España acaricia el soñado proyecto del gas
El proyecto Nigeria Marruecos, que beneficiará los intereses españoles, está más cerca que nunca.
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La invasión rusa de Ucrania que dio inicio en febrero de 2022 dio un giro radical al escenario geopolítico mundial, afectando de manera directísima a Europa en todos los aspectos imaginables. La guerra cambió el orden que imperaba en el Viejo Continente dando paso a un nuevo panorama marcado por la inestabilidad en todos los frentes.
En este sentido y teniendo en cuenta el poderío ruso en cuanto al suministro energético, los países de Europa occidental tuvieron que empezar a explorar alternativas para abastecer sus depósitos y demanda de sus poblaciones. En ese momento, países como Marruecos, Argelia y Nigeria adoptaron un nuevo rol, mucho más importante que hasta entonces, y por el cual, se han convertido en una baza clave para el suministro de gas a Europa.
En este contexto hay que tener en cuenta las tensiones que desde hace años mandan en las relaciones bilaterales entre Marruecos y Argelia, acrecentado a día de hoy por las aspiraciones de ambos países para controlar el suministro y envío de gas, procedente de Nigeria -que cuenta con las mayores reservas de gas natural de África-.
Esto ha provocado la aparición de dos proyectos, el H2med, que pretende transportar hidrógeno verde a Alemania a través de la Península Ibérica, y el SoutH2, que hará lo propio desde Argelia y pasando por Italia.
Así pues, Marruecos apuesta por el proyecto NMGP (Gasoducto Nigeria Marruecos), y cuya entrada a Europa sería España, y el gasoducto Transahariano, que tendrá a Italia como país de entrada.
España adopta un papel clave
Respecto al primer proyecto (Nigeria Marruecos), este contará con una longitud de 5.660 km, y una capacidad de 30.000 millones de metros cúbicos anuales, y que será gestionado por NNPCL, empresa petrolera estatal de Nigeria, mientras que por otro lado estaría ONHYM, de Marruecos y que conecta los países del Golfo de Guinea y costa atlántica: Nigeria, Benín, Togo, Ghana, Costa de Marfil, Liberia, Sierra Leona, Guinea, Guinea-Bisáu, Gambia, Senegal, Mauritania, Sáhara Occidental y Marruecos. Su conexión se llevaría a cabo bajo el agua de todos estos países y que, por último, entraría a Europa a través de España.
Por otro lado, el proyecto al que aspira Argelia (Gasoducto Transahariano), contaría con 4.128 km y una capacidad de 30.000 millones de metros cúbicos y sería gestionado por Sonatrach -petrolera argelina-, NNPCL y el ministerio de energía de Níger. El objetivo es que la tubería pase por Nigeria y Níger hasta a Hassi R'Mel (Argelia), punto desde donde parten tres gasoductos: el Magre Europa, el Medgaz y el Transmediterráneo (los dos primeros por España y el tercero por Italia).
Además, hay que tener en cuenta la inestabilidad vigente en Níger, tras un golpe de estado que tuvo lugar hace pocos meses y que provoca que el gasoducto Nigeria Marruecos gane enteros. Esto sin duda, beneficiaría los intereses españoles, frente a los argelinos e italianos, haciendo que España se haga con un papel fundamental en el suministro de gas natural que se transporte al resto de Europa.