá un decrecimiento del -0,6 % en 2023, con una revisión a la baja de nueve décimas con respecto a octubre, reflejo de políticas fiscales y monetarias y condiciones financieras más estrictas y de los precios minoristas de la energía todavía altos, que pesan sobre la economía doméstica.
El frío de Rusia llegará
La posible escalada de la guerra en Ucrania sigue siendo una fuente importante de vulnerabilidad, particularmente para Europa. Así, aunque este año los precios del gas son inferiores a los previstos ya que Europa ha almacenado suficiente gas para que la escasez sea poco probable este invierno, volver a llenar el almacenamiento con flujos rusos muy disminuidos antes del próximo invierno será un desafío.
El FMI ha ajustado también sus perspectivas de crecimiento para Rusia y las ha subido considerablemente. Así, la economía rusa crecerá en 2023 el 0,3 %, 2,6 puntos más de lo estimado, y en 2024 el 2,1, seis décimas más.
Esto se explica, señaló el director de investigación del Fondo Monetario Internacional (FMI), Pierre-Olivier Gourinchas, porque sus ingresos por exportaciones a lo largo del año pasado, e incluso hasta este momento, siguen siendo bastante altos, pese a los topes impuestos, aunque hay mucha incertidumbre en torno a esto.
En segundo lugar, hubo un fuerte estímulo fiscal en Rusia el año pasado. Rusia ha estado suspendiendo sus reglas fiscales y expandiendo el gasto fiscal, y eso también ha ayudado a respaldar la actividad económica, añadió.