El BCE mantiene el freno de los tipos de interés tras su primera reunión de 2024
El precio del dinero seguirá situado en el 4,5%, su máximo desde el año 2008, durante "un período suficientemente largo".
Sin sorpresas. El Banco Central Europeo (BCE) mantiene el freno de los tipos de interés en el 4,5%, su máximo desde el año 2008, y ha apostado por seguir en dicha cifra para tratar de que la inflación vuelva a situarse pronto en su objetivo del 2% a medio plazo.
El Consejo de Gobierno liderado por Christine Lagarde ha asegurado que el precio del dinero está "en niveles que, mantenidos durante un período suficientemente largo, contribuirán de forma sustancial a este objetivo".
Es precisamente ese "suficientemente largo" en el que hay que estar atentos ya que confirman los análisis de expertos que apuntan a que la situación de los tipos de interés seguirá siendo igual durante el primer semestre de 2024.
Tras un 2023 marcado por las subidas de tipos, hay muchas dudas sobre el devenir de la política monetaria, aunque muchos expertos apuntan a una leve "moderación" de las presiones, una reducción de la inflación y una deseleración de la economía.
Una vez más, el regulador de los bancos europeos ha justificado que las decisiones futuras llegarán bajo "niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario".
El 'guardián del euro' había elevado los tipos en 450 puntos básicos durante el ciclo de subidas, que dio comienzo en julio de 2022, si bien ahora los mercados apuestan porque el BCE rebaje la tasa de referencia, algo que podría ocurrir este verano, según ciertos analistas, como los del Bank of America.
El organismo que lidera Lagarde también ha explicado que están dispuestos a "a ajustar todos nuestros instrumentos dentro de nuestro mandato para garantizar que la inflación regrese a nuestro objetivo de mediano plazo".
La inflación sigue en el 2,9%
La decisión del BCE llega después de que la tasa de inflación interanual de la zona euro fuera en diciembre del 2,9%, medio punto porcentual por encima de la subida de precios registrada en el mes anterior y su lectura más alta desde octubre. Al excluir del cálculo el impacto de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa subyacente se moderó dos décimas, hasta el 3,4%.
Además, Eurostat confirmó que el PIB de la eurozona registró una contracción del 0,1% en el tercer trimestre respecto de los tres meses anteriores, cuando se expandió un 0,1%.
Así, el comportamiento de la economía de la eurozona entre julio y septiembre fue sensiblemente peor que el observado en Estados Unidos, donde el PIB aumentó un 1,3% trimestral, aunque estuvo en línea con el desempeño del Reino Unido, que también cedió un 0,1% en el tercer trimestre al revisar sus datos para el periodo a finales de diciembre.
