Corea del Norte amenaza a España con un megaproyecto inesperado
El país asiático prepara el "Benidorm coreano", un complejo turístico de sol y playa con capacidad para 100.000 personas.
Corea del Norte se prepara para consolidarse como uno de los grandes competidores en el mercado turístico internacional. El país asiático gesta un macroproyecto, en su costa sudeste de Wonsan-Kalma, con capacidad para albergar a 100.000 visitantes a la vez.
Bautizado como el “Benidorm norcoreano”, el extenso complejo turístico se compara directamente con la Costa Blanca de España, y tiene como objetivo atraer a turistas en busca de sol y playa que de otro modo visitarían destinos como Málaga, Mallorca o Ibiza.
Según recoge el diario Travel and Tour World, se trata del proyecto turístico más grande y ambicioso de Corea del Norte hasta la fecha, y se encuentra en lo que alguna vez fue un lugar de pruebas de misiles.
El complejo se empezó a construir en 2018, con planes iniciales para completarse en 2019. Sin embargo, los contratiempos relacionados con la pandemia retrasaron el proceso.
Ahora, con el complejo turístico a punto de completarse, la visión de Kim Jong-un (líder supremo de la República de Corea del Norte) de crear una atracción de playa de clase mundial está lista para hacerse realidad.
Según afirma el medio especializado, si el país logra promocionar con éxito Wonsan-Kalma como un destino seguro, asequible y atractivo, podría atraer a turistas que, de otro modo, acudirían en masa a las costas mediterráneas, más concurridas. El momento es clave en un mercado global que lidia con el sobreturismo.
Una visión aperturista sujeta a condiciones
La construcción de este nuevo complejo turístico se concibe como una medida estratégica diseñada para diversificar la economía del país.
Corea del Norte ha tenido, hasta ahora, una interacción limitada con los turistas internacionales. Sin embargo, este proyecto marca un nuevo rumbo, y por primera vez el país asiático abre sus fronteras a los visitantes extranjeros, aunque bajo condiciones estrictas.
Es probable que los turistas deban cumplir con las regulaciones de Corea del Norte, que incluyen viajar con guías aprobados y permanecer en las zonas turísticas designadas.
Para aquellos que estén dispuestos a aceptar las condiciones, la recompensa podría ser una experiencia en uno de los nuevos resorts de playa más enigmáticos del mundo.
