Estas son las consecuencias en las tarjetas de débito y las comisiones con la fusión entre BBVA y Banco Sabadell
Las condiciones actuales podrían cambiar si la operación se acaba llevando a cabo.
La noticia ha saltado este martes poco antes de las 14:00. BBVA ha confirmado que se encuentra estudiando una posible fusión con el Banco Sabadell y que ha contratado a varios asesores con ese fin.
En concreto, BBVA ha expresado en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) lo siguiente: “En relación con las noticias aparecidas en prensa hoy, BBVA confirma que ha trasladado al Presidente del Consejo de Administración de Banco de Sabadell S.A., el interés del Consejo de Administración de BBVA en iniciar negociaciones para explorar una posible fusión entre ambas entidades. BBVA confirma que ha nombrado asesores a tal efecto”.
Menos de una hora después, antes de las 14:30, el Banco Sabadell ha confirmado la información aportada por el BBVA y ha señalado que va a analizar detenidamente la propuesta de fusión.
El banco catalán, también en una nota remitida a la CNMV, ha indicado: “Banco Sabadell confirma que ha recibido a las 13:43 horas del día de hoy una propuesta escrita indicativa de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, S. A. para una fusión. El Consejo de Administración de Banco Sabadell analizará adecuadamente todos los aspectos de la propuesta”.
Las consecuencias de la fusión para los clientes de BBVA y Sabadell
Una de las preguntas que deja en el aire este anuncio es cómo podría afectar esta fusión (en caso de que finalmente se acabe llevando a cabo) a las condiciones de los clientes de cada una de las entidades.
Una de las principales consecuencias podría darse en las tarjetas. Las mismas continuarán activas como hasta ahora. Sin embargo, sí que podría haber cambios significativos en lo relativo a las comisiones de mantenimiento de esas tarjetas, tal y como ya ocurrió en la fusión entre CaixaBank y Bankia.
Esta modificación en las condiciones de las tarjetas podría afectar principalmente a las tarjetas de débito, ya que existe la posibilidad de que tengan un coste anual.
Igualmente, podría haber nuevas comisiones por el mantenimiento de cuentas bancarias. No obstante, ese pago suele poder evitarse con la domiciliación en la entidad bancaria de la nómina o de los recibos.