Ferrovial teme el primer golpe del Gobierno
Tras la aprobación de la fusión con su filial neerlandesa.
Primeros síntomas de preocupación en Ferrovial tras la aprobación de la fusión con su filial neerlandesa con el objetivo del traslado de su sede social a Ámsterdam. Según ha publicado El Economista, la compañía ha advertido de que dicha absorción de Ferrovial SA por parte de Ferrovial International Sociedad Europea (FISE), creando una nueva matriz de la constructora, "podría quedar fuera de la protección del Régimen Especial de Neutralidad Fiscal español".
Tal y como recoge el mencionado digital, Ferrovial ha indicado en el folleto remitido a la Bolsa de Dublín esta posibilidad, en una comunicación en la que informa de cuestiones como la renovación de su programa de pagarés -de 1.500 millones de euros- y en la que se contemplan los riesgos aparejados a la operación salida.
Se trata de un asunto de especial relevancia en un episodio económico que ha despertado gran polémica -al tratarse de una empresa que se ha nutrido durante décadas de contratos de obra pública- y ha abierto de nuevo el debate en España sobre la legislación fiscal comunitaria.
Tal y como se recuerda en la mencionada noticia, el propio presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, aseguró el 13 de abril que la fusión "permite que (Ferrovial) pueda acogerse al régimen de neutralidad fiscal de las fusiones". Las autoridades españolas ya han mostrado sus dudas tanto de la argumentación de motivos económicos para justificar el cambio de sede social -Ferrovial asegura que no se trata de pagar menos impuestos sino de resultar más atractiva en mercados internacionales- de que la compañía pueda acogerse a esta figura.
Se trata de un asunto clave, puesto que de no poder acogerse a dicho régimen de neutralidad fiscal, Ferrovial se enfrentaría a factura fiscal millonaria, al estar obligada a tributar por las plusvalías o minusvalías que se generen en los activos traspasados, es decir, en el proceso de fusión.