Diario de un minero asturiano: Vamos a seguir luchando

Diario de un minero asturiano: Vamos a seguir luchando

Ahora es pronto para comentar cuál será el siguiente paso. Tenemos que valorar varias cosas, pero lo que está claro es que no nos vamos a quedar como si nada, vamos a seguir luchando.

Para describir la entrada a Madrid el martes no tengo palabras. Unos minutos antes de empezar la marcha no sabía cómo nos iban a recibir en el centro de Madrid, pero ya tuve una buena impresión a la salida cuando los bomberos se pusieron voluntariamente a ayudarnos. Gracias de verdad.

En la marcha del miércoles día 11 todo transcurría pacíficamente, una marcha ejemplar, hasta que minutos antes de terminar un pequeño grupo que iba al final de la marcha se empezó a descontrolar y fastidiar el final. Pero más se descontroló la policía que empezó a lanzar pelotas de goma contra todas las personas que allí había, incluídos niños y personas mayores. Pelotas que están prohibidas en toda Europa menos en España, ¡¡por algo será!! Alrededor del Bernabéu había gente esperando los autobuses mientras se comían el bocadillo y también les dispararon. Incluso le dieron a una chica enfermera mientras atendía a otra que estaba herida y ahora la enfermera está ingresada en el hospital!!! Eso seguramente no sale en la prensa porque no interesa que salgan ese tipo de cosas.

Durante la manifestación surgieron comentarios de que había policías infiltrados vestidos de paisano, preparados para reventar la marcha.

Ahora es pronto para comentar cuál será el siguiente paso. Tenemos que valorar varias cosas, pero lo que está claro es que no nos vamos a quedar como si nada, vamos a seguir luchando.

Personalmente tuve un recibimiento maravilloso cuando mi familia y yo llegamos a casa. Mis vecinos habían puesto una pancarta en mi casa. Ahí os mando una foto para que lo veáis. Gracias para toda la gente que ha estado conmigo estos días tan largos y siempre me han apoyado, en especial a mi familia que siempre estuvo conmigo.

 

Nota del editor: Este post ha sido redactado y enviado por Jara Fernández Rodríguez, esposa de Diego González Pérez, que durante varios días ha transcrito lo que su marido le contaba a diario desde la marcha minera.