Este es el producto que más carga fiscal soporta en España

De la cantidad que el consumidor paga por un producto, ¿cuánto se debe a los impuestos? Pues depende del cada artículo. El producto por el que pagamos más impuestos en el precio de venta al público es el tabaco: el 80% de su precio en los estancos se debe a los impuestos. Le sigue la gasolina (en la que los impuestos representan aproximadamente el 50% de lo que pagamos por ella) y a continuación, de cerca, está el porcentaje de impuestos (44%) que se lleva el precio de las bebidas alcohólicas de alta graduación.

Esta alta carga fiscal se tradujo el pasado año en una recaudación de 6.712 millones de euros. Con las medidas puestas en marcha con la llamada ley antitabaco (oficialmente la Ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco), aprobada en 2005 cuando gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero y ampliada después en 2011, se ha contribuido a la reducción del su consumo. Según las últimas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia de tabaquismo en España ha pasado de ser del 32,6 % en el año 2000 al 23,3% en 2022, lo que supone una caída de 9,3 puntos en el consumo en 22 años.

También han influido otros factores, en especial, el aumento de su precio, ya que desde el 2000 hasta ahora, el precio medio de la cajetilla de tabaco a pasado a ser más del doble, de 2,4 euros a 5 euros.

Además, la alta carga fiscal que recae sobre el tabaco hace que la tercera parte de los ingresos de Hacienda por los impuestos especiales se deba a las ventas de este producto. Los impuestos especiales están creados con la finalidad bien de disuadir su consumo o uso o de controlarlo. Y los hay de tres tipos: de fabricación (como en el caso de el alcohol y las bebidas alcohólicas, la electricidad, los hidrocarburos o el tabaco), sobre determinados medios de transporte (coches, aeronaves y buques) y sobre el carbón.

Además, estos impuestos no excluyen a otros, de ahí que también deba gravarse en su precio, por ejemplo, el IVA. Y, aunque en nuestro país están regulado por una ley específica, de 1992, este tipo de impuestos especiales no existen exclusivamente en España. De hecho, la Unión Europea también tiene su normativa sobre este tipo de impuestos.